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Traducido por Félix Nieto para Globalízate
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Antes había dos estaciones, una seca y otra húmeda. Ahora sólo llueve durante un periodo corto, si es que llega a llover, la estación seca dura demasiado, nos comenta Ahmed Abahoo, un pastor Afar, mientras conduce sus animales hacia una cerca espinosa, mientras un fuerte viento levanta una tormenta.África se esta calentando, con mas sequías y condiciones meteorológicas extremas amenazando con provocar desastres, tal y como ha enfatizado esta semana las NNUU en un informe sobre el calentamiento global.‘En las comunidades que hemos trabajado nos han informado de cambios climáticos inusuales, mas allá de las variaciones habituales.’ Ha dicho John Magrath investigador de Oxfam.Informes recientes predicen que las temperaturas del Continente aumentarán el doble de rápido que en el resto del mundo y que el África-Subsahariana sufrirá la mayor escasez de agua.Los medios de sustento en peligroA pesar de la historia de ganarse la vida en los lugares más duros del mundo, pastores como los Afar de Etiopia se verán afectados gravemente.‘He perdido más de la mitad de mis cabras debido a la sequía del año pasado, dice Hassan Abdullahi, llevando su rebaño diezmado hacia un pozo en el pueblo de Danan territorio Somalí. ‘Me llevara tiempo recuperarme y mientras, mi familia se verá afectada gravemente.Las zonas periféricas de Etiopia, tierras bajas y áridas donde predominan las acacias espinosas y el desierto abierto, cubren dos tercios del país.Ahí viven 8 millones de pastores pertenecientes a diferentes grupos étnicos incluyendo a los Afar.Ya que dependen de la cría de animales, la hierba y el agua son esenciales para su supervivencia.Cuando escasean las provisiones, se trasladan. Estrategias culturales les permiten compartir los recursos limitados. Los Borana, por ejemplo poseen un sistema tradicional cooperativista llamado Ga’ada, que funciona como un tipo de seguridad social. Una buena organización asegura que los recursos no sean malgastados.‘Al contrario de lo que la gente piensa, los pastores protegen la tierra de la sobreexplotación y la subsiguiente desertificación a causa de su movilidad’ dijo Rally Crafter, de Farm-Africa, Etiopia.Se esta perdiendo tierraEl pastoreo está entrando en un periodo crítico, con la agricultura, que se ve como algo más rentable, extendiéndose constantemente a las zonas de pastoreo.La expansión de las plantaciones de caña de azúcar es uno de los peligros mas graves para los pastores.‘Solíamos apartar áreas donde el pastoreo no estaba permitido, preservando la tierra’ dice Ají Qasara, de Los Kerayou, un pequeño grupo de pastores de la región. ‘Hoy, cada vez queda menos terreno’.A ello hay que sumar la pérdida de más territorios destinados a parques nacionales, donde los Kerayou no pueden entrar. Orix, babuinos y jabalíes corren libres por el Parque Nacional Awash, mientras los pastores se ven obligados a llevar sus animales al cobijo de la noche.‘Por un lado tenemos plantaciones, en el otro lado tenemos el Parque Awash’ dijo Arabu Galimo.El gobierno trata activamente que los pastores se conviertan en agricultores, aunque la agricultura no sea productiva en las tierras bajas y secas donde habitan.‘Si no llueve en tu terreno, no puedes moverlo, mientras que el ganado si que tiene piernas’, nos dijo Turku Saliye, un anciano del grupo Borana.Con poca ayuda del gobierno, más allá de la cobertura de los teléfonos móviles y con pocas carreteras, los pastores reciben muy poca ayuda gubernamental.El gobierno descentralizado de Etiopia también ha disminuido el papel de las instituciones tradicionales, como el sistema Ga’ada, y todo el desarrollo tiene el objetivo de asentarlos, sin previsiones de crear escuelas móviles o clínicas.‘Vemos pocos servicios por parte del gobierno por lo que no nos gusta que digan que la tierra les pertenece’, dijo el pastor Afar, Hussein Moussa.‘Preferiríamos un desarrollo a largo plazo’.Las buenas noticias es que el pastoreo, lentamente está recibiendo algo de atención política en Etiopia, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.Mohammed Abdella, de la Asociación para el Desarrollo de los pastores Afar, explica que ‘el pastoreo vive en un medio ambiente muy dinámico, que cambia constantemente. Necesita un acercamiento flexible, teniendo en cuenta las necesidades locales’. De cualquier forma el pastoreo esta cambiando. ‘Ahora que hay sequía en todas las direcciones, nos movemos menos’. Dijo Idris Ali Igma, un pastor Afar.Cada vez más nos vemos forzados a emigrar a las ciudades para hacer los peores trabajos.Los pastores quieren continuar con su modo de vida, aunque en un mundo cambiante, necesitan ayuda. ‘Tratamos de adaptarnos pero esto no se puede hacer de un día para otro’, concluye Idris.
