THE WALL STREET JOURNAL/BEIJING
POR RICK CAREW Y JASON LEOW
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La próxima asamblea del Partido Comunista podrá Tener un gran impacto sobre firmas y acciones.
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Discusiones entre la elite política de China en los meses previos a una crucial reunión del Partido Comunista están suscitando dudas entre los inversionistas extranjeros sobre sus portafolios en ese país.
El Congreso del Partido Comunista, un evento que ocurre cada cinco años en el que se revelan nombramientos de nuevos líderes y cambios clave en la legislación, probablemente creará incertidumbre respecto la administración de algunas empresas estatales chinas, prevén los analistas. Debido a que el estado elige a los jefes de esas compañías, el congreso podría provocar cambios en la administración o en las leyes que afectarían a las empresas.
Esos cambios —o tan sólo las especulaciones sobre la posibilidad de que ocurran— podrían elevar la volatilidad en las acciones de las compañías afectadas, especialmente porque frecuentemente hay poca transparencia para los inversionistas sobre esas decisiones. Pero los analistas dicen que, en general, no hay motivo de grandes alarmas.
“La bolsa de valores podría fluctuar un poco cuando todo tipo de información, comunicados y pólizas se haga públicos”, dice Xu Wei, un analista de TX Investment Consulting Co. en Shanghai.
Los inversionistas quizá deben “observar la bolsa por un rato” y “repensar sus decisiones sobre sus acciones cuando todo… esté claro”. Pero como en general la legislación gubernamental es estable, “no habrá un gran impacto en la bolsa” a la larga, agrega.
Se espera que el congreso se lleve a cabo a fines del año, aunque no se ha anunciado una fecha exacta. El enfoque principal estará en las leyes más amplias del partido, pero las potenciales ramificaciones para el sector de negocios son un recordatorio de cómo la política nacional sigue afectando cómo operan las empresas de ese país. Desde la última reunión, en noviembre de 2002, muchas más de las firmas estatales pasaron a cotizar en bolsa. Por ende, cualquier cambio relacionado sería ahora mucho más significativo para los inversionistas globales. Las compañías energéticas, de telecomunicaciones y los bancos de China están entre los más grandes de su industria a escala mundial.
En el sector bancario, China ya empezó a hacer cambios entre los altos funcionarios. Para resucitar dos importantes instituciones débilmente manejadas, el Banco Agrícola de China y China Everbright Bank Co., dos reguladores gubernamentales asumieron la presidencia de sus juntas directivas. Algunos analistas ven estos cambios como una señal de que están acelerando los preparativos para la salida a bolsa de dichos bancos. China Everbright Bank está bajo el control del grupo estatal China Everbright Group y su filial China Everbright Ltd., que cotiza en Hong Kong.
“Casi todos los líderes de los grandes bancos estatales van a cambiar en los próximos meses”, predice Victor Shih, un profesor de política china en la Universidad Northwestern de Illinois.
Aunque las salidas a bolsa han llevado a mejorías en el gobierno corporativo de las empresas de China —como la adopción de juntas corporativas con algunos directivos independientes—la divulgación de tales cambios es a menudo lenta y no muy clara. En el caso de China Everbright Bank, el nombramiento de Tang Shuangning como presidente de su junta se anunció a los empleados a mediados de junio. La información se filtró a los medios rápidamente.
Las acciones de China Everbright Ltd., dueña de un 21,4% del banco, subieron un 5%, pero no hubo palabra oficial de la compañía hasta el 16 de julio, cuando China Everbright Group, hizo un comunicado a la bolsa de valores de Hong Kong.
Muchos de los cambios son inesperados. Chen Tonghai fue retirado abruptamente del puesto de presidente de la junta en China Petroleum & Chemical Corp. La empresa, mejor conocida como Sinopec, la mayor refinería de Asia, informó el 22 de junio que Chen había resignado por razones personales.
Algunos medios chinos sostienen que la salida de Chen estárelacionada a investigaciones por corrupción, pero Chen, el gobierno y la empresa no han dado más explicaciones.
Las acciones de Sinopec han caído 16% en Hong Kong. Entre las principales incógnitas del próximo congreso está el futuro de Guo Shuqing, presidente de la junta directiva de China Construction Bank Corp. Algunos analistas en Beijing lo consideran el candidato más probable para dirigir el Banco Popular de China, el banco central del país. Jing Ulrich, jefa de la división de valores de J.P. Morgan Chase & Co. en China, dice que los inversionistas deberían enfocarse en la tendencia más amplia hacia la continua mejoría en la gestión de empresas estatales, evidenciada por sus crecientes ganancias y tasas de rentabilidad.
