7/6/07

Bush y Blair: la despedida a una alianza política y personal

El presidente norteamericano y el líder británico compartieron su última reunión oficial. La partida de Blair, el próximo 27 de junio, pondrá fin a una alianza estratégica que marcó la política internacional de los últimos años. "Es un momento nostálgico para mí", declaró Bush
El Cronista/Agencias Heiligendamm/07/06/2007
En medio de recuerdos nostálgicos y cierto aire melancólico, el presidente norteamericano, Geoge Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, compartieron su última reunión oficial en el marco de la cumbre del G8. La partida de Blair, que presentará su dimisión al mando de Gran Bretaña el próximo 27 de junio, implica el fin de una alianza política y personal estratégica, que marcó la política internacional de los últimos años. "Siento que haya llegado pero así es la vida... Es un momento nostálgico para mí", confesó Bush al finalizar el encuentro que mantuvo con el líder británico, por más de una hora. Como mandatario de Gran Bretaña, Blair se convirtió en el mayor aliado de Bush. Tanto que los diarios británicos calificaron al líder laborista de "perro faldero" del presidente norteamericano y sus propios seguidores partidarios criticaron su postura. Bush le confió a Blair asuntos de relevancia internacional: entre los más importantes, figuran el programa nuclear en Irán, la situación en Afganistán y las negociaciones atómicas en Corea del Norte. Pero Irak fue la marca de fuego que selló semejante alianza: Bush impulsó la invasión; Blair la apoyó públicamente y envío numerosas tropas; y ambos sostuvieron que se trataba de un "esfuerzo internacional" y una "coalición" que permitiría establecer la democracia y la libertad en el país mesopotámico. El resultado, para Blair, no fue el esperado: los votantes le quitaron su apoyo y el primer ministro decidió adelantar su partida. Sin volver la mirada a las críticas sobre Irak, Blair preferirá rescatar otros logros de su gobierno: la instauración de la paz en Irlanda del Norte, la reparación de los sistemas de salud y educación olvidados por el conservadurismo de Gran Bretaña, la promoción de la "Tercera Vía" económica, como alternativa al comunismo y al capitalismo y, lo que es más importante, la permanencia más extensa de un líder laborista al frente del Reino Unido, en la historia del país. Como parte de sus últimos acuerdos, los mandatarios expresaron una postura compartida al hablar de Darfur. La situación en Sudán formó parte de los primeros debates que se están llevando adelante en la jornada de hoy, en el marco de la cumbre del G8, y tanto Bush como Blair expresaron "sentirse ansiosos por que se tomen acciones enérgicas" contra el gobierno de Sudán. Blair no tuvo tanta suerte con el calentamiento global. El mandatario británico pensaba despedirse del gobierno con una partida ganada: convencerlo a Bush de limitar la emisión de gases de efecto invernadero. El presidente norteamericano, en cambio, señaló hoy que "en términos de reducciones sustanciales, nada va a pasar a menos que China e India participen". Blair, que le pasará el bastón de mando a Gordon Brown su ministro de economía, deberá resignar su intento y adaptarse a su traje de ex primer ministro.

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