27/3/07
AZNAR CARGA DURO CONTRA CASTRO, CHÁVEZ Y MORALES
El ex presidente del Gobierno y actual presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), José María Aznar, cargó este martes contra el "régimen totalitario" de la Cuba de Fidel Castro, el indigenismo "racista y radical" encarnado por la Bolivia de Evo Morales y el "socialismo del siglo XXI" que se pretende imponer desde la Venezuela de Hugo Chávez.
27-03-2007 - Diariocrítico/Agencias
Durante la presentación del nuevo informe de FAES 'América Latina: una agenda para la Libertad", Aznar advirtió que América Latina ha quedado al margen de la familia de naciones occidentales a la que pertenece, unas veces por conflictos internos, otras por utopías autoritarias y también por prejuicios ideológicos.
En el caso concreto de Cuba, denunció el régimen "siniestro aún en su decrepitud" que sigue negando la libertad y los derechos al pueblo cubano. En el informe se habla del "hermetismo" de las autoridades y también la incapacidad de la oposición de plantear ningún desafío por estar "encarcelada, dividida, infiltrada y vilipendiada".
Así, FAES defiende que el futuro de Cuba debe ser construido por todos los cubanos, "los de la isla y los del exilio, los del gobierno y los de la disidencia", evitando una alianza revolucionaria con Venezuela, Bolivia o Ecuador, la ayuda lejana de India o China o la pasividad de la Unión Europea.
Por eso, Aznar defendió la necesidad de recomponer la relación entre Bruselas y Washington para favorecer el diálogo, y sobre el embargo, FAES considera que Estados Unidos y sus aliados deberían dialogar sobre su idoneidad en un periodo de cambio o cómo utilizar su levantamiento como instrumento para "acelerar" dichos cambios.
Además, advirtió que el indigenismo "radical y racista" empieza a ser para América Latina lo que el nacionalismo es a Europa, ya que siembra la división social, agudiza los problemas existentes, y dificulta y daña la integración nacional de todos los ciudadanos en su afán por fomentar la segregación entre grupos.
Respecto Venezuela, aunque sin mencionarlo directamente, Aznar se refirió a "ese adversario de la libertad que ahora se viste de populista", que utiliza la desesperación de los más desfavorecidos y los más vulnerables para perpetuarse en el poder, engañando con el espejismo de un falso atajo hacia la prosperidad y el bienestar.
Así, se refirió a quienes pretenden implantar el "socialismo del siglo XXI", cuando el del siglo anterior "generó miseria y opresión" y cuyas ideas vuelven a renacer incluso con el aval de procesos electorales y que son apoyadas desde el exterior por quienes, según dijo, "ni siquiera osarían defenderlo para sus propios países".
Críticas a la política de Zapatero
En este punto, se refirió al fracaso de la política exterior del actual Gobierno socialista. Así, recordó que "hasta hace poco" España tenía un diálogo privilegiado al más alto nivel con Estados Unidos sobre América Latina, bajo el interés compartido de que la región tenga democracia, estado de derecho y una economía abierta.
"Sinceramente, no puede entender que esa triangulación a favor del progreso, la democracia y la libertad de Iberoamérica no sea una prioridad absoluta de nuestra política exterior, con la que se ha desperdiciado y destruido esa triangulación que tan bien funcionaba en el pasado", señaló Aznar.
Así, tras reconocer el "rancio" antiamericanismo en los países de la región, Aznar subrayó la necesidad de que América Latina estreche "aún más" los lazos con Estados Unidos, país que, en su opinión, debe abandonar cualquier tentación de aislacionismo y convertirse en socio fundamental que garantizar su anclaje al mundo democrático.
Abogó también por derrotar democráticamente el proyecto del "socialismo del siglo XXI", para lo cual defendió la unión de los partidos de centro y centro-derecha en la región, a semejanza del Partido Popular Europeo, para abrir nuevas formas de cooperación, generar mayor grado de integración y crear alternativas democráticas.
El ex presidente Aznar estableció durante su intervención lo que a su juicio deben ser los pilares básicos de cualquier alternativa para la región, que resumió en una mayor apertura al mundo, más y mejor democracia, respeto a las libertades, vigencia efectiva del Estado de Derecho, atraer inversiones, generar empleo y reducir la pobreza.
Para ello, destacó la importancia de que los países cuenten con un sistema de instituciones fuertes, sólidas y accesibles, para lo cual hacen falta "consensos básicos" de la mayoría de los partidos, lo que implica "concesiones y renuncias mutuas", así como reglas claras y estables.
Además, consideró "clave" una justicia independiente ya que sin ella es "ilusoria" la garantía y tutela efectiva de los derechos y libertades de los ciudadanos. Aznar también apostó por dar mayor protagonismo a los parlamentos, lo cual exige que los procesos electorales sean "libres, limpios y transparentes".
América Latina no está condenada a la pobreza y la marginación y puede, a pesar de los "nubarrones" en el horizonte, situarse en la vanguardia de las naciones con la fuerza de las ideas de libertad y de democracia. "El anclaje definitivo de la región en Occidente es crucial para la pervivencia de nuestra civilización", sentenció.
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