México ve hoy con escepticismo la extradición del empresario de origen chino Zhenli Ye Gon, quien primero deberá enfrentar en Estados Unidos un proceso judicial por la introducción y manufactura de metanfetaminas.
Eduardo Medina, titular de la Procuraduría General de la República (PGR), admitió que podrían pasar varios años antes de que Zhenli enfrente a la justicia de este país, donde se le acusa de crimen organizado y contra la salud.
Medina aclaró que la detención en territorio estadounidense del empresario se debió a una orden de aprehensión por la introducción y manufactura de 500 gramos de metanfetaminas, pero rechazó que eso debilite la solicitud de extradición interpuesta por México.
El funcionario declaró que su país sabía de la investigación paralela seguida por las autoridades norteamericanas contra Zhenli, a quien en marzo pasado le fueron incautados en esta capital más de 205 millones de dólares.
Por contraste, el presidente mexicano, Felipe Calderón, aseguró la víspera que la detención del empresario se debió a gestiones de su gobierno, cuando en realidad respondió a una investigación iniciada en 1997 por la agencia antidrogas de Estados Unidos.
Rogelio de la Garza, abogado del presunto narcotraficante en este país, comentó que su cliente no será extraditado a México porque primero se tiene que agotar el proceso abierto en su contra por delitos cometidos en Estados Unidos.
De la Garza sostuvo que la posibilidad de que Zhenli sea regresado a territorio mexicano es muy remota, y en caso de darse, sólo sería para conocer los cargos que se le imputan, no para juzgarle aquí.
Los abogados del empresario aseguran que su cliente es víctima de una conspiración del gobernante Partido Acción Nacional, que le obligó a guardar cuantiosas sumas de dinero y joyas que serían utilizadas para comprar armas y financiar actividades terroristas.
Eduardo Medina, titular de la Procuraduría General de la República (PGR), admitió que podrían pasar varios años antes de que Zhenli enfrente a la justicia de este país, donde se le acusa de crimen organizado y contra la salud.
Medina aclaró que la detención en territorio estadounidense del empresario se debió a una orden de aprehensión por la introducción y manufactura de 500 gramos de metanfetaminas, pero rechazó que eso debilite la solicitud de extradición interpuesta por México.
El funcionario declaró que su país sabía de la investigación paralela seguida por las autoridades norteamericanas contra Zhenli, a quien en marzo pasado le fueron incautados en esta capital más de 205 millones de dólares.
Por contraste, el presidente mexicano, Felipe Calderón, aseguró la víspera que la detención del empresario se debió a gestiones de su gobierno, cuando en realidad respondió a una investigación iniciada en 1997 por la agencia antidrogas de Estados Unidos.
Rogelio de la Garza, abogado del presunto narcotraficante en este país, comentó que su cliente no será extraditado a México porque primero se tiene que agotar el proceso abierto en su contra por delitos cometidos en Estados Unidos.
De la Garza sostuvo que la posibilidad de que Zhenli sea regresado a territorio mexicano es muy remota, y en caso de darse, sólo sería para conocer los cargos que se le imputan, no para juzgarle aquí.
Los abogados del empresario aseguran que su cliente es víctima de una conspiración del gobernante Partido Acción Nacional, que le obligó a guardar cuantiosas sumas de dinero y joyas que serían utilizadas para comprar armas y financiar actividades terroristas.
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Prensa Latina-Cuba/Especiales/26/07/2007
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