En los últimos meses, la Canciller alemana Angela Merkel parece estar sentando las bases de una nueva era de estrecha colaboración política, estratégica y económica con Estados Unidos, al mismo tiempo que está fomentado el desarrollo de una nueva política de liderazgo internacional. Los encuentros en Washington durante el pasado abril, junto con la cumbre del G8, celebrada recientemente en Alemania (bajo la presidencia de turno de la Canciller), han puesto los cimientos de la “aproximación” entre las dos potencias.
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Giulia Bigliardi
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Nueva cooperación económica: el Framework for Advancing Transatlantic Economic Integration between EU and USA
El pasado 30 de abril, la canciller alemana Angela Merkel, el presidente estadounidense, George W. Bush, y el presidente de la comisión europea José Manuel Barroso, firmaron un acuerdo de integración transatlántica entre Estados Unidos y la Unión Europea con el objetivo de “mejorar la competitividad y la vida de nuestros ciudadanos”. Según la canciller alemana, se trata de eliminar obstáculos en las relaciones económicas que actualmente “cuestan energía, tiempo y dinero”, así como de crear un mercado común a largo plazo.Con esta finalidad, el mercado prevé la aplicación de una serie de medidas llamadas a::
.Acabar con las barreras del comercio transatlántico.
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Giulia Bigliardi
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Nueva cooperación económica: el Framework for Advancing Transatlantic Economic Integration between EU and USA
El pasado 30 de abril, la canciller alemana Angela Merkel, el presidente estadounidense, George W. Bush, y el presidente de la comisión europea José Manuel Barroso, firmaron un acuerdo de integración transatlántica entre Estados Unidos y la Unión Europea con el objetivo de “mejorar la competitividad y la vida de nuestros ciudadanos”. Según la canciller alemana, se trata de eliminar obstáculos en las relaciones económicas que actualmente “cuestan energía, tiempo y dinero”, así como de crear un mercado común a largo plazo.Con esta finalidad, el mercado prevé la aplicación de una serie de medidas llamadas a::
.Acabar con las barreras del comercio transatlántico.
.Racionalizar las reformas.
.Reducir la legislación a fin de potencia el sector privado.
.Acabar con las diferencias entre las dos legislaciones con el objetivo de acrecentar la integración económica.
.Reforzar el diálogo transatlántico entre las estructuras de ambas áreas, particularmente entre la Oficina de Administración y Presupuesto estadounidense y las diversas oficinas de la Comisión Europea.
.El acuerdo, además, prevé el desarrollo de una mayor integración en las siguientes áreas:
.El derecho de propiedad intelectual, que se pretende realizar mediante el desarrollo de un procedimiento destinado a intercambiar información relacionada, por una parte, con los bienes sospechosos de vulnerar los derechos de la propiedad intelectual, y, por otra parte, con las aduanas.
.Las inversiones. Para acabar con cualquier barrera en las inversiones, se ha acordado que ambas partes continuarán colaborando en la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), con el objetivo de promover reformas políticas destinadas a fomentar las inversiones. Se producirán encuentros regulares para discutir sobre políticas, leyes y medidas que podrían tener un impacto sobre las inversiones de la Unión Europea de Estados Unidos. Finalmente, se prevé la eliminación o la reducción de los costes que las barreras comerciales puedan producir sobre la demanda de inversiones.
.Los mercados financieros. Se prevén medidas destinadas a la convergencia entre estructuras financieras de las áreas interesadas. En primer lugar, se reconoce la existencia informal del llamado “Diálogo Regulador de los Mercados Financieros”; en segundo lugar, se han estipulado objetivos tales como la convergencia del sector seguros o una mayor cooperación entre la regulación financiera de ambas áreas.
.Comercio seguro. El empleo de estándares comunes maximizará la seguridad. En este contexto se enmarca el programa Customs Trade Partnership Against Terrorism and Authorized Economic Operator, destinado a evitar que se dupliquen los controles, reduciendo los costes comerciales.
.Innovaciones. Se prevé también un intercambio de expertos en nuevas tecnologías, así como un intercambio de opiniones en cuanto a la adopción de políticas sobre tecnologías emergentes, particularmente en nanotecnología, clonación y biotecnología. Se contempla la posibilidad de actuar y proponer investigaciones en este ámbito, más que la colaboración entre las estructuras.
