25/10/07

EEUU dice 'no' a diálogo con cubano Raúl Castro

Por Adriana Garcia
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WASHINGTON (Reuters) - El presidente George W. Bush dijo el miércoles que Estados Unidos no tolerará el cambio de "dictador" en Cuba y advirtió que su política no busca la estabilidad sino la libertad en la isla de gobierno comunista.
En el primer discurso dedicado exclusivamente a Cuba desde octubre del 2003, Bush señaló que Estados Unidos no reconocerá al Gobierno interino del hermano de Fidel Castro, Raúl, a quien le transfirió el poder luego de caer enfermo el año pasado.
Esa no es la vía para Cuba, que "no va a mejorar cambiando un dictador por otro, no va a mejorar si tratamos de apaciguar a otra tiranía con la esperanza de lograr estabilidad," dijo.
"La palabra clave en nuestro trato con Cuba no es estabilidad, es libertad," enfatizó al insistir en que Estados Unidos no "va a participar en darle oxígeno a un régimen militar que victimiza a su pueblo."
Para el Gobierno cubano, el discurso de Bush representa una "invocación a la violencia" contra La Habana y una señal de "frustración" ante la estabilidad del sistema tras la enfermedad del líder Fidel Castro, de 81 años.
"Apreciamos que las palabras del presidente de los Estados Unidos anuncian una escalada sin precedentes en la política del Gobierno de Estados Unidos contra Cuba de más bloqueo, más subversión, más intentos de aislamiento de Cuba," sostuvo el canciller, Felipe Pérez Roque, a periodistas en La Habana.
Cuba y Estados Unidos libran una guerra ideológica de más de 45 años, que tuvo episodios violentos como el fallido intento de invasión auspiciado por Washington en 1961.
En su discurso, en el Departamento de Estado frente a diplomáticos de varios países de América Latina y a legisladores anticastristas de Florida, Bush estuvo rodeado de familiares de disidentes presos en la isla.
Defendió la necesidad de que en Cuba sean respetados los derechos humanos, especialmente la libertad de prensa, de reunión y de formar partidos políticos.
Más tarde, el principal diplomático estadounidense para la región, Thomas Shannon, destacó a periodistas que esas eran las condiciones para que Estados Unidos se involucre con Cuba, además de la organización de elecciones libres.
Al ser consultado por Reuters sobre qué haría Estados Unidos si Raúl Castro libera a los presos políticos, pero no cumple otras condiciones, el subsecretario del Departamento de Estado para el Hemisferio Occidental respondió: "quedaríamos muy felices si Cuba liberara a los presos."
Bush reiteró que el embargo económico a Cuba se mantendrá e instó al Congreso de su país a la aprobación de más fondos para apoyar la libertad en la isla. Además ofreció ayuda al pueblo de la isla como el llevar internet y dar becas a estudiantes cubanos en Estados Unidos.
El profesor de historia Joan Arenas reaccionó desde La Habana: "Lo primero que tiene que saber Bush es qué es libertad. Si de libertad se trata, Bush mismo 'bloquea' al pueblo norteamericano de elegir libremente su decisión de viajar a nuestro país para conocer la verdad de Cuba."
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BUSCA DE APOYO INTERNACIONAL
Por otra parte, Bush convocó a otros países del mundo a unirse en un esfuerzo para buscar un cambio hacia la democracia en Cuba. "Hemos invitado a naciones a enarbolar el estandarte de la libertad en Cuba," expresó.
"Es el momento en que el mundo haga a un lado sus diferencias y se prepare para la transición de Cuba hacia un futuro de libertad y promesas," agregó.
Bush lanzó igualmente un mensaje a militares y fuerzas policiales en la isla para que no repriman los ideales por un cambio democrático. "Ustedes pueden compartir el llamado a una nueva libertad, el día ya viene llegando," afirmó.
No estaba claro cuántos cubanos tuvieron acceso a escuchar el mensaje de Bush.
Un grupo de disidentes cubanos pudo ver el discurso en la sede diplomática de Estados Unidos en La Habana y agradecieron el interés de Bush por los presos políticos, pero estuvieron en desacuerdo sobre la efectividad su política de línea dura.
Miriam Leiva, del grupo Damas de Blanco, integrado por esposas y familiares de presos, opinó que la reiteración de la política de Bush hacia Cuba va a mantener la polarización Washington-La Habana y puede ser "contraproducente."
Una pulsera de plástico blanca donde se lee la palabra "cambio" fue distribuida entre las autoridades que comparecieron al Departamento de Estado.
Fidel Castro denunció los planes de Bush de presionar por un cambio de Gobierno en la isla en un artículo publicado el martes y dijo que era una amenaza a la humanidad porque podría dar inicio a la tercera guerra mundial.
(Con reporte adicional de Nelson Acosta y Esteban Israel en La Habana y Caren Bohan en Washington)
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Reuters América Latina - UK/25/10/2007

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