17/06/2007
Tras la OPA es la hora de la política energética de España
MARTÍN GALLEGO MÁLAGA*
-
MARTÍN GALLEGO MÁLAGA*
-
Ahora que parece terminar el culebrón de Endesa con el previsible desalojo de sus dirigentes-okupa, hay que centrarse en lo importante en el sector eléctrico español: cómo podemos tener un abastecimiento más seguro, barato y sostenible a medio y largo plazo. Porque Endesa ha perdido y contribuido a hacer perder al país, una década de posible progreso energético.
La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas
"Los reguladores deben tener el protagonismo y centrarse en aspectos como la seguridad, los costes y la sostenibilidad"
Si analizamos la evolución de la cotización en Bolsa, que es el indicador supremo (según nos han contado los neocons) del valor de una actuación empresarial, aparece en el primer gráfico una realidad de partida muy clara: Endesa fue de 1990 a 1998 la eléctrica que aumentó su valor muy por encima de las demás, en correspondencia con su ejecutoria de empresa pública innovadora y líder del sector.
La llegada del Partido Popular al Gobierno alteró sustancialmente esta situación, al sustituir a su presidente (un prestigioso profesional de la energía toda su vida, primero, por un falangista burócrata, también toda su vida) y luego por un agente de Bolsa sin conocimientos del sector, ambos miembros o muy influyentes en el PP, que conformaron en Endesa un equipo directivo bastante limitado.
El resultado, a partir de entonces, también aparece nítido en el segundo gráfico: mientras las dos principales eléctricas privadas multiplican su valor, Endesa, también totalmente privatizada a partir de 1998, se estanca muy por debajo de sus posibilidades. El caso es de libro y en consecuencia Endesa, después de siete años sin conseguir siquiera mantener la cotización del último tramo de su privatización, pasa de opar (en la década anterior) a ser opada por otra empresa española en 2005.
El resto es el culebrón, al que me refería al principio, impulsado por los dirigentes de la empresa que, incapaces todos esos años de generar valor industrial a sus accionistas, si han sido luego muy capaces de extraerlo financieramente en Bolsa, dando información y apoyando la venta a otra empresa competidora extranjera de su primogenitura de antigua empresa líder por un plato de lentejas (con chorizo, eso sí, para sus dirigentes).
No es por ello verídica la imagen de héroe patrón de los accionistas minoritarios con la que se envuelve el presidente de Endesa (sí podría serlo en el último año de los hedge funds especuladores), ya que los que acudieron en 1998 a la última privatización sólo recuperaron lo invertido en 2005, consiguiendo hoy, después de tantas opas, multiplicar su inversión por dos, mientras la habrían multiplicado por 2,4 invirtiendo en aquella misma fecha en Iberdrola o por 3,6 haciéndolo en Unión Fenosa.
El enroscamiento en sus sillones y el hostigamiento al entorno político de los dirigentes de Endesa ha provocado además, no sólo un cierto deterioro institucional (especialmente agudo en el Tribunal Supremo, que ha sometido a decisiones del Gobierno a sorprendentes suspensiones cautelares y posteriores levantamientos, a la medida aparente del interés de los dirigentes de Endesa) sino que ha descentrado la atención y el esfuerzo de los entes reguladores: Ministerio de Industria y CNE, de temas de más enjundia que afectan, por encima de los accionistas, al interés de todos los consumidores.
Por ello son los reguladores los que tienen que tener ahora el protagonismo y centrarse (tras el culebrón de la opa) en aspectos como la seguridad, costes y sostenibilidad a largo plazo del abastecimiento energético, que no son adecuadamente considerados por un mercado sin competencia real y miope, que está dominado por expectativas meramente económicas y a corto plazo. Es pues en España la hora de la política energética.
¿Qué política energética necesitamos? En primer lugar, para hacer política energética en España es mejor disponer de empresas eléctricas españolas y desde este punto de vista la situación ha mejorado sensiblemente, respecto al momento en que Endesa fue sentenciada por sus dirigentes a ser una filial de una empresa alemana, e Iberdrola y Unión Fenosa se encontraban (tras la salida de BBVA y Santander como accionistas de referencia) prácticamente sin dueño y a expensas de cualquier otra opa, propiciada por la de E.ON, de otras empresas europeas.