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G8: un paso más hacia la cooperación en política ambiental
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La cumbre del G8, celebrada en Alemania, representó un paso adelante en la aproximación entre Estados Unidos y Alemania. La canciller alemana Angela Merkel, presidenta de turno de la cumbre, ha sabido guiar a la Unión Europea hacia una mayor cooperación con los Estados Unidos, elaborando una serie de “políticas comunes” en diversos sectores.Durante la cumbre, se prestó particular atención a las políticas climáticas. Estados Unidos y Alemania (en representación de la UE) alcanzaron un acuerdo sobre esta delicada cuestión, estableciendo una serie de objetivos para el futuro. En primer lugar, se estudiarán tecnologías más avanzadas para el uso del carbón, además de tecnologías que permitan acabar con las emisiones de gas invernadero. En relación a esto, Estados Unidos construirá para el 2012 el FutureGen, una planta energética de emisiones cero. Está contemplada también la inyección de enormes cantidades de dinero (casi 2.000 millones de dólares por parte de los Estados Unidos, y 400 millones de euros de la UE) en el desarrollo y la producción de fuentes de energías limpias; mientras, se estudiarátambién la posibilidad de desarrollar energías renovables y alternativas con el objetivo de reducir el consumo del petróleo en un 20% para el 2017. La promoción de la eficiencia energética, expresa la voluntad común de reducir las emisiones de gas invernadero.
También en materia de política exterior, Estados Unidos y Alemania han dado los pasos pertinentes para una mayor aproximación: George W. Bush y Angela Merkel, han adoptado una política exterior común en la promoción de la paz, de los derechos humanos, y de la democracia en el mundo. El refuerzo de las instituciones democráticas, la asistencia de la sociedad civil y el apoyo a la libre información en Bielorrusia; la promoción de la democracia, la legalidad y el desarrollo económico en Ucrania, Moldavia, Georgia, Armenia, Azerbaiyán y los Estados centro-asiático; el impulso a la creación de un Estado Palestino democrático e independiente; el apoyo a un Gobierno libanes legítimo elegido democráticamente; o el apoyo a Afganistán, son algunos de los temas en los que Alemania y Estados Unidos han coincidido. Por el contrario, durante la reunión del G8, surgieron algunos puntos controvertidos, que marcaron el progresivo alejamiento de Alemania de la posición política adoptada por Rusia.En particular, se ha adoptado una renovada política extranjera destinada a apoyar financiera y económicamente la reconstrucción de Afganistán; de hecho, mientras los presupuestos europeos para el periodo 2007 – 2010, prevén destinar 600 millones de euros para la reconstrucción del país, Estados Unidos ha decidido mantener en el el territorio cerca de 500 policías, que formaran parte tanto del cuerpo de policía como de la policía militar.
En lo concerniente a la guerra contra el terrorismo internacional, Estados Unidos y la UE prevén un aumento de las mediadas preventivas. Por una parte se adoptarán sanciones contra las organizaciones terroristas y se llevarán a cabo acciones conjuntas para la actuación de la FATF (Financial Action Task Force), un plan estratégico destinado a combatir las fuentes de financiación del terrorismo.La cooperación entre Alemania y Estados Unidos también contempla la cuestión iraní. Los dos países han reiterado su empeño en prevenir e impedir que Irán consiga armas nucleares, expresando además su preocupación por los efectos negativos que la reciente política de Irán está teniendo sobre todo el territorio, especialmente sobre Irak. En este sentido, la Canciller ha afirmado que Alemania y Estados Unidos “no serán intimidados por un país como Irán”.
