17/10/07

California y otros milagros

En el Edén neoliberal casi dos millones de personas viven hacinadas

California ha sido desde finales del siglo XIX y durante todo el siglo XX El Dorado por excelencia de los Estados Unidos y del mundo.
También ha sido el centro del “modo de vida norteamericano” y el gran ejemplo del crecimiento neoliberal, con sus desigualdades espantosas, su élite glamorosa, y su exclusión de los servicios públicos más elementales.
Steinbeck la describió y fotografió en reportajes que expresaban la enorme explotación de los campesinos arruinados y hambrientos, que vagaban por los caminos durante la crisis que estalló en 1929.
Después escribió Las uvas de la ira que fue edulcorada y convertida en un canto a la solidaridad familiar y religiosa por el patriota y racista, John Ford.
En España, el neoliberalismo salvaje y el desastre de la negación de lo público, llega en forma de riada… (En la imagen, el Dios Libertad, en su versión "Libertad Duradera" también llamado "Justicia Infinita", de la iconografía neoliberal. En el sincretismo de la ideología católica o laica neoliberal hispana, podría ser la Virgen de los Remedios o los Partidos Democráticos).
Desde hace varios años las grandes ciudades californianas han tenido problemas graves en los equipamientos básicos empezando por la existencia de “apagones”, por las enormes tarifas y por las carencias de suministro eléctrico.
California es el Edén neoliberal que gobierna un duro de cartón piedra y estética de gimnasio, tanga y cirugía plática: Arnold Schwarzenegger; un émulo de Reagan que afirma de manera contundente el triunfo total de la cultura del neoliberalismo en EEUU.
Se ha publicado hoy la noticia de que más de 100.000 personas viven en garajes en Los Ángeles, y de que cerca de 2 millones de familias viven hacinadas en el estado más poblado y más rico de los Estados Unidos.
Para comprobar los efectos del neoliberalismo no hay que irse tan lejos. En España, la llegada de las primeras lluvias del otoño ha llenado el país de enormes riadas provocadas por la acumulación de basura y desperdicios en los cauces secos de los torrentes y en los conductos urbanos de saneamiento, por la falta de servicios públicos elementales de previsión y limpieza, y por la enorme especulación salvaje que ha urbanizado torrenteras, alterado el curso de los ríos y vaciado sus cauces.
Las calles de los pequeños y de los medianos pueblos se han convertido en barricadas de coches amontonados, anegados o arrastrados por la corriente. Después de los fuegos del verano llegan los lodos y las riadas del otoño, y llegarán los fríos y los muertos desamparados del invierno.
La Diosa Libertad que entroniza Washington con imagen de Schwarzenegger, y cuyo himno entonan al unísono Aznar, Zapatero y Rajoy, no parece ocuparse mucho de la gente, y mucho menos de los pobres. Vigila, eso sí, la llegada de la crisis y prepara batallones de guardias para mantener el buen orden en las cloacas, en las calles, en los tribunales, y en los “procesos electorales”.
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Noticia de referencia
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Aporrea (Rómulo Hernández) - San Francisco. Sólo en la ciudad estadounidense de Los Angeles viven más de 100 mil personas en garajes, mientras un millón setecientos mil familias lo hacen en condiciones de hacinamiento en todo el estado de California , según los últimos reportes de Action Alliance for Children, organización sin fines de lucro dedicada a informar sobre la labor de instituciones que trabajan con niños desde su sede de Oakland (California).
Entre las demás revelaciones suministradas por la agencia, financiada en parte por el Departamento de Educación de California (SDE), se encuentran que desde 1996 hasta ahora el gobierno federal ha gastado “cero” dólares en vivienda pública o de interés social, opción destinada a las familias de menos ingreso.
Así mismo el número de subsidios de la Sección 8 (programa de ayuda para el alquiler de viviendas para personas de bajos recursos) ha sido reducido en casi 150 mil desde enero de 2004, mientras para el año 2008 estos subsidios o descuentos de alquiler serían recortados en un cinco por ciento adicional, de acuerdo al presupuesto presentado por el presidente George W. Bush.
Según el informe para el cual colaboraron también Housing California, National Low-Income Housing Coalition y la Asociación de Agentes Inmobiliarios de California, entre otros, para poder pagar un apartamento promedio de dos dormitorios, quienes renten deberían ganar 22,86 dólares por hora, pese a que el salario mínimo del estado es de $ 6,75 por hora.
Igualmente se desprende del reporte que si la tendencia actual en la construcción en este estado continúa igual, para el 2020 se habrá construído menos del 60 por ciento de la vivienda necesaria, lo cual reduce de manera considerable las aspiraciones de las familias pobres californianas.
Desde 1975 el precio promedio de la vivienda en este estado se ha elevado en más del mil por ciento, llegando al récord histórico de 450 mil dólares.
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inSurGente/A.M./17/10/2007

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