Estudio sobre Latinoamérica de Fundación Konrad Adenauer:
Informe sostiene que es un país destacado en temas como calidad institucional y respeto a los derechos políticos.
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JAVIER MÉNDEZ ARAYA
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Si los estudios premiaran, Chile estaría en el podio de los triunfadores. El informe anual del centro de investigación política de la Democracia Cristiana alemana, Fundación Konrad Adenauer, que se dará a conocer hoy, señala que Chile posee el mayor grado de desarrollo democrático en Latinoamérica.
Y si los informes mataran, Venezuela y Nicaragua estarían a segundos de un tiro de gracia en el cadalso. Se ubican a la zaga entre 18 países en un índice que mide las condiciones básicas de democracia, el respeto de los derechos políticos y las libertades civiles, calidad institucional y eficacia política, el poder efectivo para gobernar y el bienestar.
Sobre Chile, Costa Rica y Uruguay, los tres primeros en ese orden, el informe sostiene que se perfilan como los poseedores sólidas estructuras democráticas y del mejor camino hacia el desarrollo democrático, alejados del facilismo populista.
El informe dice que estas naciones con alto desarrollo democrático "son países que no han caído en los últimos años en crisis político-institucionales".
Chile, Costa Rica y Uruguay representan el 17% de los países observados en este estudio.
El segundo grupo, integrado por Panamá, Argentina y México, sobresale por encima del promedio regional, que fue de 5,114 puntos. Le siguen Honduras y Colombia (ver infografía).
Para los casos de Argentina y Brasil, los países más grandes e influyentes a nivel regional, existen diversas percepciones.
"Este estudio no muestra fehacientemente cuál es la verdadera situación política e institucional de Argentina. Existe un poder con carácter hegemónico que está en manos del Presidente Kirchner. Es decir, hay una concentración del poder y las decisiones que abarca la totalidad del sistema político y del espacio institucional", sostiene el analista bonaerense Jorge Castro.
Geraldo Monteiro, politólogo de Río de Janeiro, también cree que el estudio no refleja realmente la realidad regional y especialmente en el caso de Brasil. "Hay muchas variables que producen distorsión. Pese a todas las dificultades provocadas por los escándalos de corrupción de personeros de gobierno y el presidente del Senado, las instituciones han seguido funcionando. El poder judicial es independiente para investigar, los partidos políticos ejercen bien su función fiscalizadora y hay libertad de prensa", enfatiza.
El resto de los países aparecen bastante comprimidos en la escala de valoración, con Ecuador, R. Dominicana, Venezuela y Nicaragua en los últimos lugares. Según el informe, estas naciones con desarrollo democrático bajo han estado signadas por crisis políticas y en algunos casos mal comportamiento económico.
En el tema venezolano, el analista caraqueño José Vicente Carrasquero sostiene que el gobierno de Hugo Chávez ha venido realizando su gobierno por vías paralelas a la constitucional.
Añade, además, que ha cerrado los espacios de participación democrática, en un país donde la mayoría de los medios de comunicación están en manos del Estado y "existe una manera sistemática de exclusión política y social de quienes no son partidarios del gobierno".
De todas formas, el informe dice que la subida del promedio es una tendencia que se refleja desde el Índice de Desarrollo 2003. Esta mejora se debe por el empuje que dan los crecimientos de Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú y Uruguay.
Castro admite que existe una mejoría en el desarrollo democrático regional, pero aclara que se da en un contexto de crisis. "La característica fundamental en América del Sur es la crisis de gobernabilidad. Hay que recordar que desde 1989 hasta 2005 la mayoría de los países se vio sacudida por eventos que terminaron con la salida de sus presidentes constitucionales".
El hiperpresidencialismo
El informe dice que los países de la región sostienen gobiernos con rasgos marcadamente presidencialistas. "Los sistemas hiperpresidencialistas no sólo alientan un tipo de democracia débil, inestable y de menor legitimidad, en tanto no se respetan las atribuciones constitucionales de cada una de las instancias que conforman el cuerpo institucional de un Estado, sino que además desalientan la impronta democrática volcada a través de la cultura cívica de los habitantes de cada uno de los países".
Los méritos
El informe respecto a Chile destaca, entre otras cosas, la mayor participación de la mujer en la institucionalidad democrática y un mejor comportamiento en gasto de salud y educación. Chile lidera en lo que respecta a la subdimensión social.
También existe, dice el estudio, un comportamiento favorable en especial en el índice de percepción de la corrupción.