Discusiones entre la elite política de China en los meses previos a una crucial reunión del Partido Comunista están suscitando dudas entre los inversionistas extranjeros sobre sus portafolios en ese país.
El Congreso del Partido Comunista, un evento que ocurre cada cinco años en el que se revelan nombramientos de nuevos líderes y cambios clave en la legislación, probablemente creará incertidumbre respecto la administración de algunas empresas estatales chinas, prevén los analistas. Debido a que el estado elige a los jefes de esas compañías, el congreso podría provocar cambios en la administración o en las leyes que afectarían a las empresas.
Esos cambios —o tan sólo las especulaciones sobre la posibilidad de que ocurran— podrían elevar la volatilidad en las acciones de las compañías afectadas, especialmente porque frecuentemente hay poca transparencia para los inversionistas sobre esas decisiones. Pero los analistas dicen que, en general, no hay motivo de grandes alarmas.
“La bolsa de valores podría fluctuar un poco cuando todo tipo de información, comunicados y pólizas se haga públicos”, dice Xu Wei, un analista de TX Investment Consulting Co. en Shanghai.
Los inversionistas quizá deben “observar la bolsa por un rato” y “repensar sus decisiones sobre sus acciones cuando todo… esté claro”. Pero como en general la legislación gubernamental es estable, “no habrá un gran impacto en la bolsa” a la larga, agrega.
Se espera que el congreso se lleve a cabo a fines del año, aunque no se ha anunciado una fecha exacta. El enfoque principal estará en las leyes más amplias del partido, pero las potenciales ramificaciones para el sector de negocios son un recordatorio de cómo la política nacional sigue afectando cómo operan las empresas de ese país. Desde la última reunión, en noviembre de 2002, muchas más de las firmas estatales pasaron a cotizar en bolsa. Por ende, cualquier cambio relacionado sería ahora mucho más significativo para los inversionistas globales. Las compañías energéticas, de telecomunicaciones y los bancos de China están entre los más grandes de su industria a escala mundial.
En el sector bancario, China ya empezó a hacer cambios entre los altos funcionarios. Para resucitar dos importantes instituciones débilmente manejadas, el Banco Agrícola de China y China Everbright Bank Co., dos reguladores gubernamentales asumieron la presidencia de sus juntas directivas. Algunos analistas ven estos cambios como una señal de que están acelerando los preparativos para la salida a bolsa de dichos bancos. China Everbright Bank está bajo el control del grupo estatal China Everbright Group y su filial China Everbright Ltd., que cotiza en Hong Kong.
“Casi todos los líderes de los grandes bancos estatales van a cambiar en los próximos meses”, predice Victor Shih, un profesor de política china en la Universidad Northwestern de Illinois.
Aunque las salidas a bolsa han llevado a mejorías en el gobierno corporativo de las empresas de China —como la adopción de juntas corporativas con algunos directivos independientes—la divulgación de tales cambios es a menudo lenta y no muy clara. En el caso de China Everbright Bank, el nombramiento de Tang Shuangning como presidente de su junta se anunció a los empleados a mediados de junio. La información se filtró a los medios rápidamente.
Las acciones de China Everbright Ltd., dueña de un 21,4% del banco, subieron un 5%, pero no hubo palabra oficial de la compañía hasta el 16 de julio, cuando China Everbright Group, hizo un comunicado a la bolsa de valores de Hong Kong.
Muchos de los cambios son inesperados. Chen Tonghai fue retirado abruptamente del puesto de presidente de la junta en China Petroleum & Chemical Corp. La empresa, mejor conocida como Sinopec, la mayor refinería de Asia, informó el 22 de junio que Chen había resignado por razones personales.
Algunos medios chinos sostienen que la salida de Chen estárelacionada a investigaciones por corrupción, pero Chen, el gobierno y la empresa no han dado más explicaciones.
Las acciones de Sinopec han caído 16% en Hong Kong. Entre las principales incógnitas del próximo congreso está el futuro de Guo Shuqing, presidente de la junta directiva de China Construction Bank Corp. Algunos analistas en Beijing lo consideran el candidato más probable para dirigir el Banco Popular de China, el banco central del país. Jing Ulrich, jefa de la división de valores de J.P. Morgan Chase & Co. en China, dice que los inversionistas deberían enfocarse en la tendencia más amplia hacia la continua mejoría en la gestión de empresas estatales, evidenciada por sus crecientes ganancias y tasas de rentabilidad.
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Portafolio-Colombia/18/08/2007
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