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Caracas-Las fuerzas que apoyan al presidente Hugo Chávez avanzan hoy en dos frentes paralelos que expresan la ebullición política de Venezuela: la formación de un partido unido y una reforma constitucional.
En opinión de Chávez, la estructuración del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y la reforma constitucional para cimentar el proceso de transformación socialista del país suramericano deben estar listos el 1 de enero de 2008.
Estas acciones, que ilustran el ritmo del proceso de cambios concebido como Revolución Bolivariana, cuentan con el respaldo de más de cinco millones de personas inscriptos como aspirantes al PSUV en formación.
La organización ha sido estructura provisionalmente en 14 mil batallones, que tienen a su cargo la preparación del congreso fundacional, cuya fecha de inicio está fijada para el próximo 20 de octubre y un período de sesiones aún por determinar.
Ambos procesos se realizan en medio de acciones encaminadas a frustrar sus objetivos, por parte de una oposición desorientada y desunida, que -sin embargo- coincide en los objetivos de detener ambos propósitos aunque carezcan de claridad en las tácticas.
La pasada semana, Chávez reactivó el llamado a sus seguidores a estar alertas ante los intentos de evitar la aprobación de la reforma en un referendo nacional y no permitir que presiones externas intervengan en las elecciones del PSUV.
En un discurso ante aspirantes a militantes en el barrio popular capitalino 23 de enero, propuso la inclusión de un quinto comisionado por cada batallón en los batallones (organizaciones de base) en el proceso de elecciones el próximo 29 de septiembre.
De tal forma, a las comisiones de propaganda, política e ideología, organización y logística y social, se agregaría la de defensa territorial, a partir de la estrategia de alianza cívico-militar para la defensa de la nación y enfrentar la inseguridad.
"No olvidemos -dijo- que no sólo es la reserva, sino la defensa territorial, debemos pensar en la seguridad, primero en la seguridad del barrio, la lucha contra la delincuencia, las drogas".
El gigantesco esfuerzo organizativo está sustentado en el propósito de darle al nuevo partido una base popular desde su inicio y construirlo -a diferencia de lo usual- no desde la cúspide ni como una agrupación encerrada en sí misma.
En opinión de Chávez, así se busca enfrentar una tendencia de muchas organizaciones políticas que "nacieron sin alma, mientras que otros nacieron con alma, pero sin cuerpo".
El nuevo partido, que sustituirá a más de 20 organizaciones políticas que apoyan el proceso de cambios, es concebido por el Jefe de Estado, su promotor, "el partido del siglo XXI venezolano, como vanguardia del pueblo, los trabajadores y la Revolución".
Una peculiaridad del proceso es que paralelamente a su formación, la nueva organización política enfrenta ya su primera tarea externa, con la participación en el debate nacional preparatorio de un referendo sobre la reforma constitucional.
La reforma, que propone modificaciones para fortalecer el poder popular (comunal), priorizar los tipos de propiedad social y una reestructuración político-administrativa, provocó una fuerte resistencia de los sectores opositores.
De tal modo queda planteada la política venezolana actual con un reto poco usual para una organización: avanzar en su propia fundación y enfrentar un proceso definitorio para el futuro del país, como es el alcance de la reforma constitucional.
A partir del criterio que no se realizarán cambios constitucionales sin tener el apoyo de la población, el referendo nacional previsto para el próximo diciembre constituye en sí mismo un acto de trascendencia política en el que el país deberá elegir su rumbo
Al mismo tiempo, la consulta se convierte en prueba de fuego para el naciente Partido Socialista Unido de Venezuela, una organización concebida como garantía de la perdurabilidad de los cambios propuestos.
Caracas-Las fuerzas que apoyan al presidente Hugo Chávez avanzan hoy en dos frentes paralelos que expresan la ebullición política de Venezuela: la formación de un partido unido y una reforma constitucional.
En opinión de Chávez, la estructuración del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y la reforma constitucional para cimentar el proceso de transformación socialista del país suramericano deben estar listos el 1 de enero de 2008.
Estas acciones, que ilustran el ritmo del proceso de cambios concebido como Revolución Bolivariana, cuentan con el respaldo de más de cinco millones de personas inscriptos como aspirantes al PSUV en formación.
La organización ha sido estructura provisionalmente en 14 mil batallones, que tienen a su cargo la preparación del congreso fundacional, cuya fecha de inicio está fijada para el próximo 20 de octubre y un período de sesiones aún por determinar.
Ambos procesos se realizan en medio de acciones encaminadas a frustrar sus objetivos, por parte de una oposición desorientada y desunida, que -sin embargo- coincide en los objetivos de detener ambos propósitos aunque carezcan de claridad en las tácticas.
La pasada semana, Chávez reactivó el llamado a sus seguidores a estar alertas ante los intentos de evitar la aprobación de la reforma en un referendo nacional y no permitir que presiones externas intervengan en las elecciones del PSUV.
En un discurso ante aspirantes a militantes en el barrio popular capitalino 23 de enero, propuso la inclusión de un quinto comisionado por cada batallón en los batallones (organizaciones de base) en el proceso de elecciones el próximo 29 de septiembre.
De tal forma, a las comisiones de propaganda, política e ideología, organización y logística y social, se agregaría la de defensa territorial, a partir de la estrategia de alianza cívico-militar para la defensa de la nación y enfrentar la inseguridad.
"No olvidemos -dijo- que no sólo es la reserva, sino la defensa territorial, debemos pensar en la seguridad, primero en la seguridad del barrio, la lucha contra la delincuencia, las drogas".
El gigantesco esfuerzo organizativo está sustentado en el propósito de darle al nuevo partido una base popular desde su inicio y construirlo -a diferencia de lo usual- no desde la cúspide ni como una agrupación encerrada en sí misma.
En opinión de Chávez, así se busca enfrentar una tendencia de muchas organizaciones políticas que "nacieron sin alma, mientras que otros nacieron con alma, pero sin cuerpo".
El nuevo partido, que sustituirá a más de 20 organizaciones políticas que apoyan el proceso de cambios, es concebido por el Jefe de Estado, su promotor, "el partido del siglo XXI venezolano, como vanguardia del pueblo, los trabajadores y la Revolución".
Una peculiaridad del proceso es que paralelamente a su formación, la nueva organización política enfrenta ya su primera tarea externa, con la participación en el debate nacional preparatorio de un referendo sobre la reforma constitucional.
La reforma, que propone modificaciones para fortalecer el poder popular (comunal), priorizar los tipos de propiedad social y una reestructuración político-administrativa, provocó una fuerte resistencia de los sectores opositores.
De tal modo queda planteada la política venezolana actual con un reto poco usual para una organización: avanzar en su propia fundación y enfrentar un proceso definitorio para el futuro del país, como es el alcance de la reforma constitucional.
A partir del criterio que no se realizarán cambios constitucionales sin tener el apoyo de la población, el referendo nacional previsto para el próximo diciembre constituye en sí mismo un acto de trascendencia política en el que el país deberá elegir su rumbo
Al mismo tiempo, la consulta se convierte en prueba de fuego para el naciente Partido Socialista Unido de Venezuela, una organización concebida como garantía de la perdurabilidad de los cambios propuestos.
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Prensa Latina - Cuba/10/09/2007
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