Las situaciones son hoy mucho mejor por dos motivos: en todas esas empresas existen accionistas españoles de referencia y se ha establecido además una presencia significativa en España de dos nuevas potentes empresas eléctricas: ENEL y E.ON que pueden jugar (y hay que estimularlas a que lo hagan) un papel competidor importante
Por otro lado, las empresas tradicionales no son muchas veces los agentes que introducen las innovaciones en el sector eléctrico, como se ha puesto de manifiesto en la energía eólica (vendida por Endesa, después de haber sido pionera en ella) sobre la que nunca anticiparon que podrían instalarse los 11.000 MW actuales (un 50% más que los nucleares) o los 20-30.000 posibles futuros.
Este sector de las energías renovables tiene sin embargo especial interés en nuestro país, por lo que hay que efectuar una apuesta tecnológica conjunta publicada-privada para que se desarrollen en España renovables que produzcan electricidad, en las que -al contrario de los recursos fósiles- tengamos ventajas comparativas.
Esto sucede especialmente con la energía solar térmica de alta temperatura, por concentración en colectores cilíndrico-parabólicos o torres, en la que España tiene ventajas, por su mayor irradiación solar respecto a Centroeuropa, por la I+D acumulada en la Plataforma solar de Almería y por la presencia de empresas privadas muy activas en esta área.
La maximización del uso de las energías renovables requerirá finalmente, sin embargo, que el operador eléctrico pueda gestionar la energía hidráulica acumulable y que aumenten las interconexiones internacionales. Lo primero implica reajustar el uso del dominio público hidráulico y lo segundo debe ser apoyado por una política internacional, que potencie la seguridad del aprovisionamiento energético (interconexionando electricidad y gas con Europa) y encauce la inmigración con una ayuda al desarrollo en la que la energía tiene también un papel importante en lo que se refiere al Magreb, y que se lleve a cabo además con la ambición y las alianzas necesarias con EDF y Enel.
Otro de los aspectos que tiene que abordar la política energética es aumentar la seguridad del suministro a medio plazo, ahora muy dependiente de un gas poco almacenable y con riesgos de suministro. Ello hará necesario (nos guste más o menos) seguir teniendo disponibles durante las próximas décadas las opciones de carbón y nuclear, hasta que haya podido dar fruto el desarrollo tecnológico de las renovables y, especialmente, de la solar eléctrica. Sin embargo, dadas las especiales características medioambientales y de seguridad de las centrales de carbón y nucleares, su uso debería venir acompañado de una serie de cautelas.
Para poder seguir generando electricidad con carbón (y también con gas) será necesario proceder al confinamiento en formaciones geológicas de una parte importante del CO2 producido en ellas, para no continuar agravando el cambio climático. Esto exigirá un planteamiento a escala -como mínimo- del conjunto del país, por lo que habrá que plantearse la conveniencia de ejecutarlo a través de un ente público especializado, siguiendo el modelo de ENRESA para los residuos radiactivos.
En relación con la nuclear existe un gran contraste entre el rechazo social máximo que provoca y el reducido coste de funcionamiento de las centrales en operación. El rechazo puede estar relacionado con la naturaleza y actitud de las empresas propietarias de las centrales nucleares (al contrario de lo que sucede en Francia con la empresa estatal EDF, que las ha promovido con gran éxito). También aquí hay que hacer referencia (las desgracias nunca vienen solas) al desafortunado comportamiento de Endesa en un incidente con su nuclear de Vandellós, sobre el que la hoy presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear declaró que el explotador "minimizando el incidente y atribuyendo al CSN los errores... estuvo a punto de llevarse por delante a la institución reguladora... supuso el cuestionamiento de la solvencia de las plantas... y se perdió mucho dinero porque estuvo parada seis meses".
Para evitar que esto pudiera volver a suceder, por la seguridad y el bolsillo de todos los españoles, podría considerase alguna readaptación institucional en este ámbito, que tuviera como consecuencia la mejora de seguridad y consiguiente mayor confianza social, que hiciera posible aprovechar su ventajoso flujo económico para mejorar el suministro energético futuro.
