Un cónsul y dos embajadores son tres de los elegidos para sumarse al staff del nuevo gobierno de CFK. Apuntan a afianzar las inversiones extranjeras. En Economía, Jefatura de Gabinete y Relaciones Exteriores no habrá cambios.
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Por Martín Piqué y Nora Veiras
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Por Martín Piqué y Nora Veiras
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La frase era repetida por Néstor Kirchner y buscaba reflejar el vértigo de gobernar un país en crisis. “Antes era segundo a segundo, ahora es minuto a minuto”, era el latiguillo presidencial. Tras la elección del domingo y el triunfo de la primera dama, la expresión parece haber cambiado de sentido: ya no describe las urgencias de la gestión, sino los desvelos de los funcionarios que esperan integrar el gabinete de Cristina Kirchner. Y la ansiedad se hace insoportable, sobre todo si los dirigentes se enteran de que sus nombres están sonando en el círculo de decisiones del kirchnerismo. Ese es el panorama que enfrentan hoy viejos conocidos del mundo K, como el embajador en España, Carlos Bettini; el ex ministro de Educación porteño Alberto Sileoni; el secretario de Gestión Pública, Juan Manuel Abal Medina (h); el superintendente de Servicios de Salud, Héctor Cappaccioli. Todos tienen asegurado un cargo en el futuro Gabinete, aunque habrá que ver en qué lugar de la grilla. En los pronósticos hay espacio para las sorpresas: Bettini desembarcaría en Interior o Justicia, mientras que el cónsul en Nueva York, Héctor Timerman, y el embajador en Francia, Eric Calcagno, deberán sacar pasaje de regreso: Cristina los quiere en su equipo de gobierno. “Está preparando un gabinete de lujo”, dijo esta semana el titular de la SIDE, Héctor Icazuriaga, uno de los pocos que conoce las incorporaciones que prevé la presidenta electa.
La frase era repetida por Néstor Kirchner y buscaba reflejar el vértigo de gobernar un país en crisis. “Antes era segundo a segundo, ahora es minuto a minuto”, era el latiguillo presidencial. Tras la elección del domingo y el triunfo de la primera dama, la expresión parece haber cambiado de sentido: ya no describe las urgencias de la gestión, sino los desvelos de los funcionarios que esperan integrar el gabinete de Cristina Kirchner. Y la ansiedad se hace insoportable, sobre todo si los dirigentes se enteran de que sus nombres están sonando en el círculo de decisiones del kirchnerismo. Ese es el panorama que enfrentan hoy viejos conocidos del mundo K, como el embajador en España, Carlos Bettini; el ex ministro de Educación porteño Alberto Sileoni; el secretario de Gestión Pública, Juan Manuel Abal Medina (h); el superintendente de Servicios de Salud, Héctor Cappaccioli. Todos tienen asegurado un cargo en el futuro Gabinete, aunque habrá que ver en qué lugar de la grilla. En los pronósticos hay espacio para las sorpresas: Bettini desembarcaría en Interior o Justicia, mientras que el cónsul en Nueva York, Héctor Timerman, y el embajador en Francia, Eric Calcagno, deberán sacar pasaje de regreso: Cristina los quiere en su equipo de gobierno. “Está preparando un gabinete de lujo”, dijo esta semana el titular de la SIDE, Héctor Icazuriaga, uno de los pocos que conoce las incorporaciones que prevé la presidenta electa.
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Será el pasatiempo de los próximos dos meses. La danza de los nombres que acompañarán a CFK circula en el Gobierno como una contraseña para entendidos. Conocer los integrantes del futuro gabinete es una demostración de cercanía al poder, algo de lo que muchos dirigentes gustan enorgullecerse. Y por estos días en el kirchnerismo se ha convertido en un deporte anticipar cuáles serán los nombres que ocuparán el primer piso de la Rosada (es probable que todos los ministros tengan sus oficinas allí y que el resto de sus carteras permanezca en las sedes actuales). Entre los comentarios hay algunas fijas que no sorprenderán a nadie: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el canciller Jorge Taiana y el ministro de Economía, Miguel Peirano, seguirán en sus cargos. Pero el interés está en cuáles serán las caras supuestamente nuevas del staff cristinista.
Será el pasatiempo de los próximos dos meses. La danza de los nombres que acompañarán a CFK circula en el Gobierno como una contraseña para entendidos. Conocer los integrantes del futuro gabinete es una demostración de cercanía al poder, algo de lo que muchos dirigentes gustan enorgullecerse. Y por estos días en el kirchnerismo se ha convertido en un deporte anticipar cuáles serán los nombres que ocuparán el primer piso de la Rosada (es probable que todos los ministros tengan sus oficinas allí y que el resto de sus carteras permanezca en las sedes actuales). Entre los comentarios hay algunas fijas que no sorprenderán a nadie: el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; el canciller Jorge Taiana y el ministro de Economía, Miguel Peirano, seguirán en sus cargos. Pero el interés está en cuáles serán las caras supuestamente nuevas del staff cristinista.
