24/6/07

El trabajo político clandestino en Colombia Política

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El PCC Clandestino con las masas...

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Columnistas

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La idiosincrasia del pueblo colombiano golpeado por el terror, agudizó la cultura de desconfianza. “Las armas no se entregan. Se siembran”. El Terrorismo de Estado ha sido enfrentado por el pueblo colombiano con la 'combinación de todas las formas de lucha de masas'. Resalta como característica la constancia y permanencia en esos métodos, la fórmula de clandestinidad ante el enemigo y amplitud ante las masas, permite al activista del movimiento político clandestino, el que sin actividad militar, de combatiente guerrillero, pueda estar a diario, hombro ahombro, en la lucha política amplia de masas, escribe Melquizedec Torremolinos.
Por Melquizedec Torremolinos.

ANNCOL/Inicio

La historia reciente de Colombia acapara la atención en muchos rincones del mundo. Un país dominado por el Terrorismo de Estado y Narco Paramilitar; es un país en el que variados escenarios permite resaltar perplejas contradicciones. El mensaje y conduccionismo enviado por los Medios de Alienación Masiva, tanto al interior de la población colombiana, como del conocimiento de, los acontecimientos diarios transmitidos al exterior, demuestran un sinfín de sucesos o nunca acabados.

Repercute el eco de acontecimientos como una ola con cresta permanente, que cual sinuosa serpiente, se suceden unos a otros. La constante del mantenimiento de sucesos inacabados, de sucesos sin superar, de sucesos no resueltos, contribuye al remozamiento mediático de personajes, por situaciones similares conflictivas, pero repetitivas.

Asistimos a un panorama de inacabados, pero fracasados Planes a fuerza de alentarlos vigentes cual múltiples panaceas. También a un derrotero de actos de desgobierno, sumadas a salidas políticas presidenciales en falso.

Con un modelo económico agotado, carente de un proyecto de desarrollo integral como nación; pero habilidosamente mantenido y presentado como de consenso institucional, así sea a pupitrazo limpio.

Un cuadro de creciente pobreza y pauperización del pueblo colombiano adornado con inexistente crecimiento sostenido. Una economía desigual, débil y estancada, maquillada con la “fortaleza” de un peso colombiano que genera el venero – quizás también veneno - de potencial mercantil y financiero en el contradictorio fenómeno de ser la moneda que mas dólares capta en el mundo y que por ello el temor a que se revalué no es tanto el golpe a los exportadores e “inversionistas”; sino a que el paraíso de la economía subterránea, mafiosa, y del narcotráfico, redunde en catastrófico escándalo financiero mundial.

LA INTERNACIONALIZACION DEL CONFLICTO

No se trata de quedarnos en un listado de diagnósticos, si no fuera por explicar que al internacionalizarse la conflictiva situación política, económica, social y militar en Colombia , prioriza en confluencia que la comunidad internacional asimile y comprenda, cómo un país latinoamericano que recibe el mayor apoyo militar, en todos los niveles, de la potencia militar del mundo, encontrándose casi en una guerra civil negada, continúe en un conflicto generalizado en el que no prospera ningún Plan de Pacificación implementado, sino que por el contrario, despunta una salida revolucionaria acorde con el escenario político latinoamericano.

Sin ahondar en las raíces históricas del movimiento y las luchas políticas en Colombia, preferimos explicar por qué luego de sangriento y feroces métodos aplicados a la iniciativa revolucionaria del pueblo colombiano, el conflicto propio de este proceso revolucionario continúa latente , escalando niveles de guerra civil y sobrepasando, por el impulso e interés mediático, los escenarios internacionales.

Explicamos la alusión a como el sistema capitalista internacionaliza el conflicto colombiano, aun con tangencial referencia en sus agendas, pero bajo la apremiante sintomatología de ser un conflicto que opera, se cualifica y fortalece en un constante dinamismo dentro del marco de las fronteras territoriales del país colombiano. Voluminosa compilación y dramática experiencia explican y demuestran el creciente y ahora internacionalizado conflicto colombiano.

Referirnos a que en la década de los 50 del siglo próximo pasado el Terrorismo estatal en Colombia asesinó trescientos mil colombianos, en las refriegas de dos bandos partidista ( liberal y conservador) aupados por la oligarquía y el Imperio, lo anotamos como el principal punto de partida o referencia. Explicar que en la década de los años 60, de ese siglo, la guerrilla revolucionaria y comunista irrumpe cuando aún no predominaba en la economía colombiana el insumo de la marihuana y de la cocaína.

