AFP
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El Gobierno estudia usar microaviones espías para luchar contra la violencia urbana y la amenaza islamista
El Gobierno estudia usar microaviones espías para luchar contra la violencia urbana y la amenaza islamista
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JUAN PEDRO QUIÑONERO
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Francia estudia la introducción masiva de la vídeovigilancia y los microaviones espías para combatir las nuevas formas de violencia terrorista, agitación suburbana y violencia nihilista en el corazón de las ciudades y las fronteras del país, donde la porosidad del tejido social plantea desafíos de nuevo cuño.
Las nuevas tecnologías militares ya son operacionales en los nuevos campos de batalla -Líbano o Afganistán- y en los escenarios donde se temen posibles ataques terroristas, como Nueva York y Londres. La amarga experiencia de las jornadas de violencia urbana del invierno de 2005 y las amenazas terroristas islámicas están acelerando una reflexión paralela a todos los niveles del sistema francés de seguridad.
Entre las nuevas tecnologías, la vídeo vigilancia es la que está llamada a una utilización masiva, inmediatamente, siguiendo los modelos de Londres y Nueva York. Michèle Alliot-Marie, ministra del Interior, espera poder triplicar el número de cámaras en París, en todas las grandes ciudades y en todas las líneas de ferrocarril y transportes por carretera.
La red urbana y suburbana de transportes públicos, en París e Isla de Francia, espera contar con más de 6.500 cámaras en los próximos dos años, con varios objetivos: mejorar la calidad de las imágenes, ampliar las áreas de vigilancia e incrementar la información útil, en tiempo real, en materia de seguridad urbana.
Más allá de problemas técnicos, las nuevas formas de vigilancia también plantean delicados problemas políticos. El Ministerio del Interior debe concertar con autoridades empresariales, municipales y regionales la puesta en servicio de sistemas de vigilancia mucho más sofisticados, cuya eficacia práctica es indisociable de la concertación política previa.
Concertación política
La futura utilización de microaviones sin piloto, teledirigidos, para observar, vigilar, controlar y prevenir conflictos urbanos se encuentra en una primera etapa de información y concertación entre las distintas autoridades nacionales, municipales y regionales.
Los microaviones teledirigidos con fines militares hace mucho que se utilizan con eficacia en los escenarios bélicos más sofisticados, como Líbano sur. Y ya existen modelos de micro aviones -de un metro de largo y sesenta centímetros de ancho- concebidos con fines policiales en el corazón y la periferia de las grandes ciudades.
El Ministerio del Interior hace tiempo que experimenta con discreción algunos modelos con aparente éxito. Volando a 150 metros de altura, pertrechados con material fotográfico sofisticado, tales aparatos permiten vigilar con precisión la evolución de manifestaciones, el incendio de automóviles y los movimientos de una banda sospechosa.
Tras las jornadas de violencia de 2005, Interior ha experimentado con éxito aparente en repetidas ocasiones. Una cámara térmica instalada en un microavión permitió seguir y enviar información policial útil durante las jornadas de incendio de automóviles del fin de año de 2006.
Técnicamente, los microaviones espías ya son operacionales. Queda en suspenso la concertación política imprescindible y compleja. A juicio de Interior, la opinión pública ya está «madura» para la «introducción masiva» de las nuevas tecnologías. Pero las autoridades municipales y regionales todavía intentan ejercer algún tipo de tutela, denunciando la tentación de utilizaciones «descontroladas» de la vídeo vigilancia y los micro aviones militares.
Las nuevas tecnologías militares ya son operacionales en los nuevos campos de batalla -Líbano o Afganistán- y en los escenarios donde se temen posibles ataques terroristas, como Nueva York y Londres. La amarga experiencia de las jornadas de violencia urbana del invierno de 2005 y las amenazas terroristas islámicas están acelerando una reflexión paralela a todos los niveles del sistema francés de seguridad.
Entre las nuevas tecnologías, la vídeo vigilancia es la que está llamada a una utilización masiva, inmediatamente, siguiendo los modelos de Londres y Nueva York. Michèle Alliot-Marie, ministra del Interior, espera poder triplicar el número de cámaras en París, en todas las grandes ciudades y en todas las líneas de ferrocarril y transportes por carretera.
La red urbana y suburbana de transportes públicos, en París e Isla de Francia, espera contar con más de 6.500 cámaras en los próximos dos años, con varios objetivos: mejorar la calidad de las imágenes, ampliar las áreas de vigilancia e incrementar la información útil, en tiempo real, en materia de seguridad urbana.
Más allá de problemas técnicos, las nuevas formas de vigilancia también plantean delicados problemas políticos. El Ministerio del Interior debe concertar con autoridades empresariales, municipales y regionales la puesta en servicio de sistemas de vigilancia mucho más sofisticados, cuya eficacia práctica es indisociable de la concertación política previa.
Concertación política
La futura utilización de microaviones sin piloto, teledirigidos, para observar, vigilar, controlar y prevenir conflictos urbanos se encuentra en una primera etapa de información y concertación entre las distintas autoridades nacionales, municipales y regionales.
Los microaviones teledirigidos con fines militares hace mucho que se utilizan con eficacia en los escenarios bélicos más sofisticados, como Líbano sur. Y ya existen modelos de micro aviones -de un metro de largo y sesenta centímetros de ancho- concebidos con fines policiales en el corazón y la periferia de las grandes ciudades.
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El Diario Montañés - España/14/10/2007
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