Emergen otros vendedores: la India, Corea del Sur, Sudáfrica... Nunca este sector de actividad estuvo tan floreciente.
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Maurice Lemoine
Maurice Lemoine
Le Monde diplomatique
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¡Lluvia de armas de Estados Unidos sobre Oriente Próximo! Según precisó el pasado 2 de agosto la secretaria de Estado Condoleezza Rice, en el curso de los próximos diez años el valor de las entregas alcanzaría los 46.000 millones de euros. Los beneficiarios son Arabia Saudí, Egipto, Kuwait, Bahréin, Qatar, Omán y los Emiratos Árabes Unidos, aliados de George W. Bush en la región. ¿Inquieta a Israel el suministro de material bélico a Arabia Saudí? El 15 de agosto Washington aumentó en casi la cuarta parte la ayuda militar estadounidense a Tel Aviv; en diez años esa ayuda alcanzará los 30.000 millones de dólares (1). Para provecho del "triángulo de acero" constituido por Boeing, Lockheed Martin y Raytheon, y sin duda de sus contribuciones al financiamiento de la próxima campaña electoral.
El 7 de diciembre de 2006 una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptada por 153 Estados autorizó la preparación de un tratado sobre el control de las transferencias de armamentos denominados convencionales, hasta el momento carentes de marcos normativos internacionales. Con ocasión de ese voto se abstuvieron veinticuatro países, entre ellos China, Rusia, la India, Irán, Israel y Pakistán. Sólo uno votó en contra: Estados Unidos. El Consejo de la Unión Europea apoyó públicamente esta resolución.
Casi simultáneamente, París firma con Trípoli importantes contratos: 168 millones de euros para que Libia compre misiles antitanques Milan (que ya equipan a las fuerzas de cuarenta y un países) en MDBA (2); 128 millones de euros para un sistema Tetra de comunicación por radio en EADS (3). "¿Qué me van a reprochar?", se rebeló el presidente Nicolas Sarkozy. "¿Que haga contratos? ¿Que haga trabajar a las empresas francesas?" (4). No necesariamente, sino la opacidad con que se desarrolla este comercio de muerte sobre el cual la representación nacional no tiene el menor control. Y el mantenimiento de una peligrosa dinámica guerrera... En 2007 Francia tendrá que vender armas al extranjero por más de 6.000 millones de euros -frente a 3.380 millones en 2004- declaraba el 18 de septiembre de 2006 un portavoz de la Delegación General para el Armamento.
Los miembros de la Unión Europea se ven en principio obligados a respetar un código de conducta que les prohibe especialmente alimentar conflictos existentes. Pero por razones de incremento de productividad ahora son pocas las armas modernas que se fabrican en un lugar único. Así es como empresas europeas como EADS y empresas estadounidenses proporcionan piezas y tecnología para el desarrollo del nuevo helicóptero de combate chino Z-10, sin saber cuál será la política de exportación de Pekín, que ya suministró aparatos militares a Sudán (5).
El negocio pirómano de Estados Unidos en Oriente Próximo provoca la reacción de Siria e Irán, que siempre podrán volverse hacia China o Rusia, que han entrado en el mercado en posición de fuerza. Níger se inquieta ante los "regalos" de Francia a Libia, que reivindica desde hace meses 30.000 kilómetros cuadrados de territorio nigeriano ricos en petróleo y uranio. Particularmente mimado por la Casa Blanca, Israel ya no se conforma con importar: se ha convertido en el primer proveedor de armas a Colombia. Cuya potencia de fuego, sumada a la hostilidad de Washington, preocupa a Caracas, que se vuelve hacia Moscú para modernizar su armamento.
Emergen otros vendedores: la India, Corea del Sur, Sudáfrica... Nunca este sector de actividad estuvo tan floreciente. A finales de 2006 los gastos para este tipo de material alcanzaron la suma sin precedentes de 1.058,9 billones de dólares (6).
¿Cuál es la moraleja de esta historia? Por supuesto que no la tiene. ¡Ah, sí! El Pentágono perdió el rastro de 110.000 fusiles de asalto Kaláshnikov (AK-47) y de 80.000 pistolas (por no hablar de 115.000 cascos y 135.000 chalecos antibalas) entregados al gobierno iraquí en 2004 y 2005 (7). No es imposible que esas armas hayan caído en manos de los insurgentes, y sirvan para atacar... a militares estadounidenses.
Notas:
¡Lluvia de armas de Estados Unidos sobre Oriente Próximo! Según precisó el pasado 2 de agosto la secretaria de Estado Condoleezza Rice, en el curso de los próximos diez años el valor de las entregas alcanzaría los 46.000 millones de euros. Los beneficiarios son Arabia Saudí, Egipto, Kuwait, Bahréin, Qatar, Omán y los Emiratos Árabes Unidos, aliados de George W. Bush en la región. ¿Inquieta a Israel el suministro de material bélico a Arabia Saudí? El 15 de agosto Washington aumentó en casi la cuarta parte la ayuda militar estadounidense a Tel Aviv; en diez años esa ayuda alcanzará los 30.000 millones de dólares (1). Para provecho del "triángulo de acero" constituido por Boeing, Lockheed Martin y Raytheon, y sin duda de sus contribuciones al financiamiento de la próxima campaña electoral.
