"El presidente Zapatero" lo avaló frente al veto de Francia y Alemania
Una entrevista concedida a "elplural.com" por el periodista Javier Valenzuela, ex jefe del área de Internacional de la Secretaría de Estado de Comunicación, ha sacado a relucir un hecho importante que, hasta ahora, no había sido mencionado en la prensa: el papel desempeñado por José Luis Rodríguez Zapatero en el nombramiento de Rodrigo Rato como presidente del Fondo Monetario Internacional. El episodio está contenido en el libro de Javier Valenzuela, que saldrá a la venta el próximo 13 de abril, “Viajando con ZP”, publicado por la editorial Debate, pero el periodista y autor del libro ha querido profundizar en las razones que llevarían al presidente del Gobierno a apoyar al que fuera vicepresidente del Gobierno Aznar para el máximo puesto en esta institución internacional.
El Plural / Política / 09-04-2007
ANDRÉS VILLENA OLIVER
Según nos cuenta Javier Valenzuela –que también estrena página web y un interesantísimo blog-, “todo se fraguó en la primera visita que el presidente Rodríguez Zapatero realizó a Francia. En una cena con Jacques Chirac en el Elíseo, con los ministros de Exteriores y asesores diplomáticos presentes, el presidente galo sacó una ficha, modo habitual por el que Chirac introduce los temas que quiere tratar. Zapatero no esperaba que la cuestión fuera a ser la de Rodrigo Rato”.
Francia y Alemania, contra Rato
“Por entonces –hablamos de la primavera de 2004-, Rato había ya sido propuesto por los EEUU para presidir el Fondo Monetario Internacional, lo que para Francia y Alemania parecía una mera candidatura política, suerte de recompensa al Gabinete Aznar por los servicios prestados en el apoyo a la Guerra de Irak. El eje Chirac-Schroedder, opuesto a Washington, tenía ya un candidato francés para oponer a Rato”, pero, tras la cena, la situación daría un giro de 180 grados.
En manos de Zapatero
“Zapatero, ante las dudas y quejas de Chirac sobre Rato como candidato, y, a pesar de no traer este tema preparado, no dudó un solo momento”: ‘Es un gran profesional. Además, es español’. El apoyo del presidente Zapatero obtuvo una inmediata y sorprendente aceptación por parte de Jacques Chirac: ‘Entendido’”. Cuarenta y ocho horas después, Francia y Alemania retiraron su candidato alternativo y Rodrigo Rato vio despejada su carrera hacia la presidencia del Fondo.
“Abominable doctor no”
Especulando sobre la facilidad con la que Zapatero impuso su voluntad, Valenzuela vincula esta facilidad de entendimiento y simpatía a la enorme alegría con que tanto Chirac como el entonces canciller alemán, Gerhard Schroedder, recibieron la llegada del socialista al poder: “Ya no tendrían que tratar con el que denominaban ‘el abonimable doctor no’ –Aznar, según algunos políticos e incluso el Financial Times- y, por otro lado, la retirada de tropas de Irak por parte de Rodríguez Zapatero representaba un balón de oxígeno para el eje franco-alemán, asediado por Washington y su teoría de la ‘vieja Europa’”.
Un trío bien avenido
Zapatero era más que un individuo simpático: era un aliado y, además, un político sumamente europeísta. Valenzuela relata cómo “resultaba sorprendente comprobar la alegría con la que los dirigentes franceses y alemanes recibían al entrante presidente español. Se cuenta que, hasta la victoria del ‘no’ a la Constitución Europea en Francia y la marcha de Schroedder del poder en Alemania, existió una línea de comunicación y camaradería constante entre Madrid, París y Berlín.
Un regalo personal
La inmediata aceptación de Rato como un buen candidato para la institución internacional representaba, pues, una concesión gratuita, un regalo personal a un presidente que suponía un soplo de aire fresco tras la tórrida era Aznar. No en vano, la expresión “lo que usted diga”, dicha por Chirac a Zapatero en aquella cena, mostraba que el galo estaba dispuesto a todo para satisfacer a su nuevo amigo político.
En gran estima
Otra de las cuestiones que deben analizarse es el hecho de que Zapatero no dudara siquiera en apoyar como presidente a un candidato procedente del belicista partido de la oposición. Valenzuela relata que “Rato se encuentra en una condición especial para el presidente, que le tiene bastante estima. Sólo había que ver el saludo que se dispensaron en una asamblea de Naciones Unidas; se nota que hay química entre los dos. Además, Rato es continuista en cuanto a política económica del ministro Pedro Solbes y pertenece a esa derecha que Zapatero quisiera tener en frente, y de la que ha tenido que excluir a Rajoy por méritos de éste”.
Unas revelaciones, las contenidas en “Viajando con ZP”, que echan tierra sobre las falaces tesis consistentes en afirmar que el presidente del Gobierno pretende marginar a la oposición conservadora a toda costa, representando una especie de versión maléfica del político ambicioso y desconfiado
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