ELMUNDO.ES/Portada > Internacional/(CET)/02-04-2007

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush. (Foto: AP)
El rechazo a un candidato que negase cualquier tipo de fe es común entre los votantes de los dos partidos mayoritarios: el 78% de los ciudadanos que se declaran republicanos y el 60% que apoya al partido demócrata no daría su voto a un político ateo.
Entre los que eligen otra opción política, sólo el 45% se suma a esta posición, según la encuesta realizada por el Instituto de Investigación Internacional de Princeton, con una muestra de 1.004 adultos estadounidenses mayores de 18 años.
Más de un tercio de los ciudadanos consultados (36%) piensa que la influencia de la religión en la política de EEUU ha aumentado en los últimos años, aunque la forma de valorar su peso varía en función del color político.
Entre los demócratas, el 42% considera que la religión tiene "demasiada influencia", frente al 29% que estima que es menor de lo que debiera. En el caso de los republicanos, el 42% indica que el peso de la religión no es suficiente, mientras que un 14% cree que ya tiene "demasiado".
Pese a que la mayoría de los votantes estadounidenses no apoyaría a un ateo, el 68% de los encuestados afirma que una persona puede ser al mismo tiempo "moral" y ateo". En cambio, un 26%, señala que esto no es posible.
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