Foto: miguel dimayuga
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"Llama a “fortalecer la unidad” y a “reafirmar nuestros principios”
México, D.F.- Al inaugurase hoy el X Congreso Nacional Extraordinario del PRD, el llamado “presidente legítimo”, Andrés Manuel López Obrador afirmó que “el partido sólo puede tener como caudillo al PRD y un solo compromiso: la gente”.
Dijo que el camino a seguir del PRD “está muy claro: reafirmemos nuestros principios; no olvidemos la lealtad y el compromiso con las causas populares que enarbola el partido. Fortalezcamos la unidad al interior y consolidemos las alianzas con otras fuerzas progresistas”.
En ello coincidieron los asistentes al acto, en el que se manifestó la convicción de reafirmar los principios del PRD como partido de oposición y se reiteró el no reconocimiento de Felipe Calderón como presidente de la República.
En el acto participaron, entre otros, el presidente nacional del PRD, Leonel Cota, y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. Los trabajos del X Congreso concluirán el próximo domingo con la definición de la línea política, cambios a sus reglamentos y modificaciones a sus estatutos.
En su discurso, López Obrador dijo: “Nunca hemos aceptado componendas ni arreglos cupulares para alcanzar triunfos electorales; nunca hemos negociado nada que signifique mediatizar el avance democrático del país, y jamás hemos convalidado la política económica neoliberal que se ha venido imponiendo desde hace 24 años a costa del empobrecimiento y la miseria de millones de mexicanos”.
López Obrador aseguró que no actuarán como una “izquierda legitimadora” a cambio del título de “izquierda moderna”. Señaló: “Una izquierda legitimadora no es más que una derecha tímida y simuladora”.
Confió en que los resolutivos del Congreso irán en el sentido de refirmar los principios perredistas. Así, dijo, sus adversarios políticos “se quedarán con las ganas de cooptarnos y de convertirnos en un partido de paleros”.
Actualmente, añadió, no se puede esperar nada de la clase política del país, y dijo que la transformación que se requiere no se logrará desde las cúpulas de poder, sino con la participación de la gente. Por eso, indicó, después del fraude electoral y de la construcción de la Convención Nacional Democrática (CND), se decidió crear una “nueva República, la cuarta en la historia nacional”, que contempla los siguientes puntos:
“Partir de los principios juaristas de la austeridad, la sobriedad y la honestidad republicanas; una nueva forma de hacer política; construir un nuevo orden legal; fortalecer el Estado laico; hacer valer el derecho público a la información; hacer efectiva la democracia con elecciones libres, equitativas y limpias; impulsar una nueva política económica; combatir los monopolios; rescatar al campo, el dominio de la nación sobre el petróleo y la industria eléctrica; elevar a rango constitucional el estado de bienestar; reconocer a los pueblos indígenas; una política exterior de respeto a las nacionales, y fortalecer los valores comunitarios”.
López Obrador manifestó su confianza de que el Congreso se encauzará a la construcción de esta “nueva República”, porque “nadie puede estar al margen de esta nueva transformación” y seria un error apostar a la política tradicional.
Añadió que el PRD, a 18 años de su creación, no ha abandonado sus principios, “aunque se hable mucho de sus diferencias internas, culpa de la interminable campaña de odio en contra del perredismo”.
No obstante, López Obrador reconoció que la unidad a la que aspiran los perredistas debe provenir de los proyectos y sus realizaciones, no a partir de las personas y los grupos.
“El partido sólo puede tener como caudillo al PRD y un solo compromiso: la gente”, afirmó López Obrador, ante las críticas al caudillismo que apuntan al cardenismo.
Exhorta Cota a hacer un esfuerzo para consolidar al PRD
López Obrador fue el último orador en la ceremonia. Antes hablaron el dirigente del PRD, Leonel Cota; el presidente de la Internacional Socialista de América Latina y El Caribe, Rolando Araya, y el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard.
Cota llamó a la militancia a hacer un esfuerzo para consolidar al partido como una de las fuerzas políticas más importantes del país, porque unidos, dijo, representarían una opción de cambio y podrían convertirse en un partido fuerte para la contienda electoral. Añadió que actuar en contra ha provocado desconfianza de la sociedad hacia el partido.
“Si no miramos más allá de la lucha por el poder y abandonamos las causas sociales, la gente nos abandonará”, advirtió, y dijo que el PRD “debe ser un partido con causas y afectos; debe renovar su línea política, estatutos y reglamentos. A eso lo han orillado sus contradicciones internas y desvío de objetivos”.
Expresó que las líneas de cambio podrían ser impulsar candidaturas que salgan del partido, no de sus corrientes internas, y unirse para ganar comicios, “porque la gente quiere más partido y menos corrientes”.
Además, criticó a “quienes creen encontrar virtudes en la docilidad de la izquierda al poder. Esto sólo ha beneficiado a los vividores de la política”.
Afirmó: “El PRD no puede conceder por comodidad un reconocimiento a la legitimidad de Felipe Calderón. No podemos ceder a la presión. Nadie puede plantear que simulemos a conveniencia”.
