23/7/07

El futuro de Hispasat está en el aire

Mario Sánchez Guillén
Esta semana, la empresa de concesiones de infraestructuras Abertis ha vuelto a insistir en su intención de hacerse con el control de Hispasat, la compañía española de satélites creada en 1989 a instancias del Gobierno español con un doble objetivo comercial y estratégico, pero garantizando la españolidad de la empresa y un pacto que dé al Gobierno derecho de veto sobre cualquier decisión. Las intenciones de Abertis vienen de lejos. La concesionaria hace tiempo que muestra interés en comprar el 40% del accionariado de Hispasat, aunque para ello necesita la aprobación de esa venta en Consejo de Ministros, que de nuevo se enfrenta a la obligación de tener que decidir qué ocurre con los cambios estructurales en empresas que, aún con capital público o ya privatizadas, son en cualquier caso estratégicas en el entramado empresarial español.
A día de hoy, saber qué medida tomará el Gobierno es difícil, si tenemos en cuenta las distintas posturas que ha sostenido el Ejecutivo en casos como los de Endesa, Altadis o hasta el de Iberia.
Todos quieren vender
Las trabas estatales son, no obstante, las únicas que impedirían a Abertis hacerse con el control de Hispasat, dado que las compañías que ahora poseen ese 40% -Telefónica, el BBVA, Ensafeca Holding (antes Auna, con participaciones de Endesa, Fenosa y el Santander) o el consorcio aeronáutico europeo EADS- no verían con malos ojos desprenderse de su participación en la empresa de satélites. Más bien al contrario, estarían deseando vender sus participaciones y obtener unas plusvalías a reinvertir en otros sectores más jugosos.
Pero Abertis sí tiene interés estratégico en la compañía de satélites. La concesionaria española (cuyos accionistas de referencia son La Caixa y ACS, con casi un 50% entre las dos) es uno de los principales clientes de Hispasat, y tiene experiencia en servicios de telecomunicaciones. Además, es accionista mayoritario de la francesa Eutelsat, homóloga de Hispasat en el país vecino, con vocación de crecimiento en Europa y de la cual Abertis posee el 32%. Con estas circunstancias, las sinergias parecen estar servidas.
Con una participación actual del 10% del capital total de Hispasat -que le viene como consecuencia de su participación del 32% en Eutelsat, que a su vez posee el 28% de la española- y la compra de otro 40% del capital de la compañía de satélites, Abertis podría controlar Hispasat, promover las acciones que creyera necesarias desde un punto de vista empresarial e incluso intentar la fusión de Hispasat y Eutelsat.
El Gobierno español no está dispuesto a llegar a este extremo, y basta con mirar afuera para ver que otros Estados, como el francés, tampoco están dispuestos a hacerlo (París sí que mantiene una participación directa e indirecta en Eutelsat del 48%).
Abertis, para intentar suavizar la posición de Moncloa, rechazó el pasado viernes que fuera a impulsar la fusión, y prometió mantener la españolidad de la empresa. Porque, si se dice que el Barça es «más que un club», entonces Hispasat es para el Estado «más que una empresa pública».
Satélites para la defensa
El negocio de la empresa española de satélites espaciales está muy diversificado. Sus satélites Hispasat 1C y 1D permiten la difusión de señales de radio y televisión, así como comunicaciones por móvil e internet, por Europa y América, mientras que el ambicioso proyecto Amazonas, puesto en órbita en agosto de 2004, es una piedra angular para la expansión del grupo en Iberoamérica y Estados Unidos. Sin embargo, no son estas actividades civiles las que preocupan especialmente al Gobierno español, sino los servicios militares. Hispasat es la empresa encargada de gestionar el programa español de comunicaciones gubernamentales promovido por el Ministerio de Defensa. Este programa se inició con el lanzamiento del satélite Xtar-Eur en febrero de 2005. Un año después, en 2006, se lanzó el segundo, Spainsat.
Estos dos satélites prestan servicios de comunicaciones al Ministerio de Defensa y a otros organismos e instituciones gubernamentales y han permitido a España adquirir un grado de autonomía y capacidad de respuesta elevado frente a posibles eventualidades externas, de acuerdo a sus necesidades actuales.
Entre Spainsat y Xtar-Eur, el grupo Hispasat tiene cubiertas las dos terceras partes del territorio mundial -desde Singapur en Asia hasta Denver en EE.UU.- y su objetivo es aportar datos de vigilancia de interés para la política exterior, de seguridad y de defensa, que incluyen misiones de paz, ayuda humanitaria, servicios en catástrofes naturales, etc.
Gracias a este sistema militar, denominado Hisdesat, el Ministerio de Defensa y otros organismo gubernamentales han gozado de una mejora sustancial de su capacidad de comunicación y han mejorado su capacidad de respuesta frente a posibles eventualidades venidas del exterior.
Apuesta de la dirección
El pasado 27 de abril, el consejo de administración de Hispasat aprobó -con la abstención de Eutelsat-Abertis- iniciar actuaciones para una posible salida a Bolsa de la compañía. Por parte de la presidenta de Hispasat, Petra Mateos, el modelo a seguir en el futuro sería el de una empresa privada con participación estatal y cotizada en Bolsa, al estilo de Red Eléctrica o Enagás. Justo a lo que se opone Abertis. En cualquier caso, queda poco para que el Gobierno tenga que decidir de una vez por todas sobre el futuro de Hispasat, una empresa que desde luego no es una empresa cualquiera.
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ABC-España/Portada/23/07/2007

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