Por Enrique Andrés Pretel
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CARACAS - Venezuela tratará de relanzar esta semana su proyecto de un faraónico gasoducto continental con Brasil, que había expresado reticencias al plan con el que el presidente Hugo Chávez quiere conectar las grandes reservas de gas natural de su país con las naciones del Cono Sur.
Chávez busca impulsar el desarrollo gasífero de Venezuela, sector para el que anunció inversiones por 18.000 millones de dólares hasta 2016 para duplicar la producción, y diversificar así los ingresos energéticos provenientes casi exclusivamente del petróleo y sus derivados.
El mandatario promueve la construcción de dos ductos: el Transguajiro, que atravesaría Colombia hacia el Pacífico, y el Gasoducto del Sur, que conectaría el continente desde el Caribe hasta Argentina con una extensión de más de 8.000 kilómetros.
"(El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva) me ha llamado y quiere que discutamos el tema del gasoducto en Manaos. Le dije, Lula, ya era hora, hace un año que no hablamos del gasoducto," dijo Chávez el domingo durante su programa semanal de radio y televisión Aló, Presidente.
El presidente venezolano y su par brasileño se reunirán el 20 de septiembre en la ciudad de Manaos, en el norte de Brasil, para revisar la agenda bilateral y otros proyectos "de integración regional" como el Banco del Sur y Petrosur.
El proyecto, que requeriría de una inversión superior a los 20.000 millones de dólares, es vista con escepticismo por analistas y empresas, que consideran la licuefacción del gas (GNL) y su transporte marítimo como una opción más factible y económica a la ruta terrestre.
"Dicen que el gasoducto es inviable. Sobre todo se ha levantado una corriente muy fuerte en Brasil en contra del tema. Esa corriente viene de Washington para tratar de sabotear el proyecto," sostuvo Chávez en su alocución, en la que presentó su plan para la "revolución gasífera socialista."
Chávez defiende que esta obra es necesaria para garantizar el suministro energético del Sur y evitar una crisis energética regional. Sin embargo, sus críticos afirman que el proyecto tiene más de político que de económico, e incluso dudan de la capacidad del país para suministrar GNL a otras naciones.
El mandatario resaltó que su país posee el 80 por ciento de las reservas sudamericanas de gas y el 30 por ciento de las de todo el continente, con 150.000 billones de pies cúbicos en tierra firme y 30 billones de pies cúbicos costa afuera.
La buena sintonía política que muestran en público Chávez y Lula se ha traducido en numerosos proyectos conjuntos entre Caracas y Brasilia, sobre todo en el sector energético, como la proyectada refinería binacional de Pernambuco.
Chávez se reuniría el próximo 12 de octubre con su par colombiano, Alvaro Uribe, para inaugurar el gasoducto Transguajiro, que conectará la costa oriental del Lago de Maracaibo, en el oeste de Venezuela, con los yacimientos colombianos de Puerto Ballena, a través de 225 kilómetros.
Ese ducto, en el que Caracas invirtió unos 335 millones de dólares, se complementaría con el llamado Gasoducto Transoceánico, que uniría a Venezuela con Panamá a través del Caribe colombiano.
CARACAS - Venezuela tratará de relanzar esta semana su proyecto de un faraónico gasoducto continental con Brasil, que había expresado reticencias al plan con el que el presidente Hugo Chávez quiere conectar las grandes reservas de gas natural de su país con las naciones del Cono Sur.
Chávez busca impulsar el desarrollo gasífero de Venezuela, sector para el que anunció inversiones por 18.000 millones de dólares hasta 2016 para duplicar la producción, y diversificar así los ingresos energéticos provenientes casi exclusivamente del petróleo y sus derivados.
El mandatario promueve la construcción de dos ductos: el Transguajiro, que atravesaría Colombia hacia el Pacífico, y el Gasoducto del Sur, que conectaría el continente desde el Caribe hasta Argentina con una extensión de más de 8.000 kilómetros.
"(El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva) me ha llamado y quiere que discutamos el tema del gasoducto en Manaos. Le dije, Lula, ya era hora, hace un año que no hablamos del gasoducto," dijo Chávez el domingo durante su programa semanal de radio y televisión Aló, Presidente.
El presidente venezolano y su par brasileño se reunirán el 20 de septiembre en la ciudad de Manaos, en el norte de Brasil, para revisar la agenda bilateral y otros proyectos "de integración regional" como el Banco del Sur y Petrosur.
El proyecto, que requeriría de una inversión superior a los 20.000 millones de dólares, es vista con escepticismo por analistas y empresas, que consideran la licuefacción del gas (GNL) y su transporte marítimo como una opción más factible y económica a la ruta terrestre.
"Dicen que el gasoducto es inviable. Sobre todo se ha levantado una corriente muy fuerte en Brasil en contra del tema. Esa corriente viene de Washington para tratar de sabotear el proyecto," sostuvo Chávez en su alocución, en la que presentó su plan para la "revolución gasífera socialista."
Chávez defiende que esta obra es necesaria para garantizar el suministro energético del Sur y evitar una crisis energética regional. Sin embargo, sus críticos afirman que el proyecto tiene más de político que de económico, e incluso dudan de la capacidad del país para suministrar GNL a otras naciones.
El mandatario resaltó que su país posee el 80 por ciento de las reservas sudamericanas de gas y el 30 por ciento de las de todo el continente, con 150.000 billones de pies cúbicos en tierra firme y 30 billones de pies cúbicos costa afuera.
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Reuters América Latina - UK/18/09/2007
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