Cota Montaño dijo lo anterior a unas horas de que inicie la discusión sobre la línea política del PRD, donde las posturas de las corrientes Nueva Izquierda, Frente Político de Izquierda y Movimiento por la Democracia son divergentes, ya que los primeros consideran que se debe dar más margen de acción a los legisladores perredistas para cabildear reformas estructurales convenientes a la izquierda en el Congreso de la Unión, postura que apoya el Movimiento por la Democracia, que encabeza Pablo Gómez; mientras que el resto no quiere negociar con la dupla PRI-PAN en el Poder Legislativo, porque consideran que sería avalar a la derecha en el poder.
Insistir en eso, comentó Cota, acentuará el desencanto ciudadano y el PRD debe prepararse para ganar la batalla electoral en 2012 y “levantarse para ganar la presidencia”.
Por eso, dijo que es necesario abrir espacios de interlocución con organizaciones sociales y grupos políticos que no pertenezcan al partido, pero que simpaticen con su línea política.
Agregó: “Y gobernar desde la oposición, causa legítima que se enarbola con la presidencia legítima que encabeza Andrés Manuel López Obrador, el Frente Amplio Progresista y la Convención Nacional Democrática. Hay que gobernar sin vender las causas. Es el propósito del FAP y de los liderazgos del partido. De lo contrario, el PRD no tendrá futuro político”.
Por ello, el dirigente perredista propuso al Congreso fortalecer la línea política de apoyo a la “presidencia legítima” de López Obrador, la CND; el movimiento de “resistencia civil” y las acciones populares en defensa del patrimonio nacional.
Demandó también no promover la revocación del mandato; fortalecer las alianzas electorales; combatir a la derecha que se creó por la alianza de facto entre el PRI y PAN, y trabajar en el movimiento social.
“Si así lo hacemos, habrá PRD para el futuro de México”, señaló.
En su turno, Ebrard avaló el discurso de Cota, después de dar la bienvenida a López Obrador, “nuestro presidente legítimo”. Dijo que éste debe “enorgullecerse de no haber permitido condicionar los derechos de la ciudad a los humores de Los Pinos”.
Afirmó: “Tenemos grandes expectativas sobre este Congreso, que sabemos habrán de cumplirse. De este Congreso tendremos que salir fortalecidos, cohesionados, para defender nuestro programa y nuestros gobiernos. Tiene razón Leonel (Cota) de que haya coherencia, unidad, capacidad de lucha, y que nunca olvidemos lo que ocurrió el 2 de julio, porque comprometemos a olvidar el futuro de la izquierda y de todos aquellos que creen en nosotros”.
Entre los invitados especiales estuvieron presentes representantes de partidos de izquierda de Cuba, Italia, Argentina, Brasil, Nicaragua, Chile, Venezuela, Guatemala, Uruguay, Bolivia, Sudáfrica, Honduras, Suecia, Suiza, Irán, Israel, Vietnam y Estados Unidos, entre otros.
Por parte de la izquierda mexicana estuvieron: Valdemar Gutiérrez Fragoso, del Sindicato del IMSS; Francisco Villarreal, de ASSA; Benito Baena, de los tranviarios; Max Correa, líder de la Central Campesina Cardenista; Daniel Trujillo, del SUTIN, y Agustín Rodríguez, del STUNAM.
Los gobernadores ausentes fueron: Juan Sabines, de Chiapas: Amalia García, de Zacatecas, y Lázaro Cárdenas Batel, de Michoacán. Asistieron Narciso Abundis, de Baja California Sur, y Zeferino Torreblanca, de Guerrero,
Fue notoria la ausencia de Cuauhtémoc Cárdenas.
Y cuando entraban los delegados e invitados al Congreso, los presentes gritaron consignas a favor de Ebrard y López Obrador. “Es un honor estar con Obrador” se escuchó en el acto, realizado en uno de los salones del hotel Sheraton del Centro Histórico de esta ciudad.
También se escucharon gritos de repudio contra el gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca. “¡Fuera! ¡Fuera!”, decían.
Dejar atrás el caudillismo
La jornada comenzó a temprana hora con la inscripción de delegados y de quienes tienen derecho a voto. Luego, alrededor de las 2 y media de la tarde –hora y media después de lo programado--, se discutió y se aprobó el reglamento para el Congreso, en el que participan 2 mil 97 delegados, de los que mil 764 tienen derecho a voto.
Mañana, la discusión de centrará en la línea política del PRD. El debate de fondo estará relacionado con la postura y actitud que deben asumir los legisladores perredistas respecto de las reformas estructurales propuestas por el gobierno de Felipe Calderón, al que desconocen y califican de “espurio”.
Jesús Ortega, coordinador del FAP y miembro de Nueva Izquierda, coincidió con López Obrador, en el sentido de fortalecer al PRD y dejar atrás al caudillismo, y en no reconocer la legítimidad de Calderón.
En esto, dijo, "todo el mundo está de acuerdo".
Sin embargo, Ortega no coincidió en la postura de transformar al país desde el poder, "cuando desde la oposición se puede luchar por reformas profundas".
Proceso-México/18/08/2007
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