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For export
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Anoche, mientras tomaba el avión a Madrid, “el petiso” Bettini se llevaba a su patria adoptiva una sensación bastante clara. Aunque él insista con que prefiere permanecer en la embajada, su destino parece estar en Buenos Aires. La impresión es que su desembarco en el gabinete es irremediable. Primero se habló de la secretaría general de la Presidencia, pero en las últimas horas crecieron las chances de que asuma en Interior o en Justicia. Sus antecedentes y su marco de relaciones –es muy amigo del ex primer ministro socialista Felipe González, conoce a los empresarios españoles, tiene relación con el magnate mexicano Carlos Slim, fue jefe de gabinete del ex ministro de Justicia menemista Elías Jassan– le dan un perfil de todo-terreno.
Cristina Kirchner quedó muy contenta con la gira que realizó por España, Alemania y Austria un mes y medio antes de la elección. Bettini tuvo un rol clave en la organización de ese viaje. Incluso hubo quienes se sorprendieron cuando Bettini fue mencionado con elogios delante de CFK por importantes funcionarios del gobierno alemán. En el mundo económico de la Comunidad Europea se sabe que Alemania tiene muchas inversiones en España: además de las poderosas Bayer, Wolkswagen, Basf, Siemens, muchas empresas españolas tienen participación de capital germano. Algunos relevamientos publicados en medios españoles aseguran que las inversiones alemanas suponen el 8 por ciento del PBI español. “Me gustaría un país como Alemania”, dijo CFK el lunes en su primera entrevista postelecciones.
Los casos de Timerman y Calcagno tienen varios puntos de contacto con Bettini. Sobre todo el cónsul en Nueva York, quien tiene excelentes contactos con el Partido Demócrata estadounidense y con la comunidad judía de ese país. Sus contactos en Estados Unidos son vitales para el posicionamiento exterior que busca CFK. Además Timerman tiene lazos familiares con uno de los empresarios más cercanos al kirchnerismo, Marcelo Mindlin, del Grupo Pampa Holding, de fuertes inversiones en materia energética. En el caso de Calcagno, se priorizaría su perfil intelectual y las relaciones que construyó con el mundo político francés. Una de las primeras invitaciones que recibió CFK fue la del presidente francés, Nicolas Sarkozy. Aparte, las incorporaciones de Bettini, Timerman y Calcagno son coherentes con la lógica de atraer inversiones extranjeras: para el oficialismo ésa sería una de las llaves para intentar controlar la inflación (el clásico recurso de aumentar la oferta).
Anoche, mientras tomaba el avión a Madrid, “el petiso” Bettini se llevaba a su patria adoptiva una sensación bastante clara. Aunque él insista con que prefiere permanecer en la embajada, su destino parece estar en Buenos Aires. La impresión es que su desembarco en el gabinete es irremediable. Primero se habló de la secretaría general de la Presidencia, pero en las últimas horas crecieron las chances de que asuma en Interior o en Justicia. Sus antecedentes y su marco de relaciones –es muy amigo del ex primer ministro socialista Felipe González, conoce a los empresarios españoles, tiene relación con el magnate mexicano Carlos Slim, fue jefe de gabinete del ex ministro de Justicia menemista Elías Jassan– le dan un perfil de todo-terreno.
Cristina Kirchner quedó muy contenta con la gira que realizó por España, Alemania y Austria un mes y medio antes de la elección. Bettini tuvo un rol clave en la organización de ese viaje. Incluso hubo quienes se sorprendieron cuando Bettini fue mencionado con elogios delante de CFK por importantes funcionarios del gobierno alemán. En el mundo económico de la Comunidad Europea se sabe que Alemania tiene muchas inversiones en España: además de las poderosas Bayer, Wolkswagen, Basf, Siemens, muchas empresas españolas tienen participación de capital germano. Algunos relevamientos publicados en medios españoles aseguran que las inversiones alemanas suponen el 8 por ciento del PBI español. “Me gustaría un país como Alemania”, dijo CFK el lunes en su primera entrevista postelecciones.
