La violencia armada socava el potencial económico de los países latinoamericanos, por lo que los representantes gubernamentales de 15 países de la región, reunidos en Guatemala, se han comprometido a fortalecer e integrar los programas para reducirla.
Cronica/Internacionales/AFP/24/04/2007
"La reducción de la violencia es un paso esencial para reducir la pobreza, promover el crecimiento económico y mejorar la vida de las personas. Los gobiernos tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad pública y ciudadana para el desarrollo", explicó Anthon Thalmann, subsecretario de Estado del Departamento Federal de Relaciones Exteriores de Suiza.
Las declaraciones del vicecanciller suizo se dieron en el marco de la I Conferencia Regional sobre Violencia Armada y Desarrollo esfuerzo se enmarca dentro de la Declaración de Ginebra sobre el tema, firmada en junio de 2006, que se concluyó este martes en Guatemala.
"Durante la reunión surgió el compromiso de fortalecer esfuerzos para integrar programas de reducción de violencia armada y prevencion de conflictos en los marcos, institucionales y estrategias de desarrollo nacionales, regionales y multilaterales", agregó Thalmann, auxiliado por una traductora.
En la reunión, los representantes de los países acordaron promover la prevención de conflictos, así como prevenir y controlar las actividades del crimen organizado que, a criterio de los expertos, es una de las más difíciles de desarrollar, por los alcances de este tipo de organizaciones.
Los esfuerzos también se encaminarán para detener la proliferación, tráfico ilegal y uso indebido de armas pequeñas y ligeras, así como las municiones, además de emprender acciones para una efectiva reducción de armas y programas de desarme pos-conflictos, desmovilización y reintegración.
"Entre las acciones que se planean implementar también está garantizado el pleno respeto a los derechos humanos, así como promover instituciones públicas de seguridad efectivas y fiscalizables, a parte de abordar el clima de impunidad a través del fortalecimiento de los enlaces entre los sectores seguridad y justicia", agregó Thalmann.
El funcionario suizo sostuvo que también se busca promover un enfoque comprensivo sobre los temas de reducción de la violencia armada y desarrollo, principalmente a través de la promoción e integración de programas relacionados al tema, en las políticas nacionales y regionales de desarrollo.
La declaración firmada en Guatemala también contempla asegurar que las iniciativas de prevención y reducción de la violencia armada se apunten a grupos vulnerables específicos que, a su vez, serían integrados a programas que provean una alternativa de vida no violenta para personas y comunidades.
Los países de América Latina presentan altos índices de homicidios, encabezados por El Salvador con un promedio de 50,4 muertos anuales por cada 100.000 habitantes, en su mayoría víctimas de ataques armados.
A este país centroamericano le siguen Venezuela con 46,9; Guatemala (44); Colombia (40,4); México (28,7); Brasil (23,8); República Dominicana (19,7); Paraguay (19,2); Bolivia (18,1); Nicaragua (12,2) y Panamá (11,8).
En la otra parte de la tabla, se encuentran países como Argentina, Costa Rica, Uruguay, Perú y Chile, con índices de homicidios inferiores a 10 por 100.000 habitantes.
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