(ARCHIVO) Presidente de Venezuela Hugo Chávez y de Bolivia Evo Morales durante una visita del venezolano a El Alto el 11 de marzo de 2007. Morales defendió la soberanía de Bolivia para afianzar sus lazos políticos y comerciales con los regímenes del iraní Mahmud Ahmadinejad -quien visitará La Paz a fines de septiembre- y de Chávez, mientras cuestionó la política "guerrerista" de Estados Unidos.
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LA PAZ (AFP) - El gobierno del presidente socialista Evo Morales defendió la soberanía de Bolivia para afianzar sus lazos políticos y comerciales con los regímenes del iraní Mahmud Ahmadinejad -quien visitará La Paz esta semana- y del venezolano Hugo Chávez, mientras cuestionó la política "guerrerista" de Estados Unidos.
El vocero del gobierno, Alex Contreras, señaló este lunes que el gobierno del indígena Morales aplica una política soberana de relaciones internacionales y recibe ayuda de países si ésta viene sin condiciones y dispuesta a sumarse en favor del desarrollo de Bolivia.
En ese marco, firmó a principios de este mes un acuerdo con Irán para el establecimiento de relaciones diplomáticas y se confirmó que Ahmadinejad -el dolor de cabeza de Estados Unidos y algunos países europeos por su programa nuclear- llegará a Bolivia el jueves 27 para firmar acuerdos energéticos y comerciales.
"Como gobierno estamos dispuestos a tener relaciones diplomáticas con Irán. El presidente (Ahmadinejad) estará en territorio nacional para suscribir acuerdos que tienen que ver con planes y proyectos de petroquímica de tecnología y de instalaciones de plantas industrializadoras", afirmó el vocero palaciego.
Según el funcionario, las manifiestas preocupaciones de la administración del presidente estadounidense, George W. Bush, sobre la relación La Paz-Teherán responden más a "estigmas y satanizaciones" hacia países como Irán o Irak, que se han convertido en potencias económicas petroleras.
Aunque dijo que Bolivia "respeta la decisión soberana" del régimen islámico de impulsar su programa nuclear, el gobierno de Morales no comparte posiciones belicistas de ninguna nación del mundo.
"No hemos apoyado ni políticas guerreristas y ni armamentistas que a título de preservar la paz o los derechos humanos hizo Estados Unidos, como la invasión a Irak", acotó Contreras.
Contreras arremetió contra Estados Unidos, acusándole de proteger al ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada, autoexiliado en Washington, tras ser depuesto por una revuelta social en octubre de 2003 que dejó unos 60 muertos y medio millar de heridos.
"Estados Unidos habla de derechos humanos y protege a delincuentes, corruptos y asesinos como es el caso de Sánchez de Lozada", acotó el vocero, quien demandó a la Casa Blanca agilizar el pedido de la Corte Suprema de Justicia, aún en trámite, de extraditar al ex mandatario y a dos de sus ex ministros.
Según el portavoz, Bolivia reivindica sus acuerdos políticos y económicos con Irán pero también con Venezuela porque la ayuda financiera llega sin las condiciones que antes establecía Washington.
"El apoyo económico, logístico y tecnológico es incondicional, esa es la gran diferencia con una potencia como EEUU que no sólo imponía ayuda económica, sino imponía autoridades, designaba a embajadores y nos imponía un modelo económico", acotó a renglón seguido.
Desde la llegada al poder en enero de 2006, el presidente Morales cimentó fuertes lazos económicos y comerciales con su aliado político Hugo Chávez --como la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA)-- y recibió hasta la fecha entre 60 y 80 millones de dólares, la mayoría en calidad de donación, para municipios, las Fuerzas Armadas y la Policía.
Morales también mantiene lazos estrechos con el convaleciente líder de la revolución cubana, Fidel Castro, uno de los más enconados rivales de la Casa Blanca en las últimas cinco décadas.
Contreras descartó que la administración del presidente boliviano tenga algún temor que sus lazos con Cuba, Venezuela o Irán provoque que Bolivia forme parte de alguna lista de "países que forman el eje del mal".
El vocero del gobierno, Alex Contreras, señaló este lunes que el gobierno del indígena Morales aplica una política soberana de relaciones internacionales y recibe ayuda de países si ésta viene sin condiciones y dispuesta a sumarse en favor del desarrollo de Bolivia.
En ese marco, firmó a principios de este mes un acuerdo con Irán para el establecimiento de relaciones diplomáticas y se confirmó que Ahmadinejad -el dolor de cabeza de Estados Unidos y algunos países europeos por su programa nuclear- llegará a Bolivia el jueves 27 para firmar acuerdos energéticos y comerciales.
"Como gobierno estamos dispuestos a tener relaciones diplomáticas con Irán. El presidente (Ahmadinejad) estará en territorio nacional para suscribir acuerdos que tienen que ver con planes y proyectos de petroquímica de tecnología y de instalaciones de plantas industrializadoras", afirmó el vocero palaciego.
Según el funcionario, las manifiestas preocupaciones de la administración del presidente estadounidense, George W. Bush, sobre la relación La Paz-Teherán responden más a "estigmas y satanizaciones" hacia países como Irán o Irak, que se han convertido en potencias económicas petroleras.
Aunque dijo que Bolivia "respeta la decisión soberana" del régimen islámico de impulsar su programa nuclear, el gobierno de Morales no comparte posiciones belicistas de ninguna nación del mundo.
"No hemos apoyado ni políticas guerreristas y ni armamentistas que a título de preservar la paz o los derechos humanos hizo Estados Unidos, como la invasión a Irak", acotó Contreras.
Contreras arremetió contra Estados Unidos, acusándole de proteger al ex presidente boliviano Gonzalo Sánchez de Lozada, autoexiliado en Washington, tras ser depuesto por una revuelta social en octubre de 2003 que dejó unos 60 muertos y medio millar de heridos.
"Estados Unidos habla de derechos humanos y protege a delincuentes, corruptos y asesinos como es el caso de Sánchez de Lozada", acotó el vocero, quien demandó a la Casa Blanca agilizar el pedido de la Corte Suprema de Justicia, aún en trámite, de extraditar al ex mandatario y a dos de sus ex ministros.
Según el portavoz, Bolivia reivindica sus acuerdos políticos y económicos con Irán pero también con Venezuela porque la ayuda financiera llega sin las condiciones que antes establecía Washington.
"El apoyo económico, logístico y tecnológico es incondicional, esa es la gran diferencia con una potencia como EEUU que no sólo imponía ayuda económica, sino imponía autoridades, designaba a embajadores y nos imponía un modelo económico", acotó a renglón seguido.
Desde la llegada al poder en enero de 2006, el presidente Morales cimentó fuertes lazos económicos y comerciales con su aliado político Hugo Chávez --como la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA)-- y recibió hasta la fecha entre 60 y 80 millones de dólares, la mayoría en calidad de donación, para municipios, las Fuerzas Armadas y la Policía.
Morales también mantiene lazos estrechos con el convaleciente líder de la revolución cubana, Fidel Castro, uno de los más enconados rivales de la Casa Blanca en las últimas cinco décadas.
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AFP/25/09/2007
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