La I Cumbre Energética Sudamericana reunirá el martes 17 de abril en la isla de Margarita a los presidentes de la región, que examinarán un conjunto de planes de integración en el campo de la energía impulsados principalmente por el mandatario venezolano Hugo Chávez.
El encuentro fue oficialmente convocado en la Cumbre de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN) de Cochabamba de finales de 2006 y se espera la participación de los presidentes de 12 naciones.
La Nacion/Portada/Venezuela/Caracas/DPA.-
Pocos días antes de la cita, el gobierno venezolano dijo que sólo faltaba por confirmar la presencia del mandatario uruguayo Tabaré Vázquez. Los primeros en anotarse fueron los de Bolivia, Evo Morales; Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; Colombia, Alvaro Uribe, y de Chile Michelle Bachelet. Chávez dijo que espera la visita de Lula adelantada para el lunes, con quien inaugurará la construcción de un complejo petroquímico en el oriente del país.
Al grupo se suman Suriname y Guyana, países desvinculados de los principales bloques regionales de integración. La reunión al más alto nivel se limitará al día martes, pero las delegaciones estarán trabajando el domingo a nivel de expertos de la CSN y el lunes de ministros de Relaciones Exteriores y de Energía, en preparación de la declaración final.
La cumbre tiene como temas globales el desarrollo social y el medio ambiente, así como la unión de esfuerzos para superar la pobreza y las asimetrías dentro de la región.
La reunión fue impulsada por Chávez en la cumbre de la CSN, agregando a sus proyectos petroleros otros en materia de gas y energías alternas. Ya Chávez ha impulsado alianzas como Petrosur, Petrocaribe y la recientemente conformada Oppegasur, de productores de gas, compuesta por Argentina, Bolivia y Venezuela.
En detalle se prevé que estarán en mesa de discusión temas como el suministro de petróleo y sus derivados, la energía hidroeléctrica y los biocombustibles, que han encontrado una repentina oposición de Chávez, respaldado por el líder cubano Fidel Castro.
La cumbre se reúne en momentos en que están en la opinión pública un debate sobre el uso del biocombustible etanol, luego del acuerdo firmado por Lula y el presidente de Estados Unidos, George W. Bush; la posible creación de una organización de exportadores mundiales de gas, visualizada como una OPEP del gas, y los problemas de suministro de productos derivados del petróleo.
Con una bien trazada campaña previa, Chávez ha preparado el terreno para la cumbre lanzando ataques contra el etanol, aunque aclaró que no quiere pelear con Lula sobre el tema, y oponiéndole el gas como alternativa, además de asegurar que Venezuela tiene todo el petróleo que necesitará la región en los próximos 100 años.
"Una crisis energética está en puertas en Sudamérica, en el mundo. Brasil no tiene mucho petróleo, Argentina no más allá de 10 años. Si no tomamos medidas ahora, en 10 años se van a apagar las luces, se van a parar las fábricas, lo vengo diciendo hace ocho años", advirtió.
Asimismo, aseguró que con los recursos de la Faja del Orinoco, un reservorio de petróleo pesado en el oriente del país, donde se están cuantificando lo que se cree que sean más de 300.000 millones de barriles, América del Sur "no tiene que preocuparse".
El petróleo pesado es extraído y mejorado por asociaciones extranjeras, en las que operan la francesa Total y la noruega Statoil, que pasarán al control de Estado el 1 de mayo.
El etanol será un tema controversial
Caracas. Venezuela. DPA.- El tema de los biocombustibles estará presente en la agenda de los presidentes de la I Cumbre Energética Sudamericana, pero el asunto llega a la isla venezolana de Margarita, escenario de la cita, precedido de un duro debate entre partidarios y detractores.
Antes de la cumbre en la isla de Margarita, los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y el de Cuba, Fidel Castro, fustigaron el proyecto del etanol por varias vías, mientras que el mandatario de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, defendió el acuerdo que logró con su colega de Estados Unidos, George W. Bush, para producirlo.
Pese a que Chávez lanzó toda su artillería verbal contra lo que llamó el ALCO (por alcohol), está dispuesto a demostrarle a Lula con hechos que su desacuerdo se limita a hacerle oposición a Bush, a quien acusa de pretender la "locura" de sustituir la gasolina por el etanol.
Para ello, Chávez invitó a su colega brasileño a inaugurar antes de la cumbre una planta petroquímica en el oriente del país, un proyecto conjunto, y esta semana aseguró que "jamás" peleará con Lula por el tema del biocombustible.
Algunos analistas ven en estas posiciones un pulseada sobre el liderazgo en la región. Castro, por escrito desde su convalecencia, y Chávez encabezan una corriente de opinión internacional que busca presentar al etanol como un recurso que depredará el ambiente y le quitará alimento a los hambrientos para poner a rodar los vehículos del mundo desarrollado.
El proyecto del alcohol de caña data de los años 70 en Brasil y con el tiempo ha ocupado un porcentaje del combustible que mueve la maquinaria del gigante sudamericano.
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