El 7 de diciembre de 2006 una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptada por 153 Estados autorizó la preparación de un tratado sobre el control de las transferencias de armamentos denominados convencionales, hasta el momento carentes de marcos normativos internacionales. Con ocasión de ese voto se abstuvieron veinticuatro países, entre ellos China, Rusia, la India, Irán, Israel y Pakistán. Sólo uno votó en contra: Estados Unidos. El Consejo de la Unión Europea apoyó públicamente esta resolución.
Casi simultáneamente, París firma con Trípoli importantes contratos: 168 millones de euros para que Libia compre misiles antitanques Milan (que ya equipan a las fuerzas de cuarenta y un países) en MDBA (2); 128 millones de euros para un sistema Tetra de comunicación por radio en EADS (3). "¿Qué me van a reprochar?", se rebeló el presidente Nicolas Sarkozy. "¿Que haga contratos? ¿Que haga trabajar a las empresas francesas?" (4). No necesariamente, sino la opacidad con que se desarrolla este comercio de muerte sobre el cual la representación nacional no tiene el menor control. Y el mantenimiento de una peligrosa dinámica guerrera... En 2007 Francia tendrá que vender armas al extranjero por más de 6.000 millones de euros -frente a 3.380 millones en 2004- declaraba el 18 de septiembre de 2006 un portavoz de la Delegación General para el Armamento.
Los miembros de la Unión Europea se ven en principio obligados a respetar un código de conducta que les prohibe especialmente alimentar conflictos existentes. Pero por razones de incremento de productividad ahora son pocas las armas modernas que se fabrican en un lugar único. Así es como empresas europeas como EADS y empresas estadounidenses proporcionan piezas y tecnología para el desarrollo del nuevo helicóptero de combate chino Z-10, sin saber cuál será la política de exportación de Pekín, que ya suministró aparatos militares a Sudán (5).
El negocio pirómano de Estados Unidos en Oriente Próximo provoca la reacción de Siria e Irán, que siempre podrán volverse hacia China o Rusia, que han entrado en el mercado en posición de fuerza. Níger se inquieta ante los "regalos" de Francia a Libia, que reivindica desde hace meses 30.000 kilómetros cuadrados de territorio nigeriano ricos en petróleo y uranio. Particularmente mimado por la Casa Blanca, Israel ya no se conforma con importar: se ha convertido en el primer proveedor de armas a Colombia. Cuya potencia de fuego, sumada a la hostilidad de Washington, preocupa a Caracas, que se vuelve hacia Moscú para modernizar su armamento.
Emergen otros vendedores: la India, Corea del Sur, Sudáfrica... Nunca este sector de actividad estuvo tan floreciente. A finales de 2006 los gastos para este tipo de material alcanzaron la suma sin precedentes de 1.058,9 billones de dólares (6).
¿Cuál es la moraleja de esta historia? Por supuesto que no la tiene. ¡Ah, sí! El Pentágono perdió el rastro de 110.000 fusiles de asalto Kaláshnikov (AK-47) y de 80.000 pistolas (por no hablar de 115.000 cascos y 135.000 chalecos antibalas) entregados al gobierno iraquí en 2004 y 2005 (7). No es imposible que esas armas hayan caído en manos de los insurgentes, y sirvan para atacar... a militares estadounidenses.
Notas:
(1) Agencia France Press, 16 de agosto de 2007.
(2) Empresa europea, líder mundial en sistemas de armamento guiado, controlada por EADS (37,5%), la italiana Finmeccanica (25%) y la británica BAE Systems (37,5%).
(3) European Aeronautic Defence and Space Company, líder global de la industria aeroespacial.
(4) Agencia France Press, 5 de agosto de 2007.
(5) Campaña "Controlen las armas", iniciativa conjunta de Amnesty International, Oxfam International y de Reseau de Action International sur les Armes Légères (RAIAL) http://fra.controlarms.org/pages/index-fra
(6) Ibidem
(7) The Washington Post, 6 de agosto de 2007.
(2) Empresa europea, líder mundial en sistemas de armamento guiado, controlada por EADS (37,5%), la italiana Finmeccanica (25%) y la británica BAE Systems (37,5%).
(3) European Aeronautic Defence and Space Company, líder global de la industria aeroespacial.
(4) Agencia France Press, 5 de agosto de 2007.
(5) Campaña "Controlen las armas", iniciativa conjunta de Amnesty International, Oxfam International y de Reseau de Action International sur les Armes Légères (RAIAL) http://fra.controlarms.org/pages/index-fra
(6) Ibidem
(7) The Washington Post, 6 de agosto de 2007.
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kaosenlared.net - España/04/09/2007
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