Los casos de Timerman y Calcagno tienen varios puntos de contacto con Bettini. Sobre todo el cónsul en Nueva York, quien tiene excelentes contactos con el Partido Demócrata estadounidense y con la comunidad judía de ese país. Sus contactos en Estados Unidos son vitales para el posicionamiento exterior que busca CFK. Además Timerman tiene lazos familiares con uno de los empresarios más cercanos al kirchnerismo, Marcelo Mindlin, del Grupo Pampa Holding, de fuertes inversiones en materia energética. En el caso de Calcagno, se priorizaría su perfil intelectual y las relaciones que construyó con el mundo político francés. Una de las primeras invitaciones que recibió CFK fue la del presidente francés, Nicolas Sarkozy. Aparte, las incorporaciones de Bettini, Timerman y Calcagno son coherentes con la lógica de atraer inversiones extranjeras: para el oficialismo ésa sería una de las llaves para intentar controlar la inflación (el clásico recurso de aumentar la oferta).
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Los que siguen
Los que siguen
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En las primeras horas después del triunfo, Kirchner hizo circular una orden a los pingüinos que le reportan a él y que tienen menos relación con su esposa. Les dijo que la tarea sería convocar a internas del PJ para marzo y luego reorganizar el partido. Esa tarea se realizará desde la Fundación Calafate: el Presidente adelantó a sus hombres que pasará la mayor parte de su tiempo en las recién alquiladas oficinas de la Fundación, en Balcarce y Chile (cumplen con un requisito operativo: están a solo siete cuadras de la Rosada). Kirchner acompañó estas órdenes con otra aclaración. “No nos vamos a meter en el Gabinete. Lo arma Cristina”, fueron sus palabras. La tropa santacruceña pareció creerle.
Como en todo gobierno que encara sus últimos meses, los funcionarios en ejercicio ya están pensando en su vida después de diciembre. Algunos se pueden considerar privilegiados: son aquellos que reciben un llamado que les advierte que la presidenta electa quiere hablar con ellos. Uno de los últimos en recibir esa comunicación fue el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde. “Cristina quiere hablar con vos el fin de semana”, le avisaron. Esas palabras son las que quieren escuchar unos cuantos funcionarios, como también otros que no están en el Gobierno y que se saben con chances de ingresar a partir del 10 de diciembre. Entre los que tienen muchas chances de permanecer en la Rosada –seguramente cambiando de funciones– están Cappaccioli y Abal Medina. Su inclusión en la futura grilla es un anticipo del ascendente papel del jefe de Gabinete.
Desde la Superintendencia de Servicios de Salud, Cappaccioli tuvo un rol clave para la campaña del Frente para la Victoria. Su futuro podría estar en el ministerio de Trabajo. Para Abal Medina, en otros tiempos el joven brillante del Frepaso apadrinado por Chacho Alvarez, le tienen reservado un ascenso. Otro que podría ascender es Sileoni, ex ministro de Educación de la ciudad y vice de Daniel Filmus, quien renunció a su cargo en la comuna cuando el kirchnerismo decidió postular a Filmus a jefe de Gobierno porteño y enfrentar a Jorge Telerman: Sileoni podría ocupar el Ministerio de Educación. También podría cambiar de funciones el titular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Marcelo Saín. De buena relación con el jefe de Gabinete, tendría un lugar asegurado en el equipo cristinista.
En la danza de nombres también hay espacio para el jujeño Eduardo Fellner, el diputado Florencio Randazzo y Donato Spaccavento. Los dos primeros podrían ocupar Interior; el médico Spaccavento (director del Hospital Argerich) lo haría en Salud, que se fusionaría con Desarrollo Social, cartera en la que continuaría Alicia Kirchner. Para el final un interrogante clave: ¿qué pasará con el ministro de Planificación, Julio De Vido? Hay dos opciones: que permanezca hasta marzo para prevenir una eventual crisis energética en el verano o que se vaya directamente el 10 de diciembre. Sería un gesto pensado para los votantes de los grandes centros urbanos.
En las primeras horas después del triunfo, Kirchner hizo circular una orden a los pingüinos que le reportan a él y que tienen menos relación con su esposa. Les dijo que la tarea sería convocar a internas del PJ para marzo y luego reorganizar el partido. Esa tarea se realizará desde la Fundación Calafate: el Presidente adelantó a sus hombres que pasará la mayor parte de su tiempo en las recién alquiladas oficinas de la Fundación, en Balcarce y Chile (cumplen con un requisito operativo: están a solo siete cuadras de la Rosada). Kirchner acompañó estas órdenes con otra aclaración. “No nos vamos a meter en el Gabinete. Lo arma Cristina”, fueron sus palabras. La tropa santacruceña pareció creerle.