G8: un paso más hacia la cooperación en política ambiental
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La cumbre del G8, celebrada en Alemania, representó un paso adelante en la aproximación entre Estados Unidos y Alemania. La canciller alemana Angela Merkel, presidenta de turno de la cumbre, ha sabido guiar a la Unión Europea hacia una mayor cooperación con los Estados Unidos, elaborando una serie de “políticas comunes” en diversos sectores.Durante la cumbre, se prestó particular atención a las políticas climáticas. Estados Unidos y Alemania (en representación de la UE) alcanzaron un acuerdo sobre esta delicada cuestión, estableciendo una serie de objetivos para el futuro. En primer lugar, se estudiarán tecnologías más avanzadas para el uso del carbón, además de tecnologías que permitan acabar con las emisiones de gas invernadero. En relación a esto, Estados Unidos construirá para el 2012 el FutureGen, una planta energética de emisiones cero. Está contemplada también la inyección de enormes cantidades de dinero (casi 2.000 millones de dólares por parte de los Estados Unidos, y 400 millones de euros de la UE) en el desarrollo y la producción de fuentes de energías limpias; mientras, se estudiarátambién la posibilidad de desarrollar energías renovables y alternativas con el objetivo de reducir el consumo del petróleo en un 20% para el 2017. La promoción de la eficiencia energética, expresa la voluntad común de reducir las emisiones de gas invernadero.
También en materia de política exterior, Estados Unidos y Alemania han dado los pasos pertinentes para una mayor aproximación: George W. Bush y Angela Merkel, han adoptado una política exterior común en la promoción de la paz, de los derechos humanos, y de la democracia en el mundo. El refuerzo de las instituciones democráticas, la asistencia de la sociedad civil y el apoyo a la libre información en Bielorrusia; la promoción de la democracia, la legalidad y el desarrollo económico en Ucrania, Moldavia, Georgia, Armenia, Azerbaiyán y los Estados centro-asiático; el impulso a la creación de un Estado Palestino democrático e independiente; el apoyo a un Gobierno libanes legítimo elegido democráticamente; o el apoyo a Afganistán, son algunos de los temas en los que Alemania y Estados Unidos han coincidido. Por el contrario, durante la reunión del G8, surgieron algunos puntos controvertidos, que marcaron el progresivo alejamiento de Alemania de la posición política adoptada por Rusia.En particular, se ha adoptado una renovada política extranjera destinada a apoyar financiera y económicamente la reconstrucción de Afganistán; de hecho, mientras los presupuestos europeos para el periodo 2007 – 2010, prevén destinar 600 millones de euros para la reconstrucción del país, Estados Unidos ha decidido mantener en el el territorio cerca de 500 policías, que formaran parte tanto del cuerpo de policía como de la policía militar.
En lo concerniente a la guerra contra el terrorismo internacional, Estados Unidos y la UE prevén un aumento de las mediadas preventivas. Por una parte se adoptarán sanciones contra las organizaciones terroristas y se llevarán a cabo acciones conjuntas para la actuación de la FATF (Financial Action Task Force), un plan estratégico destinado a combatir las fuentes de financiación del terrorismo.La cooperación entre Alemania y Estados Unidos también contempla la cuestión iraní. Los dos países han reiterado su empeño en prevenir e impedir que Irán consiga armas nucleares, expresando además su preocupación por los efectos negativos que la reciente política de Irán está teniendo sobre todo el territorio, especialmente sobre Irak. En este sentido, la Canciller ha afirmado que Alemania y Estados Unidos “no serán intimidados por un país como Irán”.
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Lucha conjunta contra los desastres africanos
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El G8 también supuso un importante punto de encuentro para la lucha global contra el SIDA y otras enfermedades que diezman el continente africano. Para finales de 2015, según el compromiso adoptado por la comunidad internacional, todos los pacientes afectados por el VIH tendrán acceso libre al tratamiento.El presidente estadounidense y la canciller alemana han adoptado un programa de ayudas especialmente destinado a tal fin.
Concretamente, George W. Bush planifica aumentar (si no doblar) los fondos y los recursos para combatir tales desastres. En particular, se anunció un Plan Quinquenal de 30.000 millones de dólares para aumentar la implicación americana en la lucha contra el SIDA. Bush tendrá que conseguir la aprobación del Congreso para autorizar el Plan presidencial de emergencia para el SIDA (President’s Emergency Plan for AIDS Relief – PEPFAR), que permita doblar la asignación inicial de 15.000 millones de dólares.Por su parte, Alemania ha anunciado que donará 4.000 millones de euros durante los próximos ocho años en la lucha global contra el SIDA. La nueva asignación anual aumentará en relación al 2006-2007, alcanzando los 500 millones de euros. Se prevé que los fondos adicionales mejoren el tratamiento de mujeres y niños.