Antes había dos estaciones, una seca y otra húmeda. Ahora sólo llueve durante un periodo corto, si es que llega a llover, la estación seca dura demasiado, nos comenta Ahmed Abahoo, un pastor Afar, mientras conduce sus animales hacia una cerca espinosa, mientras un fuerte viento levanta una tormenta.África se esta calentando, con mas sequías y condiciones meteorológicas extremas amenazando con provocar desastres, tal y como ha enfatizado esta semana las NNUU en un informe sobre el calentamiento global.‘En las comunidades que hemos trabajado nos han informado de cambios climáticos inusuales, mas allá de las variaciones habituales.’ Ha dicho John Magrath investigador de Oxfam.Informes recientes predicen que las temperaturas del Continente aumentarán el doble de rápido que en el resto del mundo y que el África-Subsahariana sufrirá la mayor escasez de agua.Los medios de sustento en peligroA pesar de la historia de ganarse la vida en los lugares más duros del mundo, pastores como los Afar de Etiopia se verán afectados gravemente.‘He perdido más de la mitad de mis cabras debido a la sequía del año pasado, dice Hassan Abdullahi, llevando su rebaño diezmado hacia un pozo en el pueblo de Danan territorio Somalí. ‘Me llevara tiempo recuperarme y mientras, mi familia se verá afectada gravemente.Las zonas periféricas de Etiopia, tierras bajas y áridas donde predominan las acacias espinosas y el desierto abierto, cubren dos tercios del país.Ahí viven 8 millones de pastores pertenecientes a diferentes grupos étnicos incluyendo a los Afar.Ya que dependen de la cría de animales, la hierba y el agua son esenciales para su supervivencia.Cuando escasean las provisiones, se trasladan. Estrategias culturales les permiten compartir los recursos limitados. Los Borana, por ejemplo poseen un sistema tradicional cooperativista llamado Ga’ada, que funciona como un tipo de seguridad social. Una buena organización asegura que los recursos no sean malgastados.‘Al contrario de lo que la gente piensa, los pastores protegen la tierra de la sobreexplotación y la subsiguiente desertificación a causa de su movilidad’ dijo Rally Crafter, de Farm-Africa, Etiopia.Se esta perdiendo tierraEl pastoreo está entrando en un periodo crítico, con la agricultura, que se ve como algo más rentable, extendiéndose constantemente a las zonas de pastoreo.La expansión de las plantaciones de caña de azúcar es uno de los peligros mas graves para los pastores.‘Solíamos apartar áreas donde el pastoreo no estaba permitido, preservando la tierra’ dice Ají Qasara, de Los Kerayou, un pequeño grupo de pastores de la región. ‘Hoy, cada vez queda menos terreno’.A ello hay que sumar la pérdida de más territorios destinados a parques nacionales, donde los Kerayou no pueden entrar. Orix, babuinos y jabalíes corren libres por el Parque Nacional Awash, mientras los pastores se ven obligados a llevar sus animales al cobijo de la noche.‘Por un lado tenemos plantaciones, en el otro lado tenemos el Parque Awash’ dijo Arabu Galimo.El gobierno trata activamente que los pastores se conviertan en agricultores, aunque la agricultura no sea productiva en las tierras bajas y secas donde habitan.‘Si no llueve en tu terreno, no puedes moverlo, mientras que el ganado si que tiene piernas’, nos dijo Turku Saliye, un anciano del grupo Borana.Con poca ayuda del gobierno, más allá de la cobertura de los teléfonos móviles y con pocas carreteras, los pastores reciben muy poca ayuda gubernamental.El gobierno descentralizado de Etiopia también ha disminuido el papel de las instituciones tradicionales, como el sistema Ga’ada, y todo el desarrollo tiene el objetivo de asentarlos, sin previsiones de crear escuelas móviles o clínicas.‘Vemos pocos servicios por parte del gobierno por lo que no nos gusta que digan que la tierra les pertenece’, dijo el pastor Afar, Hussein Moussa.‘Preferiríamos un desarrollo a largo plazo’.Las buenas noticias es que el pastoreo, lentamente está recibiendo algo de atención política en Etiopia, aunque todavía queda mucho camino por recorrer.Mohammed Abdella, de la Asociación para el Desarrollo de los pastores Afar, explica que ‘el pastoreo vive en un medio ambiente muy dinámico, que cambia constantemente. Necesita un acercamiento flexible, teniendo en cuenta las necesidades locales’. De cualquier forma el pastoreo esta cambiando. ‘Ahora que hay sequía en todas las direcciones, nos movemos menos’. Dijo Idris Ali Igma, un pastor Afar.Cada vez más nos vemos forzados a emigrar a las ciudades para hacer los peores trabajos.Los pastores quieren continuar con su modo de vida, aunque en un mundo cambiante, necesitan ayuda. ‘Tratamos de adaptarnos pero esto no se puede hacer de un día para otro’, concluye Idris.
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Artículo original: Tribes are feeling the heat Thursday, September 20, 2007 http://www.metro.co.uk/news/climatewatch/article.html?in_article_id=66965&in_page_id=59
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