El abogado catalán y mediador en resolución de conflictos internacionales Jordi Palou Loverdos acaba de ingresar en el reducido grupo de letrados, alrededor de 200 en todo el mundo, acreditados ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya. Desde el año 2001 Palou ha asumido la representación legal de víctimas españolas, ruandesas y congoleñas en el Conflicto del África Central, así como del Forum Internacional por la Verdad y la Justicia en el África de los Grandes Lagos, que en 2005 interpuso una querella en la Audiencia Nacional contra altos cargos políticos del Gobierno de Ruanda y para esclarecer el asesinato de nueve ciudadanos españoles en este país entre 1994 y 2002.
El Plural /04-04-2007
MARTA IRAETA
Jordi Palou: “Defiendo el diálogo a capa y espada”
Abogado del Tribunal Penal Internacional de La Haya
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-Eres uno de los abogados autorizados en todo el mundo para actuar ante el Tribunal Penal Internacional de La Haya. ¿Cómo ha llegado hasta aquí?
Han hecho falta dos años de trámites y en marzo me lo han comunicado. A partir de su entrada en vigor en julio de 2002 la Corte Penal Internacional abrió la posibilidad para que abogados de todo el mundo, con experiencia acreditada, presentasen su candidatura. De los alrededor de 200 admitidos hay ocho representantes españoles, que pueden defender bien a sospechosos o a víctimas, ya que es el primer tribunal internacional que permite la participación de las víctimas. Desde su creación hay tres casos que se están siguiendo, el de la República Democrática del Congo y Uganda, a iniciativa del Fiscal y Darfur, a instancia del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
-El Tribunal Penal Internacional para Ruanda (TPIR) creado por la ONU en 1994 juzgó ya a muchos de los responsables del genocidio ruandés.
El TPIR y el Tribunal Penal para la ex Yugoslavia son los dos tribunales creados por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, especialmente para esos casos y con una competencia territorial y temporal muy limitada. El de Ruanda juzgó exclusivamente los crímenes cometidos desde el 1 de enero al 31 de diciembre de 1994. Sin embargo el de La Haya es el primer tribunal penal permanente creado por los 104 Estados que han ratificado el Tratado.
-En España además, el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu admitió la querella presentada en 2005 por el Foro Internacional para la Verdad y la Justicia en el África de los Grandes Lagos por la muerte de 9 misioneros y voluntarios españoles. ¿No se solaparán?
Nuestra acción de justicia hace referencia a crímenes producidos entre octubre de 1990 julio 2002. Después de la sentencia del Tribunal Constitucional en relación al caso de Guatemala, quedó claro que los tribunales españoles son competentes para juzgar crímenes contra la humanidad, aunque no existan víctimas españolas. Yo represento a las nueve familias de las víctimas españolas, a cuatro ayuntamientos, al Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel a la congresista afroamericana de Estados Unidos, Cynthia McKinney y a las ONGs que suscribieron la querella ante los tribunales.
-¿Qué tipo de colaboración habéis encontrado en el actual Gobierno ruandés?
Como te puedes imaginar en el Gobierno ruandés hemos encontrado todo menos apoyo porque, a diferencia de las iniciativas de Chile y Guatemala, en nuestro caso los crímenes hacen referencia a personas que actualmente ocupan puestos clave en la administración ruandesa.
-Los medios de comunicación y los ciudadanos, olvidan con rapidez conflictos como el ruandés y los responsables del genocidio siguen en muchos casos impunes. ¿Cuáles son las consecuencias?
Nosotros tratamos de mostrar que no es una causa estrictamente jurídica, queremos ir un poco más allá. No es posible construir un diálogo o una reconciliación para superar una tragedia de estas magnitudes si antes no se ha acabado con la impunidad. Hoy en día en Ruanda y la República Democrática del Congo sigue existiendo una dictadura que está esclavizando a la gente. Hay intereses de multinacionales occidentales muy importantes, de países como EEUU, Cánada, Bélgica, Gran Bretaña y Holanda que fomentan el conflicto. Es importante que eso se sepa, que esa impunidad deje de existir y que sirva para la resolución pacífica del conflicto.
-¿Crees que trabajos documentales como la película La pesadilla de Darwin, actúan como la mejor de las denuncias de estos abusos?
Has dado en el clavo porque el director Huber Sauper es una de las personas con las que contamos. Él ha sido testigo en la Audiencia Nacional por nuestra causa, porque su película anterior Diario de Kisangani, justamente obtuvo imágenes documentales de lo que pasaba en el este del Congo con los refugiados ruandeses en el año 97, que forma parte de nuestra investigación. Han existido medios que lo que les ha interesado es dar una versión oficial de ese conflicto para enterrar otras cosas muy graves pero que no interesa que se sepan.
-Lo que me cuentas tiene muchas similitudes con lo que está ocurriendo ahora mismo en Irak, donde la versión oficial ya no sirve.
Las dinámicas son exactamente las mismas y hay unos intereses económicos detrás, como el petróleo. La intervención occidental en África forma parte de una estrategia global que va en la línea de aprovechar la división existente entre dos comunidades, como en Irak entre los suníes y lo chiíes, para provocar un conflicto mayor, crear un caos y en medio aprovecharse de los recursos naturales.
-EEUU es uno de los países que no se ha unido al TPI, ¿crees sinceramente que puede prosperar la iniciativa de juzgar a los protagonistas del trío de las Azores?
Yo creo que hoy no es posible o muy complicado, pero no es inimaginable. Si miramos con perspectiva tiene mucha trascendencia. A lo largo de la historia los atacantes en un conflicto acababan con la vida de los vencidos. Nuremberg fue la primera experiencia, incompleta, para eliminar este ejercicio de la fuerza. Los siguientes intentos han sido Ruanda y Yugoslavia, también muy mejorables. El principal reto ahora para el TPI es la credibilidad. Que sirva para parar a los criminales que están produciendo miles de víctimas de forma impune.
-Eres un experto en mediación de conflictos internacionales y desde elplural.com queremos hacerte reflexionar acerca de la negociación entre el Gobierno y ETA. ¿Apoyas que siga el diálogo?
Yo defiendo el diálogo a capa y espada. El conflicto de Ruanda tiene más víctimas y la reconciliación es mucho más compleja. A mi modo de ver, hay una serie de cosas en la negociación con ETA que tendrían que reenfocarse, como la confidencialidad del proceso y lo que se comunica a la sociedad.
-Con el PP esto se hace complicado.
Complicado paro hay que hacerlo. Las dos partes, por simplificar porque esto es mucho más complejo, han hablado demasiado sin que haya avances significativos en el proceso de paz. Yo creo que es mucho más importante que se avance y se comunique menos y a la vez que el proceso permitiera visualizar esos avances en el momento en el que están consolidados. Ya llegará el momento de conocer.
-En Ruanda, la emisora la Radio de las Mil Colinas y otros medios incitaron al genocidio. ¿Qué importancia otorga al papel que deben desempeñar los medios de comunicación?
Es fundamental, son esenciales para la resolución pacífica de los conflictos. Si no trabajan bien con la verdad nos encontramos con la manipulación, la confusión y el fomento del conflicto.
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