26/7/07

Glenn Sujo en Caracas: compartiendo sus Germinaciones con el público

La muestra estará hasta el mes de agosto
Glenn Sujo es un artista plástico reconocido internacionalmente por su interés en el dibujo y el grabado a partir de la observación directa. En su visita a Venezuela presentó una de sus obras más significativas, que hoy forma parte de la colección del Museo Kern de la Unión Israelita de Caracas: sus grabados titulados Germinaciones, una muestra de diez obras que reflejan una mirada particular y significativa de su paso por Jerusalén y sus gratas impresiones sobre la botánica de la ciudad, donde conmueve y realza ese aspecto de vida que siempre germina aún en lugares insospechados, enmarcada en la cotidianidad de una región llena de expresiones, historia y tradición como es Jerusalén.Para Glenn Sujo, Germinaciones representa una visión distinta del Oriente, es su búsqueda por responderse a sí mismo por qué la memoria de Jerusalén está plena de imágenes de germinación. Así es como en 1991, mientras vivía en la ciudad de fuertes raíces históricas, comienza su viaje de exploración a través del estudio y la comprensión de más de dos mil quinientas especies que florecen en la región del Levante, una tierra en disputa que se extiende desde las alturas del Golán en el Norte, hasta el desierto del Neguev en el Sur. En palabras de Sujo: “Mis primeros bocetos de la flora de Jerusalén fueron realizados durante una visita en el verano de 1991. Éstos, junto a las anotaciones en el diario (algunas de las cuales forman parte de la exhibición) siguen siendo materia de mi interés. La edición fue diseñada en mayo de 1998 y las planchas de grabado se terminaron en el Jerusalem Print Workshop en julio de 1999”.
Glenn Sujo visitó Caracas en el año 2003 y nos trajo Germinaciones. En esa oportunidad nos presentó la obra develando cada grabado como si se tratara de sus criaturas predilectas, contándonos cómo fue su encuentro con Jerusalén y su reencuentro con el judaísmo. Posteriormente, Esther “Dita” Cohén y su esposo Salomón Cohén adquirieron la colección, pensando que esta historia valía la pena contarla. Ello se transformó en una de las primeras empresas del nuevo Museo Kern, al cual le cedieron temporalmente la colección, pero su materialización tuvo que esperar el momento oportuno: la conmemoración de los cuarenta años de la reunificación de Jerusalén. Con este objetivo, recién se presenta esta exposición en el Museo Kern y Esther “Dita” Cohén se complace en apoyar la visita de Glenn Sujo a Venezuela. La exposición fue montada por el equipo curatorial del Museo Kern.En esta reciente visita, Sujo nos presenta también un nuevo objetivo en su búsqueda: regresa al color y al gran formato que le distinguiera hace más de veinte años. La experiencia con el dibujo -su relación compleja con el lápiz, siguiendo el estudio del taller de dibujo del renacimiento italiano- produjo frutos y ahora emprende un nuevo proyecto, donde el color ocupa de nuevo un sitial de importancia para revelar las experiencias del gueto, un proyecto que -como él mismo dice- le requerirá una gran exigencia física. Actualmente prepara las exhibiciones de sus obras más recientes: sus autorretratos en el desierto de Kidron, realizados a escala natural y donde la corporeidad toma una nueva dimensión. En su búsqueda espiritual a través de la tradición del Vanitas -que representa lo transitorio en nuestras vidas-, Sujo logró trascender y despojarse de todo lo superfluo y, tal como lo hizo Job, se presenta a sí mismo en una visión compleja para el espectador que, al confrontar su obra, no puede quedarse ocioso, se ve obligado a indagar, a razonar, o a dejarse fluir.Evelyn NavasGlenn Sujo: una autodefinición“De paso por Caracas, el pasado viernes 13, el artista se reunió en los espacios del Museo Kern con un nutrido grupo de críticos de arte, coleccionistas y periodistas para compartir su experiencia reciente y manifestar su agrado de ver su trabajo vertido en una bella exposición. El íntimo y afectuoso acto contó con palabras de María Elena Ramos e Ildemaro Torres, seguidas por la voz del propio artista: «Paul Klee aconsejaba a sus colegas y alumnos del Bauhaus