25/6/07

Hobsbawm trata la globalización, las guerras y el futuro de la política

El conocido historiador Eric Hobsbawm trata en su último libro de algunos de los temas más importantes de nuestro tiempo como la globalización, el intervencionismo humanitario, la naturaleza cambiante del Estado nación, la llamada guerra antiterrorista o el futuro de la democracia.'Globalización, democracia y terrorismo' (Little Brown) es el título de un conjunto de ensayos de ese historiador marxista nacido en Alejandría en 1917, formado en Austria y Alemania, profesor emérito de la Universidad de Londres y autor, entre otros muchos libros, de 'La Era de la Revolución', 'La Era del Capital' e 'Historia del siglo XX'.Hobsbawm analiza dos fenómenos que dominan el mundo actual -el desarrollo espectacular de la tecnología y la globalización acompañante- y explica cómo el objetivo de los gobiernos sigue siendo el máximo crecimiento económico, que se da hoy por hoy en un mercado global que trata de escapar a todo control de aquellos.Todo ello ha traído como consecuencia un incremento de las desigualdades económicas y sociales dentro de los países y a escala internacional, que está a la vez en el origen de creciente tensiones sociales y políticas.La amenaza que supone la globalización para el nivel de vida 'astronómico' en términos relativos en los países ricos y 'la imposibilidad práctica' de lograr algo que se le parezca en naciones tan populosas como China o la India generará todo tipo de tensiones, predice el historiador.Los efectos perversos de la globalización, explica, los sienten sobre todo quienes menos se benefician de ella como son los trabajadores de los países ricos, obligados a competir en condiciones cada vez más precarias con la fuerza de trabajo de reserva de los países en desarrollo mientras peligran los sistemas de bienestar social de los estados.Para el autor, el proclamado ideal de la soberanía del mercado no es un complemento de la democracia liberal sino una alternativa a ella, ya que niega la necesidad de las decisiones políticas, que son siempre decisiones sobre intereses colectivos y no la suma de las elecciones, racionales o no, de individuos que persiguen sus preferencias individuales.La participación en el mercado sustituye a la participación en la política, los consumidores toman el lugar de los ciudadanos, la relación entre ciudadanos y autoridades es cada vez más distante y los gobiernos tratan de tomar el mayor número de decisiones políticas fuera de la esfera pública.Por otro lado, la globalización 'se detiene' a nivel internacional cuando se trata de la política, explica Hobsbawm, según el cual la ONU, que podría encarnarla, carece de autoridad independiente, los únicos actores efectivos son los estados y el único capaz de coordinar acciones militares a escala global son los Estados Unidos.Hobsbawm se muestra, por otro lado, crítico con el llamado 'intervencionismo humanitario' propugnado, entre otros, por el primer ministro británico, Tony Blair, y señala que la guerra de Irak ha desacreditado la idea de que las intervenciones armadas destinadas a preservar o restablecer los derechos humanos son 'legítimas y a veces necesarias'.Los países poderosos pueden llevar a cabo acciones que complazcan en algún momento a los paladines de los derechos humanos, pero ésas tendrán siempre carácter 'accesorio' frente a sus objetivos reales, que aquellos perseguirán, siempre que lo consideren necesario, 'con la despiadada barbarie' que caracterizó al siglo XX.Las intervenciones humanitarias de los últimos años han sido selectivas, explica Hobsbawm, y, si en la guerra de los Balcanes, las preocupaciones de ese tipo eran uno de los factores, 'pero sólo uno', las operaciones contra Irak o Afganistán no perseguían ese objetivo, sino que los políticos las disfrazaron de tales para justificarlas ante la opinión pública.
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Terra Actualidad/EFE/25/06/2007

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