Y por último y para ese bolsillo al que me refería: hay que fomentar la competencia real, sin la cual no hay auténticos mercados y que, sin embargo, no florece espontáneamente, sino que tiene que ser inducida por una regulación no intrusiva pero firme. Dos sugerencias: potenciar a los comercializadores, eléctricos e independientes, haciéndoles obtener beneficios adicionales: por el ahorro efectuado por sus clientes, por la gestión de demanda que aplane la curva de carga y por fomentar la cogeneración distribuida con unidades mini y micro. La segunda, efectuar regularmente un seguimiento público especializado del posible ejercicio de poder de mercado de los generadores.
Sobre estas y otras medidas es sobre lo que hay que debatir; son las que afectan a los ciudadanos; mucho más que las opas. La energía no es una commodity, es seguridad y es cambio climático. El mercado no es suficiente y hace falta anticiparse a los problemas que crea, o no resuelve, con políticas energéticas de interés general.
La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas
"Los reguladores deben tener el protagonismo y centrarse en aspectos como la seguridad, los costes y la sostenibilidad"
Si analizamos la evolución de la cotización en Bolsa, que es el indicador supremo (según nos han contado los neocons) del valor de una actuación empresarial, aparece en el primer gráfico una realidad de partida muy clara: Endesa fue de 1990 a 1998 la eléctrica que aumentó su valor muy por encima de las demás, en correspondencia con su ejecutoria de empresa pública innovadora y líder del sector.
La llegada del Partido Popular al Gobierno alteró sustancialmente esta situación, al sustituir a su presidente (un prestigioso profesional de la energía toda su vida, primero, por un falangista burócrata, también toda su vida) y luego por un agente de Bolsa sin conocimientos del sector, ambos miembros o muy influyentes en el PP, que conformaron en Endesa un equipo directivo bastante limitado.
El resultado, a partir de entonces, también aparece nítido en el segundo gráfico: mientras las dos principales eléctricas privadas multiplican su valor, Endesa, también totalmente privatizada a partir de 1998, se estanca muy por debajo de sus posibilidades. El caso es de libro y en consecuencia Endesa, después de siete años sin conseguir siquiera mantener la cotización del último tramo de su privatización, pasa de opar (en la década anterior) a ser opada por otra empresa española en 2005.
El resto es el culebrón, al que me refería al principio, impulsado por los dirigentes de la empresa que, incapaces todos esos años de generar valor industrial a sus accionistas, si han sido luego muy capaces de extraerlo financieramente en Bolsa, dando información y apoyando la venta a otra empresa competidora extranjera de su primogenitura de antigua empresa líder por un plato de lentejas (con chorizo, eso sí, para sus dirigentes).
No es por ello verídica la imagen de héroe patrón de los accionistas minoritarios con la que se envuelve el presidente de Endesa (sí podría serlo en el último año de los hedge funds especuladores), ya que los que acudieron en 1998 a la última privatización sólo recuperaron lo invertido en 2005, consiguiendo hoy, después de tantas opas, multiplicar su inversión por dos, mientras la habrían multiplicado por 2,4 invirtiendo en aquella misma fecha en Iberdrola o por 3,6 haciéndolo en Unión Fenosa.
El enroscamiento en sus sillones y el hostigamiento al entorno político de los dirigentes de Endesa ha provocado además, no sólo un cierto deterioro institucional (especialmente agudo en el Tribunal Supremo, que ha sometido a decisiones del Gobierno a sorprendentes suspensiones cautelares y posteriores levantamientos, a la medida aparente del interés de los dirigentes de Endesa) sino que ha descentrado la atención y el esfuerzo de los entes reguladores: Ministerio de Industria y CNE, de temas de más enjundia que afectan, por encima de los accionistas, al interés de todos los consumidores.
Por ello son los reguladores los que tienen que tener ahora el protagonismo y centrarse (tras el culebrón de la opa) en aspectos como la seguridad, costes y sostenibilidad a largo plazo del abastecimiento energético, que no son adecuadamente considerados por un mercado sin competencia real y miope, que está dominado por expectativas meramente económicas y a corto plazo. Es pues en España la hora de la política energética.
