Ángel B. Gómez Puerto*
Algo se mueve en el ámbito de la izquierda. Nuevas opciones políticas, nuevas alianzas estratégicas, personalidades políticas de primer nivel que salen de sus organizaciones buscando algo nuevo. En España, la eurodiputada socialista Rosa Díez (ex consejera del Gobierno de Euskadi) ha abandonado el Partido Socialista Obrero Español para formar una nueva organización política, junto con otras personalidades del mundo académico (Savater, Martínez Gorriarán, etc). Destacable también es el surgimiento hace un año del Partido de la Ciudadanía, que se presenta, en parte, con un corte socialdemócrata, y del que algunos creen que acabará confluyendo con Díez y Sabater.
Por su parte, el propio ex President Pascual Maragall ha propuesto el nacimiento, a nivel estatal, de un Partido Demócrata, que agrupara a todas las fuerzas de izquierda. Y en paralelo, el “ala izquierda” del Partido Popular, el alcalde de la capital del Reino, Sr. Ruiz-Gallardón (calificado por algunos de socialdemócrata), habla de moderación ideológica y de centro político, poniendo nerviosos a los suyos ante su propia postulación.
En el ámbito europeo también se han producido movimientos políticos de interés para nuestro país. En Italia, actúan juntos (aunque con fisuras) en el Gobierno de la República comunistas, socialistas, ecologistas, centristas, etc. En Francia, se están produciendo fuertes movimientos en el partido socialista ante el arrollador Sarkozy, con un fraccionamiento de la zona izquierda de la socialdemocracia, grave crisis del partido comunista de Francia y un movimiento ecopacifista muy dividido.
Experiencia especial es la de la República Federal de Alemania. Ante el Gobierno de Gran Coalición CDU/CSU-SPD que preside la conservadora Merkel, ha surgido (se presentó públicamente el pasado 20 de mayo) una nueva fuerza política, Die Linke (La Izquierda), un claro ejemplo de partido de izquierda anticapitalista, compuesta por fuerzas que se han alejado de la socialdemocracia, y por organizaciones políticas y sociales filocomunistas, con gran implantación en la zona este de la República Federal. En esta nueva fuerza política se ha integrado Oskar Lafontaine, ex dirigente del SPD y ex Ministro Federal de Economía.
En nuestro ámbito territorial más cercano, además de lo ya comentado en la zona socialdemócrata y su posible incidencia electoral, estamos en uno momentos que pueden ser clave para las perspectivas a la izquierda de la socialdemocracia, sobre todo en Córdoba (el verano ha sido intenso en noticias al respecto), capital de provincia en la que Izquierda Unida tiene el mayor porcentaje de votos de todo el Estado, y en la que ha gobernado, sola o en coalición, durante siete de las ocho corporaciones municipales de la democracia (incluida la actual), constituyendo la única capital en la que gobierna. En el próximo mes de octubre está prevista la elección de su nueva dirección local para el período 2007-2011, años claves, por otro lado, para grandes proyectos en la Ciudad de Córdoba.
En general, los elementos políticos en torno a los que deberían girar las propuestas de los partidos de la izquierda del siglo XXI serían fundamentalmente la austeridad en el gasto público, el impulso decidido a la formación y cultura de la ciudadanía, defensa decidida del medio ambiente y la lucha contra la especulación urbanística, acción permanente en la extensión de los valores democráticos, extensión de la idea republicana en la forma y el contenido del Estado, la apuesta por modelos de servicios públicos eficaces y extensivos en derechos y prestaciones, etc.
Y todo ello con autonomía en el análisis y la propuesta política, y evitando compromisos institucionales al margen de dichos objetivos políticos. Como ha escrito muy recientemente mi compañero del Colectivo (de reflexión y opinión) Prometeo, Julio Anguita, “la política es la actividad orientada a la realización de la democracia plena”. También apunta, al respecto del debate sobre la izquierda, que “el respeto escrupuloso a la legalidad interna, la transparencia, la organicidad, y la honestidad personal y política son inexcusables”.
Pues, en ese barco estamos. Algunos consideramos que es cada vez más necesaria una propuesta de políticas a la izquierda de la socialdemocracia. Los desequilibrios sociales, económicos, culturales y medioambientales son cada vez más evidentes, tanto a nivel local como mundial. El empeño en eliminarlos debe ser el objetivo de las fuerzas políticas y sociales que se denominan de izquierda.
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(*) Ángel B. Gómez Puerto es Doctorado en Derecho Público por la Universidad de Córdoba.
(*) Ángel B. Gómez Puerto es Doctorado en Derecho Público por la Universidad de Córdoba.
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