15/10/07

La innovación es lo que lleva al desarrollo

ERICH KUNHARDT ES UN INVESTIGADOR QUE TRABAJA EN LA UNIVERSIDAD POLITECNICA DE NUEVA YORK
Kunhardt ha sido catedrático en varias universidades de Estados Unidos. HOY/Rafael Segura
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POR LEONORA RAMÍREZ S.
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Países como la República Dominicana deben concentrar sus esfuerzos en la innovación, para que el avasallante crecimiento de las economías de India y China no los deje fuera de los mercados globales.

Esa es la recomendación del doctor Erich Kunhardt, un investigador de origen dominicano que trabaja en la Universidad Politécnica de Nueva York.

Durante una visita realizada al país, para recibir el título Honoris Causa del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), planteó que son las universidades las que deben hacer las transformaciones que conduzcan a la innovación.

Para alcanzar ese propósito, entiende que no bastan los esfuerzos individuales, sino políticas de desarrollo que permitan el fortalecimiento de la educación y de la creatividad.

Kunhardt, quien ha patentizado más de 14 invenciones, tiene la convicción de que el sector privado, más que el gobierno, es el motor del crecimiento económico.

Aunque destacó que el sector oficial tiene la responsabilidad de facilitar la producción.

“Para mí los innovadores son los héroes de la prosperidad, porque a través de ellos se sostienen miles de familias”.

Al retomar el tema de India y China dijo que en esos países las posibilidades de innovación son superiores, sólo tomando en cuenta la cantidad de personas.

Sin embargo, resaltó que en China, que se ha convertido en una potencia económica principalmente por la mano de obra barata, hay una fuerte inversión en educación procedente principalmente del sector privado.

“Ellos están haciendo un gran esfuerzo por transformar su competitividad fortaleciendo la innovación, porque ese es el camino que lleva al desarrollo”.

La importancia de la organización

Al establecer un paralelismo con la realidad dominicana, expresó que la creatividad no se puede dejar a expensas de la casualidad.

En ese contexto, planteó que los estudiantes dominicanos no se dan cuenta de que en ellos está vivo en germen de la innovación, y que de alguna manera tienen la responsabilidad de ser agentes de innovación, de crear empleos.

“Eso está en ellos, no en los gobiernos que muchas veces lo que buscan es votos, incluso en Estados Unidos”

LA RECOMENDACIÓN PARA EL PAÍS

Erich Kunhardt, quien nació en Montecristi y vive en los Estados Unidos desde los 12 años, considera que la sociedad dominicana debería emular el ejemplo de los países que han optado por la educación para alcanzar su desarrollo.

“Sólo es posible cambiar creando una nueva cultura de la innovación, permitiendo que las personas sean proactivas y asuman la responsabilidad de crear las fuentes de empleo.

“Porque en esta coyuntura Santo Domingo tiene que buscar su nicho de mercado en el mundo global”.

No todo es tecnología

Parecería contradictorio, pero Kunhardt no cree que las computadoras y la Internet sean la panacea del desarrollo.

“Ni siquiera uso e-mail, y eso no me hace menos poderoso”, planteó al destacar que aunque la Internet es una herramienta que contribuye con el conocimiento global, no saca a los países de la pobreza.

Lo que sí es capaz de transformar a una sociedad es la educación de la gente, la capacidad de razonar, precisó.

“Lo que se necesita es una cultura que favorezca la creación, que el individuo tenga la capacidad de razonar, de pensar, después las computadoras facilitarían el trabajo creativo, pero no lo hacen por sí solas”.

Su vida en montecristi

Kunhardt salió de Montecristi en el año 1962, cuando tenía 12 años y este país estaba sometido en una intensa crisis política a raíz del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo.

Sus padres, Juan Enrique Kunhardt e Irma Grullón, ya fallecidos, decidieron que lo mejor para él era estudiar en los Estados Unidos.

Lo inscribieron en un colegio en Nueva York. Aprender inglés le costó tres o cuatro meses porque no sabía absolutamente nada al llegar allí.

Para comprender las clases traducía palabra por palabra capítulos de historia, por citar sólo un ejemplo.

Este hombre, al que se le confunden algunas palabras en español, pero que tiene vivas expresiones muy dominicanas, ahora como nunca está aferrado a sus raíces montecristeñas.

El nunca ha perdido el contacto con los familiares que residen aquí, ni ha dejado de recorrer los rincones de un pequeño pueblo ubicado en la frontera Norte del país.

“Ahora entiendo por qué mi padre nunca salió de Montecristi...es que es un pueblo único con ese mar, los pescadores, ahora me siento más cerca de todo aquello.

“Si me preguntaran ahora dónde quisiera crecer, no me imagino que fuese en un sitio diferente a Montecristi, porque eso es un Edén”.

Inevitable hablar, desde aquella cotidianidad, de la integración de su padre a los problemas de esa comunidad.

“A mí me encanta decirle a la gente que soy de Montecristi”, refirió.

Pero Kunhardt también está interesado en conocer la parte alemana que corre por sus venas, por herencia directa de su padre. Si su pasado es vital para su vida, también la ciudad de Nueva York, la que cataloga como el gran centro de acogida de cientos de inmigrantes.

En lo profesional

Kunhardt estudió en Nueva York y Connecticut.

Realizó una maestría en Ciencias en la Universidad de Nueva York, y un doctorado en electrofísica en la Universidad Politécnica de Nueva York, en 1972.

Trabajó como profesor asistente en el Texas Tech University en 1997, hasta escalar la posición de codirector del programa de física ingenieril y director del programa de investigación de grado.

En 1985 volvió a la Universidad de Nueva York como docente.

En 1991 pasó al Stevens Institute of Tecnology, donde ocupó el puesto de decano de ciencias y artes, y en 2005 lo nombran rector de la Universidad Politécnica de Nueva York.
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Hoy Digital - República Dominicana/15/10/2007

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