LA GACEA / ENRIQUE GALINDEZ
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La intelectual española Pilar Rahola disertará el jueves en Tucumán, invitada por la DAIA local.
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Las mujeres: luces y sombras.
me preocupa es el de la libertad”, afirma Pilar Rahola, una intelectual que ha elegido el periodismo como tribuna para defender la bandera libertaria, tras un paso frustrado por la política partidaria (integró entre 1993 y 2000 el Parlamento español por la Izquierda Republicana Catalana). Nacida en España en un hogar de republicanos fervientes, Rahola despliega bajo ese paraguas libertario un sinnúmero de frentes de batallas: su crítica a la izquierda “bizca”, los fundamentalismos, los totalitarismos, el antisemitismo, el crecimiento de Hugo Chávez, la situación en Medio Oriente, la paradoja de que en el siglo XXI- “el siglo de las mujeres” - haya tantas mujeres sojuzgadas, y la conflictiva relación entre la mujer y el Islam.Desde Cadaqués, donde pasa el verano europeo con su familia, la periodista habló con LA GACETA. Así anticipó su presencia en Tucumán, que se concretará el jueves, a las 21, en el Teatro San Martín, invitada por la filial local de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) y por el Ente Tucumán Cultura.En su charla con nuestro diario, Rahola, que cuando habla es un torbellino que defiende sus ideas con vehemencia, anticipó sólo algunos aspectos de los diversos temas que la obsesionan.Conocedora de la problemática de Medio Oriente, Rahola opina que el problema más grave para la paz en la región es Irán. “Ha hecho un congreso negando el Holocausto, invitando a los grandes relacionistas del mundo, entre ellos algunos europeos. Segundo elemento para el pesimismo- añadió - es el aumento del poder y la influencia de (Hugo) Chávez, y por tanto, de algunas izquierdas vinculadas a un discurso de populismo demagógico que raya el fascismo”. En la visión de esta mujer que sigue proclamándose de izquierda, el presidente venezolano es un exponente “de esa izquierda estúpida que defiende dictaduras, que hace discursos de doble moral sentados en barriles de petróleo, pero que en su país tienen altísimos rátings de hambre”. “Si el fascismo islámico ha ido a peor, podemos decir que el populismo fascistoide de izquierdas también ha ido a peor”, enfatizó la periodista.-¿Cómo ve el avance de la mujer en espacios de poder?-En el acto de Amia le dije a Cristina Kirchner una frase que creo que a ella le gustó mucho, y no tanto a su marido: que las mujeres queremos la igualdad, por eso queremos el poder. Ajustándome a ese visionario que fue Mitterrand, el hombre del siglo XXI va a ser mujer. Eso me parece evidente: porque vamos fuertes; porque nos falta llegar; porque las que llegan son de una gran capacidad, y porque el avance de la mujer es una mancha de aceite. Pero son tiempos de luces y de tinieblas; porque en el mismo momento de la historia en que una mujer puede llegar a lo más alto en el país más importante del mundo, que en Sudamérica se levantan mujeres líderes, y en Europa llegan mujeres a las primeras líneas, es cuando más se ha avanzado en la destrucción de los derechos de las mujeres en decenas de países, con total impunidad.-Es una paradoja...-De todas las maldades, el sexismo es la más dura. La primera forma de opresión fue la mujer como propiedad. Después fue el rico sobre el pobre, el blanco sobre el negro, el cristiano sobre el judío. Hemos conseguido, legalmente, terminar con los racismos en el mundo; pero hay decenas de países que prohíben a una mujer sus derechos; esto es culpa del fracaso de la ONU. Decenas de países no defienden los derechos de la mujer porque la ONU, que nació para preservar la declaración de los Derechos Humanos, no lo hace.
me preocupa es el de la libertad”, afirma Pilar Rahola, una intelectual que ha elegido el periodismo como tribuna para defender la bandera libertaria, tras un paso frustrado por la política partidaria (integró entre 1993 y 2000 el Parlamento español por la Izquierda Republicana Catalana). Nacida en España en un hogar de republicanos fervientes, Rahola despliega bajo ese paraguas libertario un sinnúmero de frentes de batallas: su crítica a la izquierda “bizca”, los fundamentalismos, los totalitarismos, el antisemitismo, el crecimiento de Hugo Chávez, la situación en Medio Oriente, la paradoja de que en el siglo XXI- “el siglo de las mujeres” - haya tantas mujeres sojuzgadas, y la conflictiva relación entre la mujer y el Islam.Desde Cadaqués, donde pasa el verano europeo con su familia, la periodista habló con LA GACETA. Así anticipó su presencia en Tucumán, que se concretará el jueves, a las 21, en el Teatro San Martín, invitada por la filial local de la DAIA (Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas) y por el Ente Tucumán Cultura.En su charla con nuestro diario, Rahola, que cuando habla es un torbellino que defiende sus ideas con vehemencia, anticipó sólo algunos aspectos de los diversos temas que la obsesionan.Conocedora de la problemática de Medio Oriente, Rahola opina que el problema más grave para la paz en la región es Irán. “Ha hecho un congreso negando el Holocausto, invitando a los grandes relacionistas del mundo, entre ellos algunos europeos. Segundo elemento para el pesimismo- añadió - es el aumento del poder y la influencia de (Hugo) Chávez, y por tanto, de algunas izquierdas vinculadas a un discurso de populismo demagógico que raya el fascismo”. En la visión de esta mujer que sigue proclamándose de izquierda, el presidente venezolano es un exponente “de esa izquierda estúpida que defiende dictaduras, que hace discursos de doble moral sentados en barriles de petróleo, pero que en su país tienen altísimos rátings de hambre”. “Si el fascismo islámico ha ido a peor, podemos decir que el populismo fascistoide de izquierdas también ha ido a peor”, enfatizó la periodista.-¿Cómo ve el avance de la mujer en espacios de poder?-En el acto de Amia le dije a Cristina Kirchner una frase que creo que a ella le gustó mucho, y no tanto a su marido: que las mujeres queremos la igualdad, por eso queremos el poder. Ajustándome a ese visionario que fue Mitterrand, el hombre del siglo XXI va a ser mujer. Eso me parece evidente: porque vamos fuertes; porque nos falta llegar; porque las que llegan son de una gran capacidad, y porque el avance de la mujer es una mancha de aceite. Pero son tiempos de luces y de tinieblas; porque en el mismo momento de la historia en que una mujer puede llegar a lo más alto en el país más importante del mundo, que en Sudamérica se levantan mujeres líderes, y en Europa llegan mujeres a las primeras líneas, es cuando más se ha avanzado en la destrucción de los derechos de las mujeres en decenas de países, con total impunidad.-Es una paradoja...-De todas las maldades, el sexismo es la más dura. La primera forma de opresión fue la mujer como propiedad. Después fue el rico sobre el pobre, el blanco sobre el negro, el cristiano sobre el judío. Hemos conseguido, legalmente, terminar con los racismos en el mundo; pero hay decenas de países que prohíben a una mujer sus derechos; esto es culpa del fracaso de la ONU. Decenas de países no defienden los derechos de la mujer porque la ONU, que nació para preservar la declaración de los Derechos Humanos, no lo hace.
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La Gaceta Tucumán-Argentina/12/08/2007
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