que, en lo posible, evitaran el uso de la palabra en público.Pero el impulso a la autobiografía, después de las Confesiones de Rousseau resulta demasiado tentador, como así la autodefinición (antes de que otros lo hagan por uno). Ayer, me enteré, por las páginas de Últimas Noticias, que en realidad no soy hijo de Clara y Aby Sujo, sino de la actriz Juana Sujo (la hermana de mi padre), y también constaté que en vez de haber nacido en Montevideo, como me lo aseguran mis documentos de nacimiento, nací en Buenos Aires. Y hoy puedo establecer con claridad que llegué a estas orillas junto con mis padres y hermanos un diciembre de 1952 (a la tierna edad de diez meses). ¿O será quizás.... un diciembre de 1953, a los veintidós meses de edad? ¡Lo desconozco! Venezuela, en esos primeros años, constituía para mí todo lo que era el mundo conocido. Un mundo de araguaneyes, apamates, aguacates, acariguas, anzoáteguis, y vamos sólo por la letra “A”. Más adelante, en mi destierro, un mundo sin la plenitud que fue la Venezuela de mi infancia era un mundo en el que no se podía confiar.Mis amigos de Londres -donde hoy resido- subrayan que cuando los saludo en un venezolano efusivo, ellos -que no hablan el español- escuchan una musicalidad en mi voz que se sobrepone a la frialdad del saludo sajón, del “how are you”. Sin embargo, cargo con la pérdida de la lengua materna, lo que el poeta Paul Celan denomina “muttersprachen”.Hoy siento un profundo agradecimiento por ese genio que día a día demuestra el venezolano por la amistad incondicional: esa fue una de sus primeras enseñanzas. Venezuela también me enseñó la importancia de la libertad de expresión y, por ser una sociedad abierta y generosa, cómo se iba arraigando esa tradición hospitalaria que también forma parte del genio venezolano. La Torá, nuestro libro sagrado, habla veinticuatro o quizás treinta y cuatro veces... ¿No habrá un rabino en la casa?... de la importancia de abrazar al extraño. El judaísmo, con sus seiscientas y pico leyes orales, se resume en ese decreto: respeto al prójimo.Otros agradecimientos. Esa sensibilidad particular por la naturaleza que reflejan los grabados aquí reunidos, Germinaciones, fue enseñanza de otro venezolano, el biólogo y fotógrafo Carlos Puche, y de la artista Elsa Gramcko, con quienes caminé el Parque Henry Pittier y el Cerro El Ávila en mi precocidad. La visión y el deseo de reunir esta obra se la debo a la admirada amiga Dita Cohén y a su excelente equipo en la Biblioteca León y Anita Blue; su directora, Sonia Zilzer y la coordinadora de prensa, Yajaira Núñez. Da la casualidad que cuando mi padre llegó a Venezuela, fue el industrial Heinz Kern quien le ofreció su primera oportunidad de trabajo.Cuando en 1991, en plena Guerra del Golfo, la Universidad de Haifa me invitó a enseñar en Israel, observé que la flora que vivía en mi memoria era la que en ese momento me rodeaba. Esa experiencia fue transformadora... Como también lo fue transitar por los caminos del Monte Carmel: las piedras que pisaba eran, para mí, aquellos seres desaparecidos en el Holocausto, de allí el título de mi libro, Legados de silencio.Este evento, gesto de la Unión Israelita de Caracas, marca los cuarenta años de la Guerra de los Seis Días y Reunificación de Jerusalén, acontecimientos que aún dominan la política del Medio Oriente. Al mismo tiempo se presenta mi obra, titulada “Convierte armas en arados”, en la exposición La Generación del Desierto, artistas israelíes y palestinos contra la ocupación y por una paz justa, en la Casa del Artista de Jerusalén y la Galería Ha'kibbutz de Tel Aviv.Ya el Salmo 122 nos advertía sobre la urgencia de obrar por la unidad de esa ciudad ideal que es el objeto de nuestros anhelos de paz:
“Mis pies cruzaron tus puertas, ¡oh! Jerusalén, edificada, ciudad unida...Pedid la paz de Jerusalén, Y que sean prósperos quienes te aman.Hay paz en tus antemuros y descanso bajo tus techos y en tus palacios.Por el amor de mis hermanos, hermanas y compañeros, hablaré de tu paz alabada”».
Glenn Sujo
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Nuevo Mundo Israelita-Venezuela/Home/26/07/2007

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