Moscú (PL) Tras otro nuevo encuentro con su homólogo George W. Bush en menos de tres meses, el presidente ruso, Vladimir Putin, tampoco consiguió hoy que Estados Unidos renuncie a los planes del escudo antimisil en Europa.
Como era de esperar ninguno de los mandatarios puso punto final en la cita de Sydney al diferendo que divide a Moscú y a Washington sobre el proyectado despliegue de elementos estratégicos del sistema anticoheteril norteamericano en Polonia y República Checa.
Al intervenir ante la prensa, Putin dijo que Rusia y Estados Unidos continúan la búsqueda de soluciones a esta problemática, dando a entender que la propuesta rusa, alternativa a esos planes, no tiene todavía receptividad en la contraparte.
Puntualizó en ese sentido que expertos rusos y norteamericanos viajarán este mes a Azerbaiyán para inspeccionar las condiciones de la estación de radares de Gabalá.
Una reunión tripartita que incluye por supuesto al gobierno azerí sesionará el próximo día 15 en Bakú para discutir a nivel de expertos la propuesta de Moscú, consensuada con Azerbaiyán, para el uso conjunto de la estación de radiolocalización.
Sobre el diálogo con Bush, Putin señaló que intercambiaron sobre otros asuntos de la agenda bilateral y otros problemas importantes de la actualidad internacional, en una atmósfera constructiva y franca.
Lo que pudiera ser el último encuentro oficial en este formato entre Bush y Putin en los próximos meses, aunque no el único antes de la salida del mandatario ruso del Kremlin (mayo de 2008), terminó como el anterior de julio, sin ningún resultado concreto.
Tras un breve diálogo en Sydney con su colega norteamericana Condoleezza Rice, el canciller Serguei Lavrov aseguró que con voluntad política y enfoque profesional y confiable de ambas partes Rusia y EE.UU. pueden alcanzar acuerdo sobre seguridad estratégica.
Entre los temas más agudos en ese sentido Lavrov mencionó el escudo antimisil, el futuro del Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa (FACE) y un nuevo pacto en materia defensiva, en sustitución del Star-1.
Como era de esperar ninguno de los mandatarios puso punto final en la cita de Sydney al diferendo que divide a Moscú y a Washington sobre el proyectado despliegue de elementos estratégicos del sistema anticoheteril norteamericano en Polonia y República Checa.
Al intervenir ante la prensa, Putin dijo que Rusia y Estados Unidos continúan la búsqueda de soluciones a esta problemática, dando a entender que la propuesta rusa, alternativa a esos planes, no tiene todavía receptividad en la contraparte.
Puntualizó en ese sentido que expertos rusos y norteamericanos viajarán este mes a Azerbaiyán para inspeccionar las condiciones de la estación de radares de Gabalá.
Una reunión tripartita que incluye por supuesto al gobierno azerí sesionará el próximo día 15 en Bakú para discutir a nivel de expertos la propuesta de Moscú, consensuada con Azerbaiyán, para el uso conjunto de la estación de radiolocalización.
Sobre el diálogo con Bush, Putin señaló que intercambiaron sobre otros asuntos de la agenda bilateral y otros problemas importantes de la actualidad internacional, en una atmósfera constructiva y franca.
Lo que pudiera ser el último encuentro oficial en este formato entre Bush y Putin en los próximos meses, aunque no el único antes de la salida del mandatario ruso del Kremlin (mayo de 2008), terminó como el anterior de julio, sin ningún resultado concreto.
Tras un breve diálogo en Sydney con su colega norteamericana Condoleezza Rice, el canciller Serguei Lavrov aseguró que con voluntad política y enfoque profesional y confiable de ambas partes Rusia y EE.UU. pueden alcanzar acuerdo sobre seguridad estratégica.
Entre los temas más agudos en ese sentido Lavrov mencionó el escudo antimisil, el futuro del Tratado de Fuerzas Convencionales en Europa (FACE) y un nuevo pacto en materia defensiva, en sustitución del Star-1.
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Prensa Latina - Cuba/08/09/2007
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