LIMA(AFP) - El canciller José García Belaunde saludó las declaraciones del presidente de Venezuela Hugo Chávez quien dijo que no interviene en asuntos internos de Perú, pero el primer ministro Jorge del Castillo volvió a insistir en que hay injerencia de ese país.
La supuesta intervención venezolana, que ha generado opiniones encontradas entre el canciller y el jefe del gabinete ministerial, se produce por la presencia en la región surandina de Puno (limítrofe con Bolivia) de una oficina de la Alternativa Bolivariana para las América (ALBA), impulsada por Caracas.
El primer ministro dijo este martes que el mandatario venezolano ha afirmado que la oficina del ALBA es algo simbólico.
"Pero esa sola palabra significa la aceptación de una presencia, eso es lo importante; a confesión de parte relevo de prueba", remarcó al subrayar que lo que está intentando el presidente Chávez es "poner una semilla en Puno".
"Esto es una injerencia extranjera en Perú", enfatizó.
El mandatario venezolano declaró en la víspera que la apertura de una casa del ALBA en Puno "es algo meramente simbólico, todavía".
"No vamos a meternos en ningún proceso interno de ningún país, a menos que tengamos alianzas para hacerlo como con Cuba, Nicaragua y Bolivia", añadió el gobernante, en referencia a los países que junto con Venezuela integran el ALBA.
En contraste con la posición del primer ministro, el canciller peruano saludó las declaraciones de Chávez.
"He leído las declaraciones del presidente Chávez y creo que las tenemos que recibir con satisfacción de que hay una clara delimitación del ámbito de acción del ALBA a los países que la conforman", precisó el jefe de la diplomacia peruana, citado por el diario Expreso.
Según el rotativo, García Belaunde agregó que Chávez ha sido muy claro al decir que el ALBA no tiene que ver con la intervención en asuntos internos de un país.
Días atrás el canciller había descartado que Venezuela estuviera interviniendo en asuntos internos peruanos vía el ALBA.
"No se ha encontrado una conexión formal entre la oficina instalada en Puno y el ALBA", sostuvo el canciller, explicando que la casa que funciona en esa ciudad surandina bajo las siglas del ALBA "no es sino un grupo de amigos que ha inscrito con ese nombre una organización civil".
Para más detalles anotó que tras una investigación se concluyó en que "no se tiene ninguna información de que el ALBA en el Perú haya recibido algún apoyo económico del extranjero".
Pese a esta declaración, el primer ministro Del Castillo aseveró ante la prensa este martes que el mandatario venezolano trata de poner a modo de intervención "un granito de arena".
"Es una injerencia porque así con granitos de arena se va haciendo la playa, después tienen la cabecera de playa y luego entran al país; lo mismo pasó en Nicaragua, igual intentaron hacer en Colombia", remarcó.
Según el primer ministro, al afirmar el presidente Chávez que la oficina del ALBA en Puno es algo simbólico probablemente quiere dar a entender que hay poca plata. "¿Eso es lo simbólico?", se preguntó y a continuación se respondió: "Ahí está reconociendo expresamente (su intervención); el pez muere por la boca".
Desde hace varias semanas la prensa conservadora denuncia que la oficina del ALBA es una abierta intromisión de Venezuela en asuntos internos de Perú e insinúa además que las protestas sociales que se producen en diversas partes del país estarían impulsadas por agentes venezolanos.
La supuesta intervención venezolana, que ha generado opiniones encontradas entre el canciller y el jefe del gabinete ministerial, se produce por la presencia en la región surandina de Puno (limítrofe con Bolivia) de una oficina de la Alternativa Bolivariana para las América (ALBA), impulsada por Caracas.
El primer ministro dijo este martes que el mandatario venezolano ha afirmado que la oficina del ALBA es algo simbólico.
"Pero esa sola palabra significa la aceptación de una presencia, eso es lo importante; a confesión de parte relevo de prueba", remarcó al subrayar que lo que está intentando el presidente Chávez es "poner una semilla en Puno".
"Esto es una injerencia extranjera en Perú", enfatizó.
El mandatario venezolano declaró en la víspera que la apertura de una casa del ALBA en Puno "es algo meramente simbólico, todavía".
"No vamos a meternos en ningún proceso interno de ningún país, a menos que tengamos alianzas para hacerlo como con Cuba, Nicaragua y Bolivia", añadió el gobernante, en referencia a los países que junto con Venezuela integran el ALBA.
En contraste con la posición del primer ministro, el canciller peruano saludó las declaraciones de Chávez.
"He leído las declaraciones del presidente Chávez y creo que las tenemos que recibir con satisfacción de que hay una clara delimitación del ámbito de acción del ALBA a los países que la conforman", precisó el jefe de la diplomacia peruana, citado por el diario Expreso.
Según el rotativo, García Belaunde agregó que Chávez ha sido muy claro al decir que el ALBA no tiene que ver con la intervención en asuntos internos de un país.
Días atrás el canciller había descartado que Venezuela estuviera interviniendo en asuntos internos peruanos vía el ALBA.
"No se ha encontrado una conexión formal entre la oficina instalada en Puno y el ALBA", sostuvo el canciller, explicando que la casa que funciona en esa ciudad surandina bajo las siglas del ALBA "no es sino un grupo de amigos que ha inscrito con ese nombre una organización civil".
Para más detalles anotó que tras una investigación se concluyó en que "no se tiene ninguna información de que el ALBA en el Perú haya recibido algún apoyo económico del extranjero".
Pese a esta declaración, el primer ministro Del Castillo aseveró ante la prensa este martes que el mandatario venezolano trata de poner a modo de intervención "un granito de arena".
"Es una injerencia porque así con granitos de arena se va haciendo la playa, después tienen la cabecera de playa y luego entran al país; lo mismo pasó en Nicaragua, igual intentaron hacer en Colombia", remarcó.
Según el primer ministro, al afirmar el presidente Chávez que la oficina del ALBA en Puno es algo simbólico probablemente quiere dar a entender que hay poca plata. "¿Eso es lo simbólico?", se preguntó y a continuación se respondió: "Ahí está reconociendo expresamente (su intervención); el pez muere por la boca".
Desde hace varias semanas la prensa conservadora denuncia que la oficina del ALBA es una abierta intromisión de Venezuela en asuntos internos de Perú e insinúa además que las protestas sociales que se producen en diversas partes del país estarían impulsadas por agentes venezolanos.
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Univisión-USA/18/07/2007
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