Como en todo gobierno que encara sus últimos meses, los funcionarios en ejercicio ya están pensando en su vida después de diciembre. Algunos se pueden considerar privilegiados: son aquellos que reciben un llamado que les advierte que la presidenta electa quiere hablar con ellos. Uno de los últimos en recibir esa comunicación fue el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde. “Cristina quiere hablar con vos el fin de semana”, le avisaron. Esas palabras son las que quieren escuchar unos cuantos funcionarios, como también otros que no están en el Gobierno y que se saben con chances de ingresar a partir del 10 de diciembre. Entre los que tienen muchas chances de permanecer en la Rosada –seguramente cambiando de funciones– están Cappaccioli y Abal Medina. Su inclusión en la futura grilla es un anticipo del ascendente papel del jefe de Gabinete.
Desde la Superintendencia de Servicios de Salud, Cappaccioli tuvo un rol clave para la campaña del Frente para la Victoria. Su futuro podría estar en el ministerio de Trabajo. Para Abal Medina, en otros tiempos el joven brillante del Frepaso apadrinado por Chacho Alvarez, le tienen reservado un ascenso. Otro que podría ascender es Sileoni, ex ministro de Educación de la ciudad y vice de Daniel Filmus, quien renunció a su cargo en la comuna cuando el kirchnerismo decidió postular a Filmus a jefe de Gobierno porteño y enfrentar a Jorge Telerman: Sileoni podría ocupar el Ministerio de Educación. También podría cambiar de funciones el titular de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), Marcelo Saín. De buena relación con el jefe de Gabinete, tendría un lugar asegurado en el equipo cristinista.
En la danza de nombres también hay espacio para el jujeño Eduardo Fellner, el diputado Florencio Randazzo y Donato Spaccavento. Los dos primeros podrían ocupar Interior; el médico Spaccavento (director del Hospital Argerich) lo haría en Salud, que se fusionaría con Desarrollo Social, cartera en la que continuaría Alicia Kirchner. Para el final un interrogante clave: ¿qué pasará con el ministro de Planificación, Julio De Vido? Hay dos opciones: que permanezca hasta marzo para prevenir una eventual crisis energética en el verano o que se vaya directamente el 10 de diciembre. Sería un gesto pensado para los votantes de los grandes centros urbanos.
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Bush llamó
Bush llamó
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El presidente norteamericano, George W. Bush, se comunicó en la mañana de ayer con Cristina Fernández de Kirchner para felicitarla por su triunfo electoral del domingo pasado y para asegurarle que quiere trabajar conjuntamente en un futuro, aseguró la vocera de la Casa Blanca. En esa misma conversación el mandatario norteamericano también invitó a la presidenta electa a visitar Estados Unidos. Asimismo, se confirmó que Cristina Fernández viajará, presumiblemente antes del 10 de diciembre, a Brasil, luego de la invitación que le hiciera el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El presidente norteamericano, George W. Bush, se comunicó en la mañana de ayer con Cristina Fernández de Kirchner para felicitarla por su triunfo electoral del domingo pasado y para asegurarle que quiere trabajar conjuntamente en un futuro, aseguró la vocera de la Casa Blanca. En esa misma conversación el mandatario norteamericano también invitó a la presidenta electa a visitar Estados Unidos. Asimismo, se confirmó que Cristina Fernández viajará, presumiblemente antes del 10 de diciembre, a Brasil, luego de la invitación que le hiciera el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
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Lavagna
Lavagna
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Cristina Fernández de Kirchner contó a la cadena CNN que el ex candidato presidencial de UNA, Roberto Lavagna, le envió una carta felicitándola por su triunfo en las elecciones. También la saludó el candidato a senador de PRO en Capital, Carlos Melconian. Además, la presidenta electa adelantó que uno de sus primeros viajes al exterior será a Uruguay. “Tengo una gran relación con Tabaré”, puntualizó luego de que le preguntaron sobre el conflicto por las papeleras. Por otro lado, Cristina Kirchner contó que había aprendido mucho de gestión al lado de su marido y que creía que ahora no iba a resultarle necesario pedirle consejos sobre economía.
Cristina Fernández de Kirchner contó a la cadena CNN que el ex candidato presidencial de UNA, Roberto Lavagna, le envió una carta felicitándola por su triunfo en las elecciones. También la saludó el candidato a senador de PRO en Capital, Carlos Melconian. Además, la presidenta electa adelantó que uno de sus primeros viajes al exterior será a Uruguay. “Tengo una gran relación con Tabaré”, puntualizó luego de que le preguntaron sobre el conflicto por las papeleras. Por otro lado, Cristina Kirchner contó que había aprendido mucho de gestión al lado de su marido y que creía que ahora no iba a resultarle necesario pedirle consejos sobre economía.
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Página/12 Web - Argentina/31/10/2007
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