01/08/2007
Una de las tareas a la que le puso mucho empeño fue la de alfabetizar el país.
Francisco A. Porras
Francisco A. Porras
MAYOR RETIRADO
El Panamá América
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A 26 años de la desaparición física de Omar Torrijos Herrera, ese fatídico 31 de julio de 1981, el "Comandante de los Pobres" mantiene y mantendrá su vigencia; y nos explicaba con gran sustentación en su libro "Los Halcones de Torrijos", el gran Rómulo Escobar Bethancourt, al referirse a los que lo combatían: "Torrijos les llevaba un adelanto de centurias, porque sabía exactamente cómo era el corazón de nuestro pueblo y actuaba de acuerdo con el latido de dicho corazón".
Como orgullosamente tuve la oportunidad, por asunto de trabajo, de recibir muchas orientaciones y enseñanzas directas del líder Omar, de administrar la Fundación Omar Torrijos, situación que me permitió leer mucho sobre este gran panameño, sus actuaciones a través de voces autorizadas como las del poeta Álvaro Menéndez Franco, Arístides Royo, Carmen Lam (q.e.p.d.), concluyo que es muy difícil por la cantidad de temas y áreas del quehacer nacional donde incursionó Omar, que en tan corto espacio se pueda describir a este dirigente, cuyo accionar y consejos se sostienen hasta la actualidad.
Tenía la gran virtud y paciencia de escuchar para luego actuar, pero ese escuchar era con los actores con quienes tenían el problema; siempre manifestó que entre más se consulta, menos se equivoca. Era un maestro por excelencia, propio de su formación en la Normal de Santiago y de provenir de padres maestros. En su gestión se construyeron como nunca más escuelas en todo el país, se incrementaron aquellas para la formación de maestros.
Su patrullaje doméstico constante le permitió conocer como nadie al istmo y su realidad. Al respecto, nos dice en uno de sus escritos: "el patrullaje doméstico por los contornos de la geografía del país nos llevó al convencimiento que en cada comunidad existía un vocero, un líder natural, que la comunidad designaba para que expusiera sus problemas y sugirieran las soluciones"; a la postre, pudo diseñar con estos líderes naturales en 1972 lo que fue el Poder Popular como verdadera representación y vocería de las comunidades en este órgano del Estado.
En "La Línea", de su autoría, Omar aconsejaba: "con el correr de los años los pueblos optan por respaldar a quienes tuvieron el coraje de decirles la verdad desagradable en ese momento"; el contacto personal lo caracterizó: "la falta de comunicación es el mejor ingrediente para el distanciamiento"; era pragmático y siempre supo cuál era su rumbo: "debemos programar nuestras acciones teniendo puestas las luces altas, y realizarlas con las bajas. Hay que saber cambiar las luces, y en que momento se usa una y en que momento la otra".
Los líderes mundiales manifestaron sobre sobre él: "Para mí, el General Torrijos representaba un espíritu nacionalista que estaba basado en los derechos humanos". (Jimmy Carter). "Torrijos es un artífice de una nueva visión de la política y, en ese sentido, yo creo que es un personaje único" (Felipe González). "Qué cosa extraordinaria el que en un país tan pequeño como Panamá haya producido uno de los grandes hombres de nuestra época". (Graham Greene). "Omar no ha muerto ni morirá jamás. Para mí y todos los cubanos, es uno de los hombres más ilustres que ha dado el continente en este siglo". (Fidel Castro).
Las crónicas de la época registran del llanto de todo un pueblo por el deceso de su dirigente; durante tres días seguidos desfilaron miles y miles de personas ante su féretro en la Catedral de Panamá. Se vivieron momentos de mucha consternación y dolor; a su paso por las calles le tiraban flores, en la Plaza 5 de Mayo, lugar donde Omar reportaba a su pueblo sobre los avances de las negociaciones canaleras; al hacer la despedida final se escucharon unas palabras de la voz autorizada (por conocerlo bien) del sacerdote Carlos Villalobos: "el aspecto que más me llamó la atención en la persona de nuestro hermano Omar, fue su preocupación por la equitativa distribución de las riquezas"... "Las palabras y el ejemplo del General Torrijos en esa eterna búsqueda de la justicia y de la paz social, debe servir a todos como inspiración. La tea encendida de sus ideales ha sido colocada en sus manos, no permitan jamás que se extinga esta luz".
El día de su entierro, en el cementerio Amador, ante un silencio solemne, la gran poetiza Bebi Torrijos Herrera, de su inspiración, le declama "Dile rosa". En cada verso que declamaba le dejaba caer una rosa a su ataúd y decía: "Dile rosa cuando todos se hayan ido, cuando solamente pueda oírte con tu voz hecha de pétalos, dile que sí, que lo amaban. Que desfilaron con llanto casi todos los humildes que entendieron su palabra. Que a su paso al cementerio, alfombraron las mujeres con mil flores su camino. Dile rosa ,dile... todas las cosas bellas que se dijeron de él, que fue Padre, fue Maestro, fue Cristiano, fue Patriota, líder, que fue justo, que dio a muchos, fue abogado en la defensa de las causas marginadas, que fue humilde siendo grande, que amó a todos... yo le digo que fue Hermano".
A la juventud panameña le digo, parafraseando al poeta español Antonio Machado, "caminante no hay caminos, se hace camino al andar"; adelante istmeños, ya Omar hizo el trillo, abrió la trocha, señaló el camino y concluyo con lo que nos dijo ese gran dirigente dominicano ya desaparecido Francisco Peña Gómez: "Despierta Panamá, camina con las botas de Omar". Escuchemos su consejo, ya que perdurará por siempre y es irrepetible.
