Ejército estadounidense reconoce situación de “guerra civil” en Iraq
Por primera vez, desde que a inicios del año pasado diversos sectores comenzaron a ocupar el término “guerra civil” para describir la violencia sectaria en Iraq, el ejército de Estados Unidos admitió esta situación en un informe oficial conocido la semana pasada. Mientras el gobierno estadounidense anuncia aumento de las tropas en Iraq, la bancada demócrata en el Senado continúa el debate por un calendario de retirada.
El Faro/Agencias
cartas@elfaro.net 19-03-2007
“Algunos elementos de la situación en Iraq corresponden a la descripción de una guerra civil, incluido el endurecimiento de las identidades étnico-sectarias, la movilización de grupos, el carácter cambiante de la violencia y los desplazamientos de población”, reza un documento de 47 páginas, elaborado por el Pentágono, en una evaluación periódica sobre la situación en Iraq, país ocupado por Estados Unidos desde marzo del año 2003, cuando las tropas ingresaron en busca de armas de destrucción masiva nunca encontradas.
La violencia generada desde entonces fue recrudecida al punto que, a inicios de 2006, incluso algunos funcionarios iraquíes y la comunidad internacional comenzaron a hablar del temor de que el país se insertara en una guerra civil si los enfrentamientos sectarios continuaban con la magnitud con que estaban ocurriendo.
Los hechos que se estaban suscitando en Iraq distaban del escenario esperado y prometido por la administración del presidente estadounidense, George W. Bush, en el que el derrocamiento en 2003 del dictador Sadam Hussein permitiría, junto a los esfuerzos de Estados Unidos, restablecer la paz y la democracia en ese país.
Fue hasta la semana pasada, sin embargo, que el ejército estadounidense ocupó claramente el término “guerra civil” para referirse a la situación de Iraq. En el documento del Pentágono, titulado “Evaluación de la estabilidad y seguridad en Iraq”, se expresa que “el nivel de violencia ha aumentado” en los últimos tres meses y que el conflicto “ha pasado de una insurgencia, predominantemente sunita y dirigida contra la ocupación extranjera, a una lucha por la división de influencias política y económica entre grupos sectarios y el crimen organizado”.
Pero aun reconociendo la gravedad de la situación, matiza también el informe, “la expresión guerra civil no captura de manera adecuada la complejidad del conflicto en Iraq, que incluye extensa violencia entre chiítas, ataques de Al Qaeda e insurgentes sunitas contra las fuerzas de la coalición, y violencia motivada por una amplia actividad criminal”.
Por la retirada
Mientras el gobierno defiende el haber tomado la decisión de aumentar en 21 mil soldados sus tropas en Iraq, donde han muerto ya más de tres mil efectivos estadounidenses desde 2003, el Partido Demócrata insiste desde el Senado en ponerle fecha al retiro de las tropas.
Con 89 votos contra nueve, el Senado decidió la semana pasada debatir una propuesta que fija el 31 de marzo de 2008 como fecha límite para regresar a Estados Unidos la mayor parte de las tropas.
El presidente Bush, sin embargo, adelantó que vetaría el establecimiento del calendario. Esto, además, pese a la creciente opinión pública que se expresa desfavorablemente en torno a la presencia de los soldados estadounidenses en ese país.
En Iraq, en tanto, las manifestaciones en contra de la ocupación siguen registrándose en las calles. El pasado viernes 16, según registraron agencias de prensa, más de mil personas se manifestaron en Ciudad Sadr. Muqtada al Sadr, el líder radical chiíta, marchó con sus seguidores bajo consignas de rechazo hacia Estados Unidos.
Las protestas se extendieron también a otros países del mundo que, en vista del cuarto aniversario de la ocupación que se cumple esta semana, marcharon en reproche claro a Bush por su política hacia Iraq. Las manifestaciones se registraron en lugares como Washington, Madrid, Estambul, Seúl, Santiago de Chile y Grecia.
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