13/06/2007
El escritor Juan Goytisolo hizo hoy una defensa del saber 'no rentable', que con frecuencia 'conduce al aislamiento y a la marginación', y aseguró que la transición política que 'cambió el rumbo' de la sociedad española 'no ha sido acompañada de una transición cultural'.Goytisolo reflexionó sobre el saber desinteresado, ése que no tiene como objetivo hacer carrera o subir peldaños en el escalafón, al pronunciar su lección magistral en la segunda jornada del ciclo 'Lecciones y maestros', de la que fue protagonista.Este ciclo, organizado por la Fundación Santillana y la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, ha reunido en la localidad cántabra de Santillana del Mar a tres voces esenciales de la literatura iberoamericana: al mexicano Carlos Fuentes, al que se le dedicó la jornada de ayer; al autor de 'Señas de identidad', y al portugués José Saramago, Premio Nobel de Literatura, que cerrará mañana el encuentro.Si ayer Fuentes dio las claves de su proceso creador, hoy Goytisolo facilitó su concepción de la cultura y reflexionó sobre las diferencias existente entre este término y el de educación, o, mejor dicho, 'instrucción'.Fue una 'Apología del saber no rentable' -así se titulaba su intervención- la que hizo Goytisolo, aunque es consciente de que 'el saber desinteresado es empresa quijotesca' y puede acabar con 'el castigo' de quien lo persigue.Gran conocedor de los clásicos, el escritor afirmó que en el actual sistema educativo prima el interés por la formación práctica -'o quizá deformación'- 'en perjuicio del saber tal como fue concebido desde la Antigüedad clásica'.Ese dilema entre 'hacer carrera o buscar el conocimiento más allá de la verdad establecida y de los dogmas acatados', se plantea también en los estudios de humanidades, y los investigadores que profundizan en estas disciplinas 'conocen mejor que nadie las dificultades que acarrean la ruptura con el saber rutinario y el ejercicio individual de los que se resuelven a pensar por su cuenta'.'Se tilda de heterodoxo a quienes no discriminan a determinados autores y obras y se proponen ampliar el canon de la narrativa o de la poética impuestos por la mojigatería y el esencialismo identitario. El saber no rentable conduce las más de las veces al aislamiento y a la marginación', aseguró Goytisolo, que reside en Marraquech y permanece alejado de los círculos literarios españoles desde hace años.Autor de obras tan importantes como 'Juan sin Tierra', 'Reivindicación del conde don Julián', 'Señas de identidad' o 'Paisajes después de la batalla', Goytisolo criticó el sistema educativo español, porque favorece 'el anquilosamiento o fosilización del conocimiento' y dijo que ocultar 'realidades molestas' conduce a 'falsificar los hechos y a un saber paticojo', algo que no tiene equivalente 'en el ámbito de la cultura occidental'.En España, añadió, 'el saber desinteresado es empresa quijotesca' y 'el favoritismo y el espíritu de clan dominan aún en algunas Facultades, como en la época de la dictadura'.'La transición política que cambió el rumbo de nuestra sociedad no ha sido acompañada, sino en sus aspectos más superficiales y mediáticos, de una transición cultural, y me pregunto si ésta se producirá algún día. Saber y carrera académica son cosas distintas y a menudo incompatibles', aseguró el escritor.Siguiendo la estela de Rafael Sánchez Ferlosio, 'modelo del amor a un saber no rentable', Juan Goytisolo se ha dedicado los últimos treinta años a 'perder el tiempo', y al aprendizaje 'intuitivo y caótico' de lenguas, tradiciones y culturas.El árabe dialectal del Magreb y el turco son algunas de las lenguas que conoce Goytisolo, quien, a sus 76 años, sigue aprendiendo 'palabras, palabras y más palabras como un colegial', con el único afán quizá de conocerse a sí mismo.De introducir la figura de Goytisolo se encargó el periodista y académico de la Lengua Juan Luis Cebrián, quien dijo que el alejamiento físico de España que el autor de 'Makbara' ha mantenido, le permitió adentrarse, 'casi como ningún otro novelista de su tiempo lo ha hecho,', en los clásicos españoles.
Terra Actualidad/EFE
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