¿Qué política energética necesitamos? En primer lugar, para hacer política energética en España es mejor disponer de empresas eléctricas españolas y desde este punto de vista la situación ha mejorado sensiblemente, respecto al momento en que Endesa fue sentenciada por sus dirigentes a ser una filial de una empresa alemana, e Iberdrola y Unión Fenosa se encontraban (tras la salida de BBVA y Santander como accionistas de referencia) prácticamente sin dueño y a expensas de cualquier otra opa, propiciada por la de E.ON, de otras empresas europeas.
Las situaciones son hoy mucho mejor por dos motivos: en todas esas empresas existen accionistas españoles de referencia y se ha establecido además una presencia significativa en España de dos nuevas potentes empresas eléctricas: ENEL y E.ON que pueden jugar (y hay que estimularlas a que lo hagan) un papel competidor importante
Por otro lado, las empresas tradicionales no son muchas veces los agentes que introducen las innovaciones en el sector eléctrico, como se ha puesto de manifiesto en la energía eólica (vendida por Endesa, después de haber sido pionera en ella) sobre la que nunca anticiparon que podrían instalarse los 11.000 MW actuales (un 50% más que los nucleares) o los 20-30.000 posibles futuros.
Este sector de las energías renovables tiene sin embargo especial interés en nuestro país, por lo que hay que efectuar una apuesta tecnológica conjunta publicada-privada para que se desarrollen en España renovables que produzcan electricidad, en las que -al contrario de los recursos fósiles- tengamos ventajas comparativas.
Esto sucede especialmente con la energía solar térmica de alta temperatura, por concentración en colectores cilíndrico-parabólicos o torres, en la que España tiene ventajas, por su mayor irradiación solar respecto a Centroeuropa, por la I+D acumulada en la Plataforma solar de Almería y por la presencia de empresas privadas muy activas en esta área.
La maximización del uso de las energías renovables requerirá finalmente, sin embargo, que el operador eléctrico pueda gestionar la energía hidráulica acumulable y que aumenten las interconexiones internacionales. Lo primero implica reajustar el uso del dominio público hidráulico y lo segundo debe ser apoyado por una política internacional, que potencie la seguridad del aprovisionamiento energético (interconexionando electricidad y gas con Europa) y encauce la inmigración con una ayuda al desarrollo en la que la energía tiene también un papel importante en lo que se refiere al Magreb, y que se lleve a cabo además con la ambición y las alianzas necesarias con EDF y Enel.
Otro de los aspectos que tiene que abordar la política energética es aumentar la seguridad del suministro a medio plazo, ahora muy dependiente de un gas poco almacenable y con riesgos de suministro. Ello hará necesario (nos guste más o menos) seguir teniendo disponibles durante las próximas décadas las opciones de carbón y nuclear, hasta que haya podido dar fruto el desarrollo tecnológico de las renovables y, especialmente, de la solar eléctrica. Sin embargo, dadas las especiales características medioambientales y de seguridad de las centrales de carbón y nucleares, su uso debería venir acompañado de una serie de cautelas.
Para poder seguir generando electricidad con carbón (y también con gas) será necesario proceder al confinamiento en formaciones geológicas de una parte importante del CO2 producido en ellas, para no continuar agravando el cambio climático. Esto exigirá un planteamiento a escala -como mínimo- del conjunto del país, por lo que habrá que plantearse la conveniencia de ejecutarlo a través de un ente público especializado, siguiendo el modelo de ENRESA para los residuos radiactivos.
En relación con la nuclear existe un gran contraste entre el rechazo social máximo que provoca y el reducido coste de funcionamiento de las centrales en operación. El rechazo puede estar relacionado con la naturaleza y actitud de las empresas propietarias de las centrales nucleares (al contrario de lo que sucede en Francia con la empresa estatal EDF, que las ha promovido con gran éxito). También aquí hay que hacer referencia (las desgracias nunca vienen solas) al desafortunado comportamiento de Endesa en un incidente con su nuclear de Vandellós, sobre el que la hoy presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear declaró que el explotador "minimizando el incidente y atribuyendo al CSN los errores... estuvo a punto de llevarse por delante a la institución reguladora... supuso el cuestionamiento de la solvencia de las plantas... y se perdió mucho dinero porque estuvo parada seis meses".
