12/8/07

"La liberación de Betancourt beneficiaría imagen de Chávez"

"La habilidad de Sarkozy en la negociación está en ser más directo y eso ha traído ventajas en el caso Betancourt".
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ALEJANDRA ROMERO BEAUJON
El caso del secuestro de Ingrid Betancourt puso esta semana en evidencia la implicación del gobierno venezolano en las negociaciones por la liberación de rehenes colombianos.

Aunque el presidente Hugo Chávez negó informaciones periodísticas según las cuales Betancourt estaría en el estado Apure a la espera de una liberación negociada entre Caracas y París con las FARC, sus intenciones de mediar en el conflicto generan suspicacias.

Luis De Lion, abogado especialista en derecho y política internacionales y analista de tendencias internacionales, residenciado en Francia, asegura que trazando una línea en el tiempo se nota cómo Chávez y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, fueron los primeros en hablar del caso Betancourt. "Luego vinieron Nelson Bocaranda y Patricia Poleo y destaparon la noticia", dijo.

-¿Pero el gobierno venezolano negó tener información sobre la liberación de Ingrid Betancourt?

-Claro, ellos tienen que disimular para que las negociaciones que están teniendo lugar no se empañen. Eso es lo más complicado. Realmente nadie ha desmentido los datos sobre una liberación de Betancourt en Venezuela. El gobierno venezolano, normalmente muy hablador, ha sido discreto. El alcalde de Elorza (donde Poleo asegura está Betancourt) no negó la información, y el mismo Chávez ha manifestado su intención de ser un intermediario en el conflicto colombiano.

-Entonces, ¿qué significa el desmentido de las autoridades francesas sobre una visita de la primera dama Cecilia Sarkozy a Caracas para concretar el rescate? ¿Niega esto la idea de la liberación inminente de Betancourt?

-No. Repito, las negociaciones son muy difíciles. La mediatización del caso puede haber complicado el diálogo. Sin embargo, Sarkozy está dando señales de que va a conseguir la libertad de Betancourt. Ahora, mientras está de vacaciones, ha hablado varias veces del caso sin que ningún periodista se lo preguntara, y además pretende que su esposa Cecilia se encargue de las negociaciones bajo la figura de una "misión humanitaria", como lo hizo en el caso de las enfermeras búlgaras recientemente liberadas en Libia.

-¿Por qué el gobierno francés interviene tan activamente en esta liberación?

-Más allá de porque Ingrid Betancourt es una ciudadana francesa, porque el tema de la defensa de la mujer se ha convertido en una especie de causa para el gobierno de Sarkozy. No es casualidad que las liberadas en Libia sean mujeres y que ahora Betancourt, su compañera de fórmula Clara Rojas y su hijo nacido en cautiverio, sean objeto de negociaciones. Es un tema muy en boga en Francia, luego de que hubo una candidata a la presidencia. Esta es la forma de Sarkozy de proyectar sensibilidad sin ser mujer y así ablandar su imagen.

-¿Pero Nicolas Sarkozy no es el primer presidente francés en intentar mediar en el conflicto de los secuestrados en Colombia?

-Claro que no. En el caso de Ingrid Betancourt, el gobierno de Jacques Chirac fue el que estableció el vínculo entre París y Caracas, luego de que el eurodiputado francés Alan Lipietz visitara Venezuela en febrero de 2005 y le comunicara a Chirac que no había una mediación efectiva en el caso Betancourt en Colombia. Así, con la petición de Chirac se oficializa el rol activo del gobierno de Venezuela en esta larga negociación.

-¿Qué significaría para Venezuela, Francia, Colombia y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) la liberación de Ingrid Betancourt?

-Creo que todos saldrían ganando. Las FARC podrían sacar provecho político dentro de Colombia, y ahí tendría mucho que ver el discurso que dé Ingrid Betancourt cuando sea liberada. El gobierno francés, y específicamente Sarkozy, lograría reforzar su imagen de mandatario eficiente dentro de Francia al tiempo que daría muestras de que su país puede recuperar su protagonismo en la política mundial. Y el presidente Álvaro Uribe disminuiría las opiniones que lo consideran intransigente dentro del conflicto colombiano. Uribe no sería el gran perdedor, como algunos creen.

-¿Por qué?

-Porque él ya cumplió con su parte. Uribe tiene ahora la posición menos comprometida. Él cumplió al liberar al líder guerrillero Rodrigo Granda y a más de 200 miembros de las FARC que estaban detenidos. Hay que recordar que la negociación del caso Betancourt ha sido un proceso largo, que no comenzó esta semana.

