Efectos económicos de la crisis política en Ecuador
La incertidumbre política que atraviesa el país llegó a uno de los sectores más sensibles: la marcha de la economía y la estabilidad del sistema financiero.
Tener paralizadas las inversiones y el inicio de una posible recesión económica son dos de las advertencias que hacieron los industriales de Ecuador.
“Es un problema político que tiene gran peligrosidad de que trascienda a lo económico”, dijo Sebastián Borja, presidente ejecutivo de la Cámara de Industriales de Pichincha.
Borja afirmó que hay casos concretos de empresas (prefirió no revelar los nombres) que tenían previsto invertir en el país, pero por la inestabilidad no lo han hecho.
Según un informe de la firma Deloitte & Touch, presentado por Borja, el índice de confianza empresarial de febrero llega a 67.8 puntos de 250 posibles. “Es un 20 por ciento más bajo que el promedio de los últimos dos años”, sostuvo.
El informe, además, indica que el 40 por ciento de los encuestados prevé una mayor inflación; el 57 por ciento cree que las tasas de interés serán mayores y evidencian un incremento de los costos financieros y una reducción de la intermediación financiera para las empresas.
“Todo eso tiene un vínculo directo con la conflictividad política. Es evidente que al conflictividad política influye en el desarrollo de Ecuador”, manifestó Borja.
Recesión y fuga de capitales
Carlos Ribadeneira, presidente de la Cámara de la Pequeña y Mediana Industria de Pichincha (Capeipi), tiene una preocupación y un criterio similar al de Borja.
“Acá hay quejas y preocupaciones diarias”, dijo Ribadeneira al referirse a los efectos de la crisis política en la producción de las empresas afiliadas a la Capeipi.
“Como efecto de la inestabilidad política y la desinstitucionalización del Estado, los sectores productivos nacionales incrementan los niveles de incertidumbre generándose una virtual pérdida del ritmo de actividad de la economía”, dijo Ribadeneira.
Agregó que “hay una recesión” que afecta principalmente a los pobres, pues no se puede generar fuentes de empleo. A ello, el dirigente sumó la decisión de la banca privada, de restringir la entrega de créditos, y la inacción de la banca de desarrollo; es decir, Banco Nacional de Fomento y Corporación Financiera Nacional.
La crisis política que atraviesa al Ecuador llegó a uno de los sectores más sensibles: la marcha de la economía y la estabilidad del sistema financiero.
Según datos extraoficiales a los que tuvo acceso un periódico de Argentina , desde enero (Correa asumió el 15 de ese mes), salieron del país unos 600 millones de dólares, alrededor del 10% de los depósitos de todo el sistema bancario.
A tal punto los rumores que circulaban tenían nervioso al gobierno, que el presidente Rafael Correa debió salir casi en cadena nacional a desmentir la instalación de un feriado bancario y el congelamiento de fondos para frenar la fuga de capitales y la salida de depósitos de los bancos.
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