Para evitar que esto pudiera volver a suceder, por la seguridad y el bolsillo de todos los españoles, podría considerase alguna readaptación institucional en este ámbito, que tuviera como consecuencia la mejora de seguridad y consiguiente mayor confianza social, que hiciera posible aprovechar su ventajoso flujo económico para mejorar el suministro energético futuro.
Y por último y para ese bolsillo al que me refería: hay que fomentar la competencia real, sin la cual no hay auténticos mercados y que, sin embargo, no florece espontáneamente, sino que tiene que ser inducida por una regulación no intrusiva pero firme. Dos sugerencias: potenciar a los comercializadores, eléctricos e independientes, haciéndoles obtener beneficios adicionales: por el ahorro efectuado por sus clientes, por la gestión de demanda que aplane la curva de carga y por fomentar la cogeneración distribuida con unidades mini y micro. La segunda, efectuar regularmente un seguimiento público especializado del posible ejercicio de poder de mercado de los generadores.
Sobre estas y otras medidas es sobre lo que hay que debatir; son las que afectan a los ciudadanos; mucho más que las opas. La energía no es una commodity, es seguridad y es cambio climático. El mercado no es suficiente y hace falta anticiparse a los problemas que crea, o no resuelve, con políticas energéticas de interés general.
-
*Martín Gallego Málaga fue secretario general de la Energía 1982-1986.
*Martín Gallego Málaga fue secretario general de la Energía 1982-1986.
-
Internacional
América Latina »
Manifestantes argentinos vuelven a bloquear la frontera uruguaya para protestar contra la papelera de Botnia
América Latina »
Manifestantes argentinos vuelven a bloquear la frontera uruguaya para protestar contra la papelera de Botnia
Al menos tres policías muertos y 10 heridos en un ataque de las FARC
Se cumplen 25 años de la Guerra de las Malvinas
Europa »
Una millonaria chatarra espacial
Se cumplen 25 años de la Guerra de las Malvinas
Europa »
Una millonaria chatarra espacial
Rod Stewart da su tercer 'sí quiero'
Isabel II condecora a Salman Rushdie con el título de Caballero del Imperio Británico
Estados Unidos »
Britney Spears se burla de Lindsay Lohan
Schwarzenegger aconseja a los hispanos apagar la televisión en español
Una mujer tiene sixtillizos tras una inseminación artificial
Oriente Próximo »
Diez personas muertas en un atentado en el Líbano
Simon Peres es elegido nuevo presidente de Israel
15 muertos y 32 heridos en un doble atentado terrorista en Irak
Isabel II condecora a Salman Rushdie con el título de Caballero del Imperio Británico
Estados Unidos »
Britney Spears se burla de Lindsay Lohan
Schwarzenegger aconseja a los hispanos apagar la televisión en español
Una mujer tiene sixtillizos tras una inseminación artificial
Oriente Próximo »
Diez personas muertas en un atentado en el Líbano
Simon Peres es elegido nuevo presidente de Israel
15 muertos y 32 heridos en un doble atentado terrorista en Irak
-
España
Camps condiciona su recurso al Estatuto andaluz a un informe
Concejales del PNV y EA renuncian a sus cargos por miedo a los radicales
La izquierda 'abertzale' regresa al poder en 34 ayuntamientos vascos gracias a ANV
El PSOE arrebata diez capitales de provincia al PP y gobernará en 23
El PP arrebata a la izquierda la alcaldía de Leganés
ANV trata de boicotear sin éxito la formación de algunos Ayuntamientos vascos
Andalucía »
Camps condiciona su recurso al Estatuto andaluz a un informe
Camps condiciona su recurso al Estatuto andaluz a un informe
Concejales del PNV y EA renuncian a sus cargos por miedo a los radicales
La izquierda 'abertzale' regresa al poder en 34 ayuntamientos vascos gracias a ANV