Referenciar que la alianza, cual maridaje estratégico, entre dos colectividades políticas (liberal y conservador) de inspiración oligárquica, consolidó una hegemonía bipartidista, excluyente de cualquier expresión partidista de inspiración popular, por mas de 50 años en Colombia. Resaltar que un periodo de 16 años de alternación del poder bipartidista oligárquico de FRENTE NACIONAL se prolongó por más de 40 años, bajo un Estado de Sitio permanente, violatorio de los Derechos Humanos y Garantías Constitucionales. También, bajo la sigla de FRENTE SOOCIAL imperó un régimen que tenía como objeto de blanco: el pueblo colombiano. Se sucedió un Gobierno victimario de MANDATO CLARO contra el proceso revolucionario del pueblo colombiano. Aplicó un gobierno de ESTATUTO DE SEGURIDAD, contra el enemigo interno: el pueblo colombiano. Asiste un Gobierno de Seguridad Democrática para la “popularización” de la economía subterránea, cómo el fascismo narco terrorista de Estado, con la aplicación del proyecto paramilitar contrainsurgente, ha permeado a la sociedad colombiana con el prurito de la multiplicidad de cartelitos de la droga, de mafiositos y traquetos y el paraíso a los inversionistas extranjeros con la aplicación de la privatización a ultranza.

ESCENARIO POLITICO ÚNICO

Una experiencia única en el mundo lo ha constituido la combinación de las distintas formas de lucha política en Colombia. Yerran los de las comparaciones odiosas. Ni en Irlanda, ni en España. Tampoco en el Asia, Europa, ni aún en la lucha por la Liberación de los latinoamericanos, se ha logrado la eficaz aplicación de la metodología en combinar la lucha legal e ilegal por la conquista del Poder Popular, como en el proceso revolucionario colombiano.

Desde la década de 1930, con José Mahecha y María Cano, el itinerario de la organización política legal del movimiento popular colombiano, cobra semblanza. La historia del Partido Comunista Colombiano (P.C.C) es la historia de la Revolución colombiana. El historiador y político comunista Ignacio Torres Giraldo, enseña el derrotero de los comunistas y su ideología en Colombia. El padre Camilo Torres, con su Frente Unido, radiografió y diagnosticó el panorama de las luchas populares en Colombia.

Sin pecar de simplistas nos preguntamos por qué a nivel de la política internacional ni en el académico se aborda el fenómeno del ejercicio combinado de la política en el plano legal, institucional y en el plano ilegal, conspirativo. Es un tabú. Constituye una blasfemia al ejercicio de la “democracia”. La inquisitiva condena al “terrorismo” individual, sin identificar al Terrorismo estatal, no permite asimilar al resto de pueblos del mundo, cuál ha sido la experiencia en la lucha fratricida como el Imperio y la oligarquía han sumido al pueblo colombiano.

EL TRABAJO POLITICO CLANDESTINO: UN IMPERATIVO

Ya para la escisión del movimiento comunista internacional en 1963, en Colombia la lucha guerrillera era una expresión de la lucha de masas. El genocidio del Terrorismo de Estado en Colombia bautizado como el periodo de ‘la Violencia’ en Colombia (mediados del siglo XX) consolidó la autodefensa activa de la población, con el apoyo de las armas.

Durante el periodo de la dictadura abierta del generalato colombiano, con Gustavo Rojas Pinilla a la cabeza, aplicaron las primeras “pacificaciones”, obteniendo las desmovilizaciones de las guerrillas de los Llanos Orientales.

La policía política de entonces, antecesora del DAS, cobró victimas en los desmovilizados, estilo Guadalupe Salcedo. El terror sembró desconfianza.

El pasaje del fracasado aniquilamiento con 16.000 soldados contra 48 guerrilleros y guerrilleras en la zona de Marquetalia en 1964, con aplicación de NAPALM, viruela negra y todos los pertrechos utilizados por las tropas imperialistas en Corea y Vietnam, planteó la validez constante de la permanencia de la lucha armada en Colombia, como lucha política de las masas. Para entonces, el activista político de la izquierda en Colombia, enfocó su subsistencia política en el respaldo armado. La experiencia popular Asimilada en el derrotero de la autodefensa armada, se constituyó en transmisión generacional.