-¿Eso quiere decir que la liberación de Granda tiene relación con el caso de Ingrid Betancourt?

-Por supuesto. Uribe liberó a Granda luego de una petición personal de Sarkozy. Aunque no se sabe qué le ofreció Sarkozy a Uribe, lo cierto es que su política contra las FARC dio un giro de 180 grados. La liberación de Granda también fue un proceso largo, que no se dio de la noche a la mañana. Sarkozy ha tenido contactos con Uribe desde antes de ser presidente. Durante su campaña electoral, Sarkozy dijo varias veces que haría todo lo posible para liberar a Ingrid Betancourt y pareciera que lo va a lograr.

-Y el gobierno de Venezuela, ¿cómo saldría ganando?

-El presidente Chávez saldrá ganando de cualquier forma. La liberación de Betancourt le vendría bien justo en el momento en que su imagen internacional está en un nivel bajo. Sus aparentes comentarios antisemitas, la cuestión de los plenos poderes, el caso de RCTV, la cercanía con Irán, la compra de armas, su nada discreta militarización le han logrado críticas en muchos países. Esta sería la ocasión ideal para cambiar esa imagen. Chávez intentará venderse como el intermediario "desinteresado", pero en realidad no existen intermedios desinteresados.

-Entonces, ¿Chávez está negociando una contrapartida con Francia?

-Se podría pensar que Chávez no está pidiendo nada a cambio en vista de la gran ganancia que obtendría en materia de imagen. Pero al oír sus palabras se evidencia que está buscando la renovación de la tecnología militar de Venezuela. Él es quien ha hablado de la compra de aviones Mirage. Chávez está mandando un mensaje claro: es su imagen y son las armas, tal como lo hizo Muamar Gadafi en Libia. Hay que recordar que Francia es el segundo mayor exportador de armas en el mundo y Venezuela se está convirtiendo en un gran y rápido comprador de armamento. En el papel, nada le impide a Francia venderle armas a Venezuela de manera abierta.

-¿Estados Unidos podría protestar esa venta de armas de Francia a Venezuela?

-Estados Unidos podría dejar entrever su malestar por eso, pero ahí es donde entra en juego la negociación por la liberación de los tres ciudadanos estadounidenses que tienen las FARC. Nelson Bocaranda señaló en su columna Runrunes de El Universal que el gobierno de Washington se mueve con Francia para acordar la salida de esos tres rehenes. Así, se puede hablar entonces de un cuarto vértice en el caso de Ingrid Betancourt: Bogotá, París, Caracas y Washington.

-¿Cree que EEUU esté participando en la liberación de Betancourt?

-Sí, seguramente. Porque en todo lo que pasa en la región, Estados Unidos tiene algo que ver a nivel de inteligencia. Además, las relaciones entre Francia y EEUU son muy buenas ahora que Sarkozy es presidente, y ambos países trabajan en conjunto en materia antiterrorista y en la lucha antidrogas.

-¿Qué pasará en esa negociación multilateral?

-Venezuela podría estar pidiendo sólo armas a cambio de mediar con las FARC, pero también París podría estar tratando de convencer al gobierno venezolano de recibir otra cosa. Creo que el tema adicional en la contrapartida es el de la tecnología nuclear. No es secreto que Chávez tienen intenciones de equiparse con energía nuclear, y ante todo lo que está pasando en el mundo sería mucho más interesante y provechoso para Estados Unidos y el resto de los países de la región que Francia fuera quien ayudase a Venezuela a conseguirla.

-¿Cómo sería ese proceso?

-Si se concretara una contrapartida de este tipo, entraría en juego la empresa francesa Areva, que funciona con capital de Estado, y se encarga de montar plantas de energía nuclear. Areva se encarga de todo: consiguen el uranio, lo trasladan, lo procesan y enriquecen, construyen la planta y se deshacen de los residuos tóxicos. Que sea una empresa como ésta la que entre en Venezuela y se ocupe de un trabajo de tanta envergadura como el nuclear, podría hacer que Estados Unidos viera el proceso con mejores ojos, que si se hiciera por debajo de cuerda a través de los iraníes, como ha dejado entrever Chávez, e incluso por medio de China.

-¿Venezuela sería más fácil de vigilar?

-Exacto. Esa es la garantía que ofrece Francia con Areva: trabajar de manera abierta y con la vigilancia de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), en un país como Venezuela, que además ha firmado los acuerdos que van en contra de la proliferación nuclear.
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NACIONAL Y POLÍTICA
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El Universal-Venezuela/12/08/2007

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