10/10/2007
OPINIÓN
Rebeca Vaisberg de Lustgarten
Nuevo Mundo Israelita
-
“Nunca se destaca que las persecuciones contra los judíos en Europa y Rusia eran persecuciones de arios contra arios. De un odio y racismo entre arios católicos y arios judíos” (extracto de La ideología ario sionista europea, de Susana Khalil).¿Cómo se destaca -o tan siquiera se menciona- semejante insolencia? El concepto de raza aria es considerado en el mundo académico serio como una creencia pseudocientífica, que sólo se utiliza al hablar del nazismo. Hablar de “arios católicos” o de “arios judíos”, frente a un público racista que todavía venera el concepto, sería exponer la integridad personal del atrevido, ya que tal aseveración, ante dicha audiencia, sería una contradicción. En la Alemania Nazi, esa afirmación le habría valido a la señora Khalil un pase directo a la cámara de gas.Mucha gente desconoce la historia del conflicto arabe-israelí y la historia del Pueblo Judío, lo que provee un campo fértil para que los inescrupulosos introduzcan invenciones que justifiquen sus intenciones de eliminar al Estado de Israel. La inversión de la realidad -táctica tomada de los nazis- se basa en transgredir la verdad y es una de las formas preferidas de propaganda utilizadas por los adversarios de Israel como herramienta de guerra.Muchos líderes palestinos y árabes niegan el Holocausto, así como la realidad diaria de sus pueblos, entre otras falsificaciones. Ya lo decía Goebbels, gran maestro en eso de invertir la realidad: “Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.Primero se asemejó a los israelíes con los nazis; ahora se hila más fino, se les dice arios a los judíos. Se busca esconder y distanciarse del propio pasado vergonzoso: la conexión y el apoyo prestado a los nazis durante la guerra a través de Haj Amin al Husseini, el Mufti de Jerusalén -primo admirado y mentor de Arafat-, gran judeófobo, quien fue su representante en el mundo árabe. Dicha relación e influencia se mantuvo a través del refugio prestado a muchos nazis en diferentes países árabes una vez finalizada la guerra. La proyección en cuanto a las tácticas e ideas nazis se observa claramente hasta el día de hoy.Cito a Joel Fishman: “La inversión de la realidad nunca puede servir a una causa moralmente positiva… constituye un asalto al pensamiento de la razón, el fundamento de la cultura moderna; si esto da resultado, corremos el peligro de que la sociedad experimente una regresión”. El fin de la propaganda de los enemigos de Israel siempre es el mismo: cuestionar la legitimidad del Estado de Israel. ¿Puede existir un diálogo basado en calumnias e invenciones? La bulla de los fanáticos cree silenciar a los moderados y pareciera dominar la agenda política, pero no es así. Muchos luchan por contrarrestar ese lenguaje trabajando en las sociedades civiles en búsqueda de la reconciliación, estableciendo puentes entre las sociedades que tanto han sufrido.
OPINIÓN
Rebeca Vaisberg de Lustgarten
Nuevo Mundo Israelita
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“Nunca se destaca que las persecuciones contra los judíos en Europa y Rusia eran persecuciones de arios contra arios. De un odio y racismo entre arios católicos y arios judíos” (extracto de La ideología ario sionista europea, de Susana Khalil).¿Cómo se destaca -o tan siquiera se menciona- semejante insolencia? El concepto de raza aria es considerado en el mundo académico serio como una creencia pseudocientífica, que sólo se utiliza al hablar del nazismo. Hablar de “arios católicos” o de “arios judíos”, frente a un público racista que todavía venera el concepto, sería exponer la integridad personal del atrevido, ya que tal aseveración, ante dicha audiencia, sería una contradicción. En la Alemania Nazi, esa afirmación le habría valido a la señora Khalil un pase directo a la cámara de gas.Mucha gente desconoce la historia del conflicto arabe-israelí y la historia del Pueblo Judío, lo que provee un campo fértil para que los inescrupulosos introduzcan invenciones que justifiquen sus intenciones de eliminar al Estado de Israel. La inversión de la realidad -táctica tomada de los nazis- se basa en transgredir la verdad y es una de las formas preferidas de propaganda utilizadas por los adversarios de Israel como herramienta de guerra.Muchos líderes palestinos y árabes niegan el Holocausto, así como la realidad diaria de sus pueblos, entre otras falsificaciones. Ya lo decía Goebbels, gran maestro en eso de invertir la realidad: “Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad”.Primero se asemejó a los israelíes con los nazis; ahora se hila más fino, se les dice arios a los judíos. Se busca esconder y distanciarse del propio pasado vergonzoso: la conexión y el apoyo prestado a los nazis durante la guerra a través de Haj Amin al Husseini, el Mufti de Jerusalén -primo admirado y mentor de Arafat-, gran judeófobo, quien fue su representante en el mundo árabe. Dicha relación e influencia se mantuvo a través del refugio prestado a muchos nazis en diferentes países árabes una vez finalizada la guerra. La proyección en cuanto a las tácticas e ideas nazis se observa claramente hasta el día de hoy.Cito a Joel Fishman: “La inversión de la realidad nunca puede servir a una causa moralmente positiva… constituye un asalto al pensamiento de la razón, el fundamento de la cultura moderna; si esto da resultado, corremos el peligro de que la sociedad experimente una regresión”. El fin de la propaganda de los enemigos de Israel siempre es el mismo: cuestionar la legitimidad del Estado de Israel. ¿Puede existir un diálogo basado en calumnias e invenciones? La bulla de los fanáticos cree silenciar a los moderados y pareciera dominar la agenda política, pero no es así. Muchos luchan por contrarrestar ese lenguaje trabajando en las sociedades civiles en búsqueda de la reconciliación, estableciendo puentes entre las sociedades que tanto han sufrido.
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