Informe sostiene que es un país destacado en temas como calidad institucional y respeto a los derechos políticos.
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JAVIER MÉNDEZ ARAYA
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Si los estudios premiaran, Chile estaría en el podio de los triunfadores. El informe anual del centro de investigación política de la Democracia Cristiana alemana, Fundación Konrad Adenauer, que se dará a conocer hoy, señala que Chile posee el mayor grado de desarrollo democrático en Latinoamérica.
Y si los informes mataran, Venezuela y Nicaragua estarían a segundos de un tiro de gracia en el cadalso. Se ubican a la zaga entre 18 países en un índice que mide las condiciones básicas de democracia, el respeto de los derechos políticos y las libertades civiles, calidad institucional y eficacia política, el poder efectivo para gobernar y el bienestar.
Sobre Chile, Costa Rica y Uruguay, los tres primeros en ese orden, el informe sostiene que se perfilan como los poseedores sólidas estructuras democráticas y del mejor camino hacia el desarrollo democrático, alejados del facilismo populista.
El informe dice que estas naciones con alto desarrollo democrático "son países que no han caído en los últimos años en crisis político-institucionales".
Chile, Costa Rica y Uruguay representan el 17% de los países observados en este estudio.
El segundo grupo, integrado por Panamá, Argentina y México, sobresale por encima del promedio regional, que fue de 5,114 puntos. Le siguen Honduras y Colombia (ver infografía).
Para los casos de Argentina y Brasil, los países más grandes e influyentes a nivel regional, existen diversas percepciones.
"Este estudio no muestra fehacientemente cuál es la verdadera situación política e institucional de Argentina. Existe un poder con carácter hegemónico que está en manos del Presidente Kirchner. Es decir, hay una concentración del poder y las decisiones que abarca la totalidad del sistema político y del espacio institucional", sostiene el analista bonaerense Jorge Castro.
Geraldo Monteiro, politólogo de Río de Janeiro, también cree que el estudio no refleja realmente la realidad regional y especialmente en el caso de Brasil. "Hay muchas variables que producen distorsión. Pese a todas las dificultades provocadas por los escándalos de corrupción de personeros de gobierno y el presidente del Senado, las instituciones han seguido funcionando. El poder judicial es independiente para investigar, los partidos políticos ejercen bien su función fiscalizadora y hay libertad de prensa", enfatiza.
El resto de los países aparecen bastante comprimidos en la escala de valoración, con Ecuador, R. Dominicana, Venezuela y Nicaragua en los últimos lugares. Según el informe, estas naciones con desarrollo democrático bajo han estado signadas por crisis políticas y en algunos casos mal comportamiento económico.
En el tema venezolano, el analista caraqueño José Vicente Carrasquero sostiene que el gobierno de Hugo Chávez ha venido realizando su gobierno por vías paralelas a la constitucional.
Añade, además, que ha cerrado los espacios de participación democrática, en un país donde la mayoría de los medios de comunicación están en manos del Estado y "existe una manera sistemática de exclusión política y social de quienes no son partidarios del gobierno".
De todas formas, el informe dice que la subida del promedio es una tendencia que se refleja desde el Índice de Desarrollo 2003. Esta mejora se debe por el empuje que dan los crecimientos de Argentina, Bolivia, Ecuador, Perú y Uruguay.
Castro admite que existe una mejoría en el desarrollo democrático regional, pero aclara que se da en un contexto de crisis. "La característica fundamental en América del Sur es la crisis de gobernabilidad. Hay que recordar que desde 1989 hasta 2005 la mayoría de los países se vio sacudida por eventos que terminaron con la salida de sus presidentes constitucionales".
El hiperpresidencialismo
El informe dice que los países de la región sostienen gobiernos con rasgos marcadamente presidencialistas. "Los sistemas hiperpresidencialistas no sólo alientan un tipo de democracia débil, inestable y de menor legitimidad, en tanto no se respetan las atribuciones constitucionales de cada una de las instancias que conforman el cuerpo institucional de un Estado, sino que además desalientan la impronta democrática volcada a través de la cultura cívica de los habitantes de cada uno de los países".
Los méritos
El informe respecto a Chile destaca, entre otras cosas, la mayor participación de la mujer en la institucionalidad democrática y un mejor comportamiento en gasto de salud y educación. Chile lidera en lo que respecta a la subdimensión social.
También existe, dice el estudio, un comportamiento favorable en especial en el índice de percepción de la corrupción.
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El Mercurio - Chile/05/10/2007
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