Franca Rame
www.francarame.it/Revelión/20/04/2007
Traducción: Juan Vivanco
Giorgio Parlangeli, de 28 años, cabo mayor del 4º regimiento “Genova” de caballería de Údine, casado hace tres años, con dos misiones en los últimos años en Kósovo, murió el domingo pasado en el hospital de Milán. El tipo de patología (rarísimo para un hombre de su edad) y los territorios donde ha estado hacen pensar en una nueva muerte por enfermedad relacionada con el uranio empobrecido.
Giorgio Parlangeli era natural de Lecce, en Apulia, y había elegido la vida militar por ser un trabajo “seguro”; además, si le mandaban al extranjero, podría comprarse un coche.
Es una historia condenadamente igual que la de sus 45 compañeros que le han precedido en el calvario del cáncer primero y la muerte después. Estaría bien que con estos muchachos se tuviese por lo menos la misma consideración que ha tenido el Jefe del Estado con los obreros inmigrantes que mueren en nuestras obras por falta de medidas de seguridad. Queda en evidencia que a los empleadores de los militares italianos no se les da el mismo trato ni se les puede acusar. No sabemos si es porque los constructores que obligan a sus obreros a hacer trabajos peligrosos son demasiado débiles, o los poderes de la Defensa son tan fuertes que pueden permitirse infringir las ordenanzas que protegen a los militares sin que se abra una investigación. Son cientos de muchachos enfermos de los que no se acuerda nadie.
Hasta hace poco a los soldados con problemas de tiroides les operaban y permanecían en servicio, pero desde que el Osservatorio [similar a la Oficinal del Defensor del Soldado, n. del t.] denunció esta situación, los militares son licenciados directamente, sin contemplaciones, y así, además de “cargarles” a ellos con sus problemas, quedan en situación de desempleo.
Mientras tanto la nueva comisión de investigación aún no ha empezado a reunirse por falta de recursos asignados. La dirección del Osservatorio ha presentado un llamamiento a los políticos italianos y en las próximas fechas se presentará una iniciativa firmada por políticos de todas las tendencias que quieran adherirse y apoyar sin reparos a estos muchachos. Con la muerte de Giorgio los fallecidos ya son 46 y los enfermos 516; en las próximas semanas van a licenciar a muchos de ellos, con cáncer de tiroides, para evitar que sus casos se contabilicen.
La situación se ha vuelto insostenible, ante la indiferencia de políticos y militares.
Fuente: http://www.francarame.it/?q=node/311
En francés en Tlaxcala: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=2459&lg=fr
Juan Vivanco es miembro de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala.
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