FRANCISCO RODRÍGUEZ
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Coincidían ayer dos contertulios: Vicente Fox vive el síndrome Fujimori. Como el ex mandatario peruano que huyó a Japón cuando en el país andino brotaron los escándalos de corrupción, quien aquí se ostenta falsamente como guanajuatense ha corrido a los Estados Unidos al divulgarse con amplitud la podredumbre, mentiras, falsos testimonios con las que trata de ocultar su impresionante riqueza adquirida a su paso por Los Pinos.So pretexto de la presentación del libro escrito por el publicista Rob Alwyn -y firmado por Fox--, éste ha realizado una serie de presentaciones en todo tipo de programas de la televisión estadounidense. Lo mismo ha aparecido al lado de un comediante que de un reaccionario wasp, o blanco, anglosajón, protestante y, por ende, anti-inmigrante.Su tour mediático, cierto, ha provocado el enojo de grupos organizados de migrantes, ya porque insulta a George Bush, llamándolo "vaquero de parabrisas" y tal podría ir en contra de los paisanos, cual de hecho ya sucedió al celebrarse el 12 de octubre en la Casa Blanca sin la presencia de los diplomáticos de los países latinoamericanos, incluido el mexicano. También porque, dicen, va ahora a hablar a favor de las comunidades nacionales en aquél país, lo que sin duda lo muestra desfasado en tiempos. Con la banda presidencial sobre el pecho, nunca hizo tan vehementes defensas del trabajo de los mexicanos en el exterior.Llama la atención, en cambio, que la tónica de su reiterado mensaje "al aire" enfatice que él mismo es producto del american way of life... que hable tanto de su abuelo y padre a quienes identifica como estadounidenses... que ellos se esforzaron y merced a tal, él consiguió ser Presidente de la democracia mexicana...Su mensaje, observan, está dirigido a los consumidores (de libros) y a los votantes de Estados Unidos.Pareciera que está trabajando para el Partido Demócrata, dijo ayer por la mañana uno de estos observadores. A lo que el otro atajó: concretamente para la candidatura de Hillary Clinton.De ser ciertas tales consideraciones, Fox sería usado una vez más por los políticos estadounidenses, quienes sin duda lo usaron a él y abusaron de los mexicanos durante el sexenio que aquél tuvo bajo su cuidado al país.Todo está perfectamente planeado. Incluso sus exabruptos en contra de políticos en funciones, como el veracruzano Fidel Herrera Beltrán, a quien inculpa del derribo de su imagen en bronce, cuando el destructor de lo que esa estatua representa es él mismo.Fox, como Fujimori lo hizo en el país del sol naciente, está haciendo política en la nación de sus mayores, de la que él se considera formar parte.¿Y cómo no? Su padre, efectivamente tuvo la nacionalidad estadounidense.Por ende, él mismo ha optado ahora mismo por seguir en la política, pero en el terruño paterno.¿Fox electo presidente del PAN? ¿Fox metiendo más todavía las manos en el país?Hasta ahora parece no interesarle tanto como el influir, manejando por hilos política y económicamente muy poderosos, en la política del vecino del Norte.
Coincidían ayer dos contertulios: Vicente Fox vive el síndrome Fujimori. Como el ex mandatario peruano que huyó a Japón cuando en el país andino brotaron los escándalos de corrupción, quien aquí se ostenta falsamente como guanajuatense ha corrido a los Estados Unidos al divulgarse con amplitud la podredumbre, mentiras, falsos testimonios con las que trata de ocultar su impresionante riqueza adquirida a su paso por Los Pinos.So pretexto de la presentación del libro escrito por el publicista Rob Alwyn -y firmado por Fox--, éste ha realizado una serie de presentaciones en todo tipo de programas de la televisión estadounidense. Lo mismo ha aparecido al lado de un comediante que de un reaccionario wasp, o blanco, anglosajón, protestante y, por ende, anti-inmigrante.Su tour mediático, cierto, ha provocado el enojo de grupos organizados de migrantes, ya porque insulta a George Bush, llamándolo "vaquero de parabrisas" y tal podría ir en contra de los paisanos, cual de hecho ya sucedió al celebrarse el 12 de octubre en la Casa Blanca sin la presencia de los diplomáticos de los países latinoamericanos, incluido el mexicano. También porque, dicen, va ahora a hablar a favor de las comunidades nacionales en aquél país, lo que sin duda lo muestra desfasado en tiempos. Con la banda presidencial sobre el pecho, nunca hizo tan vehementes defensas del trabajo de los mexicanos en el exterior.Llama la atención, en cambio, que la tónica de su reiterado mensaje "al aire" enfatice que él mismo es producto del american way of life... que hable tanto de su abuelo y padre a quienes identifica como estadounidenses... que ellos se esforzaron y merced a tal, él consiguió ser Presidente de la democracia mexicana...Su mensaje, observan, está dirigido a los consumidores (de libros) y a los votantes de Estados Unidos.Pareciera que está trabajando para el Partido Demócrata, dijo ayer por la mañana uno de estos observadores. A lo que el otro atajó: concretamente para la candidatura de Hillary Clinton.De ser ciertas tales consideraciones, Fox sería usado una vez más por los políticos estadounidenses, quienes sin duda lo usaron a él y abusaron de los mexicanos durante el sexenio que aquél tuvo bajo su cuidado al país.Todo está perfectamente planeado. Incluso sus exabruptos en contra de políticos en funciones, como el veracruzano Fidel Herrera Beltrán, a quien inculpa del derribo de su imagen en bronce, cuando el destructor de lo que esa estatua representa es él mismo.Fox, como Fujimori lo hizo en el país del sol naciente, está haciendo política en la nación de sus mayores, de la que él se considera formar parte.¿Y cómo no? Su padre, efectivamente tuvo la nacionalidad estadounidense.Por ende, él mismo ha optado ahora mismo por seguir en la política, pero en el terruño paterno.¿Fox electo presidente del PAN? ¿Fox metiendo más todavía las manos en el país?Hasta ahora parece no interesarle tanto como el influir, manejando por hilos política y económicamente muy poderosos, en la política del vecino del Norte.
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Noticias Oaxaca - Mexico/17/20/2007
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