22/10/07

Banco Mundial corre riesgo convertirse 'irrelevante' dice su economista jefe

El Banco Mundial (BM) corre el riesgo de convertirse en 'irrelevante' si no modifica la forma en la que interviene en los países y cambia sus productos, dijo en entrevista con Efe Francois Bourguignon, economista jefe del organismo.'Si el Banco no hace nada para cambiar, se arriesga a ser irrelevante', indicó Bourguignon.El economista, que deja hoy su cargo en el BM tras cuatro años en la institución para dirigir la Escuela de Economía de París, dice que eso es especialmente cierto en lo que se refiere al protagonismo en países de ingresos medios como Brasil.El organismo opera en tres frentes: uno, los préstamos comerciales a países, principalmente de ingresos medios, y de donde obtiene el grueso de su negocio; el segundo, los préstamos al sector privado y el tercero las donaciones y préstamos sin intereses a las 81 naciones más pobres del planeta, que se financian con las aportaciones de los países ricos.El Banco sostiene que sus préstamos comerciales van acompañados de servicios gratuitos para la implementación de los proyectos, pero el propio Bourguignon reconoce que la abundancia de dinero barato en los mercados hace que la institución 'sea mucho menos atractiva'.El hasta hoy economista jefe y vicepresidente de Desarrollo del Banco Mundial recuerda que la ventaja competitiva del organismo es el conocimiento acumulado durante sus más de 60 años de existencia.Ese punto fuerte explicaría el que un país con reservas multimillonarias como China todavía solicite préstamos anuales del BM por unos 2.000 millones de dólares.'Lo hacen porque saben que el BM no viene sólo con dinero, sino también con experiencia en desarrollo y eso les puede servir', afirmó Bourguignon, un economista bien considerado dentro del Banco, que ha elaborado la estrategia para el futuro de la entidad.El experto considera que, además de los servicios diferenciales y de calidad en los países de ingresos medios, el Banco necesita apostar por los bienes públicos globales como el cambio climático.'Sabemos que (los países de ingresos medios) van a tener mucha necesidad de financiación para reducir las emisiones contaminantes', dice el economista, quien cree que el Banco está llamado a jugar un papel clave en ese frente.Pese a los riesgos sobre su futuro, el experto en desarrollo augura que el BM 'se quedará en el paisaje mundial, aunque quizás sí tendrá que cambiar un poco lo que está haciendo'.Recordó que el primer préstamo del Banco, que nació para ayudar a la reconstrucción de Europa tras la II Guerra Mundial fue a Francia.'Al principio operábamos en países desarrollados y después nos salimos completamente', apuntó, para señalar que 'hay cambios normales fruto de las necesidades de desarrollo del mundo y hoy en día estamos en un cambio de ese tipo'.Bourguignon cree, por lo demás, que el Banco está atrapado en una imagen negativa de la que no consigue librarse.Ese reflejo se fraguó en la década de los años 80 cuando con Margaret Thatcher en Gran Bretaña y Ronald Reagan en EE.UU se impuso en el mundo el llamado modelo neoliberal.El Banco Mundial, en el que EE.UU es socio mayoritario, se sumó a esa línea de pensamiento.'Me parece que fue un error, aunque hemos cambiado mucho desde entonces', dice el economista francés.'Ahora ya no creemos en un modelo único de desarrollo (...) pero lo que he podido comprobar es que, pese a esa evolución muy, muy profunda, nuestra imagen no ha cambiado', aseguró.Bourguignon planea escribir un libro sobre sus años en el Banco, en el que hablará sobre las lecciones que ha aprendido.¿La más importante?: 'Probablemente que en el desarrollo la parte política es más importante que la económica (...) En muchos casos creo que tenemos ideas muy buenas sobre lo que hay que hacer desde el punto de vista económico, pero el problema es que los líderes, los gobernantes no quieren hacerlo, o simplemente hay una elite que no quiere cambiar las cosas'.
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Terra Actualidad/EFE/22/10/2007

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