El PSOE arrebata diez capitales de provincia al PP y gobernará en 23
El PP arrebata a la izquierda la alcaldía de Leganés
ANV trata de boicotear sin éxito la formación de algunos Ayuntamientos vascos
Andalucía »
Camps condiciona su recurso al Estatuto andaluz a un informe
El reloj de María Zambrano
El TSJA admite a trámite una querella contra Esperanza Oña
Cataluña »
Dos ciclistas mueren atropellados en sendos accidentes en Cataluña
El TSJA admite a trámite una querella contra Esperanza Oña
Cataluña »
Dos ciclistas mueren atropellados en sendos accidentes en Cataluña
Dos detenidos, acusados de disparar al vigilante de una obra
Los padres piden que se generalicen los permisos para acudir a reuniones del colegio de los hijos
Comunidad Valenciana »
Cinturones rojos flojos
Rita Barberá acentúa su apuesta por la Valencia de los grandes eventos
Camps ofrece el apoyo del Consell a los nuevos alcaldes
Galicia »
Los populares y los independientes de Nava Castro pactan alternarse en la alcaldía de Ponteareas
Orozco deja la puerta abierta a seguir gobernando en minoría Los nacionalistas consienten la investidura del alcalde sin respaldarle
El PP vota en Meira al único edil del PSOE para desbancar a Terra Galega
Madrid »
Dos ciclistas mueren atropellados en sendos accidentes en Cataluña
"Los leganenses deseaban un cambio"
El alcalde y el candidato
País Vasco »
Concejales del PNV y EA renuncian a sus cargos por miedo a los radicales
La izquierda 'abertzale' regresa al poder en 34 ayuntamientos vascos gracias a ANV
Lazcoz apela al diálogo tras hacer historia
Los padres piden que se generalicen los permisos para acudir a reuniones del colegio de los hijos
Comunidad Valenciana »
Cinturones rojos flojos
Rita Barberá acentúa su apuesta por la Valencia de los grandes eventos
Camps ofrece el apoyo del Consell a los nuevos alcaldes
Galicia »
Los populares y los independientes de Nava Castro pactan alternarse en la alcaldía de Ponteareas
Orozco deja la puerta abierta a seguir gobernando en minoría Los nacionalistas consienten la investidura del alcalde sin respaldarle
El PP vota en Meira al único edil del PSOE para desbancar a Terra Galega
Madrid »
Dos ciclistas mueren atropellados en sendos accidentes en Cataluña
"Los leganenses deseaban un cambio"
El alcalde y el candidato
País Vasco »
Concejales del PNV y EA renuncian a sus cargos por miedo a los radicales
La izquierda 'abertzale' regresa al poder en 34 ayuntamientos vascos gracias a ANV
Lazcoz apela al diálogo tras hacer historia
-
Deportes
El novato que quiere ser rey
La Real Sociedad vuelve a Segunda División tras 40 años en Primera
La imparcialidad del Nàstic
El título más ansiado
Puyol: "No podemos fallar, pero dependemos de otros resultados"
Suramérica se une para que la FIFA no prohíba los partidos en altura
La comisión suramericana de fútbol solicita la suspensión del veto a la FIFA
Basso, suspendido dos años
Fútbol »
La Real Sociedad vuelve a Segunda División tras 40 años en Primera
Celta y Real Sociedad bajan a Segunda, Athletic y Betis se salvan
La última final
Baloncesto »
Pau Gasol, de los Grizzlies a La Sexta
El novato que quiere ser rey
La Real Sociedad vuelve a Segunda División tras 40 años en Primera
La imparcialidad del Nàstic
El título más ansiado
Puyol: "No podemos fallar, pero dependemos de otros resultados"
Suramérica se une para que la FIFA no prohíba los partidos en altura
La comisión suramericana de fútbol solicita la suspensión del veto a la FIFA
Basso, suspendido dos años
Fútbol »
La Real Sociedad vuelve a Segunda División tras 40 años en Primera
Celta y Real Sociedad bajan a Segunda, Athletic y Betis se salvan
La última final
Baloncesto »
Pau Gasol, de los Grizzlies a La Sexta
-
ELPAIS.com/Inicio
No hay comentarios:
Publicar un comentario