Lucha conjunta contra los desastres africanos
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El G8 también supuso un importante punto de encuentro para la lucha global contra el SIDA y otras enfermedades que diezman el continente africano. Para finales de 2015, según el compromiso adoptado por la comunidad internacional, todos los pacientes afectados por el VIH tendrán acceso libre al tratamiento.El presidente estadounidense y la canciller alemana han adoptado un programa de ayudas especialmente destinado a tal fin.
Concretamente, George W. Bush planifica aumentar (si no doblar) los fondos y los recursos para combatir tales desastres. En particular, se anunció un Plan Quinquenal de 30.000 millones de dólares para aumentar la implicación americana en la lucha contra el SIDA. Bush tendrá que conseguir la aprobación del Congreso para autorizar el Plan presidencial de emergencia para el SIDA (President’s Emergency Plan for AIDS Relief – PEPFAR), que permita doblar la asignación inicial de 15.000 millones de dólares.Por su parte, Alemania ha anunciado que donará 4.000 millones de euros durante los próximos ocho años en la lucha global contra el SIDA. La nueva asignación anual aumentará en relación al 2006-2007, alcanzando los 500 millones de euros. Se prevé que los fondos adicionales mejoren el tratamiento de mujeres y niños.
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Conclusiones
Conclusiones
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La elección de Angela Merkel como Canciller parece haber impulsado un fuerte cambio en la política extranjera alemana. Al contrario que Schroder, la nueva Canciller parece haber adoptado una línea política y económica, además de estratégica, destinada a hacer de Alemania un país con peso en materia de política internacional y un socio de confianza en las relaciones con Estados Unidos. Cada vez más, parece que el país germano haya adoptado un nuevo papel de “líder” en el desarrollo de la política internacional. Además, la estrecha colaboración con Estados Unidos (sobre todo económicamente) hace pensar que esta aproximación pueda desarrollarse a largo plazo. Los acuerdos comerciales y la Cumbre del G8, en territorio alemán, podrían representar el inicio de una nueva era, marcada por el dúo Estados Unidos – Alemania.
Por el momento, el objetivo de conseguir una mayor cooperación o integración con Estados Unidos parece depender de la opinión política y pública de Alemania. Muchos alemanes se muestran escépticos ante las decisiones políticas exteriores adoptadas por la Administración Bush: un estudio elaborado por Transatlantic Trends (proyecto del German Marshall Fund estadounidense) ha revelado que el 80% de los alemanes desaprueban la política internacional norteamericana.Desde este punto de vista, la cooperación entre Estados Unidos y Alemania podría estar sujeta a diversas fases de reajuste, e, igualmente, podría verse influenciada por el desarrollo del proyecto de liderazgo alemán que, tanto en el ámbito europeo como en el global, Angela Merkel parece perseguir.
La elección de Angela Merkel como Canciller parece haber impulsado un fuerte cambio en la política extranjera alemana. Al contrario que Schroder, la nueva Canciller parece haber adoptado una línea política y económica, además de estratégica, destinada a hacer de Alemania un país con peso en materia de política internacional y un socio de confianza en las relaciones con Estados Unidos. Cada vez más, parece que el país germano haya adoptado un nuevo papel de “líder” en el desarrollo de la política internacional. Además, la estrecha colaboración con Estados Unidos (sobre todo económicamente) hace pensar que esta aproximación pueda desarrollarse a largo plazo. Los acuerdos comerciales y la Cumbre del G8, en territorio alemán, podrían representar el inicio de una nueva era, marcada por el dúo Estados Unidos – Alemania.
Por el momento, el objetivo de conseguir una mayor cooperación o integración con Estados Unidos parece depender de la opinión política y pública de Alemania. Muchos alemanes se muestran escépticos ante las decisiones políticas exteriores adoptadas por la Administración Bush: un estudio elaborado por Transatlantic Trends (proyecto del German Marshall Fund estadounidense) ha revelado que el 80% de los alemanes desaprueban la política internacional norteamericana.Desde este punto de vista, la cooperación entre Estados Unidos y Alemania podría estar sujeta a diversas fases de reajuste, e, igualmente, podría verse influenciada por el desarrollo del proyecto de liderazgo alemán que, tanto en el ámbito europeo como en el global, Angela Merkel parece perseguir.
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Equilibri.net - Italy/02/10/2007
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