La idiosincrasia del pueblo colombiano golpeado por el terror, agudizó la cultura de desconfianza. “Las armas no se entregan. Se siembran” y con tal concepto filosófico el campesino colombiano construía en sus viviendas ingeniosas caletas. No había barrio de invasión en el auge de tomas de tierras en campos y ciudades, en el que como secreto de tumba no se presumiera la existencia de caletas para el ocultamiento de armas.

La respuesta a la Violencia Terrorista de Estado aplicada, consolidó la generación de los clandestinos. Ubicando esta generación de la violencia, como etapa generacional, aplicando un ejercicio de actividad política clandestina a partir de 1948.

El surgimiento de la guerrilla en Colombia tiene como preludio el trabajo político clandestino dentro de las masas.
Una nación que comienza el siglo XX en guerra y pasa al siglo XXI, sin concluirla, se convierte en una nación en que la idiosincrasia, el imaginario y aún lo lúdico, conllevan la concepción de un movimiento popular, regido en torno al movimiento armado y clandestino.

Resalta como característica la constancia y permanencia en esos métodos, la fórmula de clandestinidad ante el enemigo y amplitud ante las masas, ha permitido la fusión del guerrillero en su accionar militar y en el trabajo político de masas. De igual manera, permite al activista del movimiento político clandestino, el que sin actividad militar, de combatiente guerrillero, pueda estar a diario, hombro ahombro, en la lucha política amplia de masas. Este renglón es el que explica la feroz reacción de la oligarquía y el Imperio contra las organizaciones sociales, sindicales, de masas, políticas, gremiales y populares.

Esto explica al mundo, el que el proyecto paramilitar fue un engendro creado parta impedir la consolidación del trabajo político y de masas de la izquierda colombiana.

La dialéctica del desarrollo político revolucionario permitió, bajo la égida de la división del trabajo, identificar el trabajo político de masas del netamente guerrillero, militar. No ha incurrido jamás en confundir la lucha armada con la lucha política amplia.

La doctrina de Seguridad Nacional del Imperio y la oligarquía en Colombia, alentó esa confusión y con el proyecto paramilitar acudió a los métodos fascistas de la eliminación selectiva individual y la colectiva genocida de las masacres. El Generalato colombiano, cual Señores de la Guerra, justificaban tal metodología. Uno de sus voceros: el General Landazábal (”Lanzabalas”) Reyes afirmaba: “olvídense que al Solio de Bolívar van a llegar Marulanda, El Cura Pérez, El Mono Jojoy… llegarán los comunistas que están detrás de ellos….”

Comenzando las fuerzas de inteligencia militar del Estado colombiano los asesinatos selectivos y masacres contra los dirigentes políticos de la izquierda, militantes de la Unión Patriótica, A Luchar, Frente Popular; para luego complementar , tan macabro experimento de aniquilamiento de la oposición política en Colombia con la alianza de miembros de las Fuerzas Armadas( ejército, policía, DAS, etc.,) y el narcotráfico, consolidando un ejército paralelo y contrarrevolucionario en Colombia: el Narco Para Militarismo. Es este dantesco pasaje de la historia colombiana en el que nos encontramos.

LOS CUADROS POLITICOS DE LA IZQUIERDA: RESERVA MORAL EN COLOMBIA

Por ahora no nos ocuparemos del análisis de los procesos de desmovilización de organizaciones armadas tales como el M-19, Quintín Lame, Renovación Socialista, Ejército Popular de Liberación. Sus causas, efectos. Consecuencialmente valga reiterar la afirmación que en el movimiento político amplio, de izquierda, los matices en torno al manejo del Estado y ejercicio del Poder Político, representa una lucha de carácter ideológico-político de procedencias y miembros… Pero ha madurado la izquierda en Colombia. En el ejercicio de la política de convergencias, alianzas programáticas, el aporte y compromiso en juego.

Situaciones en las que se ha visto abocado el compañero RODRIGO GRANDA explica, sencillamente, que el compromiso de los revolucionarios está a prueba a diario ante cualquier circunstancia. El régimen del Miniführer falla en sus salidas políticas y avoca un escándalo mayor que el conocido como el Proceso 8000. No soportará el pueblo colombiano a un gobernante del “Yo No Fui”.

Por subestimar al opositor político de izquierda las pretensiones oficiales de flaquear la decisión y dignidad de los revolucionarios bajo los halagos y el chantaje, ha demostrado, a toda prueba, incluido el caso de Rodrigo Granda, que efectivamente los comunistas y revolucionarios colombianos están hechos de un material diferente.

Columnistas
24.06.2007

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