Gabriel León Zaragoza
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Juzgó de torpes a quienes piden participación de ministros de culto en política.
México, DF. La exigencia del representante de la Santa Sede y de la jerarquía católica al gobierno mexicano de otorgar mayor libertad religiosa fueron declaraciones “necias y torpes, además de repetitivas”, por lo que la iglesia católica deberá resignarse a que en México permanecerá el Estado laico, afirmó el escritor Carlos Monsiváis al dictar una conferencia en el IV Seminario Latinoamericano de Laicismo.
Sostuvo que el integrismo de la derecha y de la iglesia católica está fracasando rotundamente en el país porque nadie los ha tomado en cuenta; sin embargo, alertó que la sociedad debe “tomar en serio” los deseos de poder de este sector social a través de un partido político.
Expuso que los jerarcas con sus pretensiones de participar en política asumen una posición “amnésica” porque el Derecho Canónico les prohíbe ocupar cargos de elección popular o postularse como candidatos.
Calificó de grotesco y un caso perdido que el candidato a la dirigencia panista, Germán Martínez quiera llevar a su partido a ser de centro. Dijo que vivimos un régimen de gobierno que denigra y calumnia a la educación pública, al grado que Felipe Calderón “llegó a decir que la UNAM es un semillero de delincuentes. Nunca rectificó esto”, concluyó el escritor.
Juzgó de torpes a quienes piden participación de ministros de culto en política.
México, DF. La exigencia del representante de la Santa Sede y de la jerarquía católica al gobierno mexicano de otorgar mayor libertad religiosa fueron declaraciones “necias y torpes, además de repetitivas”, por lo que la iglesia católica deberá resignarse a que en México permanecerá el Estado laico, afirmó el escritor Carlos Monsiváis al dictar una conferencia en el IV Seminario Latinoamericano de Laicismo.
Sostuvo que el integrismo de la derecha y de la iglesia católica está fracasando rotundamente en el país porque nadie los ha tomado en cuenta; sin embargo, alertó que la sociedad debe “tomar en serio” los deseos de poder de este sector social a través de un partido político.
Expuso que los jerarcas con sus pretensiones de participar en política asumen una posición “amnésica” porque el Derecho Canónico les prohíbe ocupar cargos de elección popular o postularse como candidatos.
Calificó de grotesco y un caso perdido que el candidato a la dirigencia panista, Germán Martínez quiera llevar a su partido a ser de centro. Dijo que vivimos un régimen de gobierno que denigra y calumnia a la educación pública, al grado que Felipe Calderón “llegó a decir que la UNAM es un semillero de delincuentes. Nunca rectificó esto”, concluyó el escritor.
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La Jornada - México/08/10/2007
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