A 26 años de la desaparición física de Omar Torrijos Herrera, ese fatídico 31 de julio de 1981, el "Comandante de los Pobres" mantiene y mantendrá su vigencia; y nos explicaba con gran sustentación en su libro "Los Halcones de Torrijos", el gran Rómulo Escobar Bethancourt, al referirse a los que lo combatían: "Torrijos les llevaba un adelanto de centurias, porque sabía exactamente cómo era el corazón de nuestro pueblo y actuaba de acuerdo con el latido de dicho corazón".
Como orgullosamente tuve la oportunidad, por asunto de trabajo, de recibir muchas orientaciones y enseñanzas directas del líder Omar, de administrar la Fundación Omar Torrijos, situación que me permitió leer mucho sobre este gran panameño, sus actuaciones a través de voces autorizadas como las del poeta Álvaro Menéndez Franco, Arístides Royo, Carmen Lam (q.e.p.d.), concluyo que es muy difícil por la cantidad de temas y áreas del quehacer nacional donde incursionó Omar, que en tan corto espacio se pueda describir a este dirigente, cuyo accionar y consejos se sostienen hasta la actualidad.
Tenía la gran virtud y paciencia de escuchar para luego actuar, pero ese escuchar era con los actores con quienes tenían el problema; siempre manifestó que entre más se consulta, menos se equivoca. Era un maestro por excelencia, propio de su formación en la Normal de Santiago y de provenir de padres maestros. En su gestión se construyeron como nunca más escuelas en todo el país, se incrementaron aquellas para la formación de maestros.
Su patrullaje doméstico constante le permitió conocer como nadie al istmo y su realidad. Al respecto, nos dice en uno de sus escritos: "el patrullaje doméstico por los contornos de la geografía del país nos llevó al convencimiento que en cada comunidad existía un vocero, un líder natural, que la comunidad designaba para que expusiera sus problemas y sugirieran las soluciones"; a la postre, pudo diseñar con estos líderes naturales en 1972 lo que fue el Poder Popular como verdadera representación y vocería de las comunidades en este órgano del Estado.
En "La Línea", de su autoría, Omar aconsejaba: "con el correr de los años los pueblos optan por respaldar a quienes tuvieron el coraje de decirles la verdad desagradable en ese momento"; el contacto personal lo caracterizó: "la falta de comunicación es el mejor ingrediente para el distanciamiento"; era pragmático y siempre supo cuál era su rumbo: "debemos programar nuestras acciones teniendo puestas las luces altas, y realizarlas con las bajas. Hay que saber cambiar las luces, y en que momento se usa una y en que momento la otra".
Los líderes mundiales manifestaron sobre sobre él: "Para mí, el General Torrijos representaba un espíritu nacionalista que estaba basado en los derechos humanos". (Jimmy Carter). "Torrijos es un artífice de una nueva visión de la política y, en ese sentido, yo creo que es un personaje único" (Felipe González). "Qué cosa extraordinaria el que en un país tan pequeño como Panamá haya producido uno de los grandes hombres de nuestra época". (Graham Greene). "Omar no ha muerto ni morirá jamás. Para mí y todos los cubanos, es uno de los hombres más ilustres que ha dado el continente en este siglo". (Fidel Castro).
Las crónicas de la época registran del llanto de todo un pueblo por el deceso de su dirigente; durante tres días seguidos desfilaron miles y miles de personas ante su féretro en la Catedral de Panamá. Se vivieron momentos de mucha consternación y dolor; a su paso por las calles le tiraban flores, en la Plaza 5 de Mayo, lugar donde Omar reportaba a su pueblo sobre los avances de las negociaciones canaleras; al hacer la despedida final se escucharon unas palabras de la voz autorizada (por conocerlo bien) del sacerdote Carlos Villalobos: "el aspecto que más me llamó la atención en la persona de nuestro hermano Omar, fue su preocupación por la equitativa distribución de las riquezas"... "Las palabras y el ejemplo del General Torrijos en esa eterna búsqueda de la justicia y de la paz social, debe servir a todos como inspiración. La tea encendida de sus ideales ha sido colocada en sus manos, no permitan jamás que se extinga esta luz".
El día de su entierro, en el cementerio Amador, ante un silencio solemne, la gran poetiza Bebi Torrijos Herrera, de su inspiración, le declama "Dile rosa". En cada verso que declamaba le dejaba caer una rosa a su ataúd y decía: "Dile rosa cuando todos se hayan ido, cuando solamente pueda oírte con tu voz hecha de pétalos, dile que sí, que lo amaban. Que desfilaron con llanto casi todos los humildes que entendieron su palabra. Que a su paso al cementerio, alfombraron las mujeres con mil flores su camino. Dile rosa ,dile... todas las cosas bellas que se dijeron de él, que fue Padre, fue Maestro, fue Cristiano, fue Patriota, líder, que fue justo, que dio a muchos, fue abogado en la defensa de las causas marginadas, que fue humilde siendo grande, que amó a todos... yo le digo que fue Hermano".
A la juventud panameña le digo, parafraseando al poeta español Antonio Machado, "caminante no hay caminos, se hace camino al andar"; adelante istmeños, ya Omar hizo el trillo, abrió la trocha, señaló el camino y concluyo con lo que nos dijo ese gran dirigente dominicano ya desaparecido Francisco Peña Gómez: "Despierta Panamá, camina con las botas de Omar". Escuchemos su consejo, ya que perdurará por siempre y es irrepetible.
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