Beijing, 10 oct (PL) El Museo del Palacio Imperial, más conocido como la Ciudad Prohibida, en la capital china, limitará el número de visitantes ante el peligro de deterioro a este Patrimonio de la Humanidad, comunicaron hoy fuentes de la institución turística.
La Ciudad Prohibida cuenta con casi 10 mil habitaciones y 720 mil metros cuadrados, y desde el año 1422 fue el centro de la vida política y militar del Imperio chino, bajo el gobierno de 24 emperadores.
Su entrada estuvo prohibida durante siglos hasta que en 1925, 14 años después del derrocamiento de la dinastía Qing, se convirtió en un museo sobre la historia imperial de China.
El director de la oficina de la Ciudad Prohibida, Feng Naien, informó a la agencia Xinhua que "con el nuevo sistema electrónico para la venta de entradas sólo ingresarán al complejo de recintos unos 50 mil visitantes diarios".
Wang explicó que esa medida obedece a que "el suelo ha sufrido por el número excesivo de viajeros, mientras que las murallas rojas también están descoloradas debido a la gran cantidad del dióxido de carbono emitido por los visitantes".
También indicó que se considera imponer limitaciones a la duración de esas visitas, al igual que como hizo el Palacio Potala de Lhasa (Tíbet) ante el peligro de que sus débiles cimientos de madera se resientan ante una gran afluencia de personas.
La Ciudad Prohibida cuenta con casi 10 mil habitaciones y 720 mil metros cuadrados, y desde el año 1422 fue el centro de la vida política y militar del Imperio chino, bajo el gobierno de 24 emperadores.
Su entrada estuvo prohibida durante siglos hasta que en 1925, 14 años después del derrocamiento de la dinastía Qing, se convirtió en un museo sobre la historia imperial de China.
El director de la oficina de la Ciudad Prohibida, Feng Naien, informó a la agencia Xinhua que "con el nuevo sistema electrónico para la venta de entradas sólo ingresarán al complejo de recintos unos 50 mil visitantes diarios".
Wang explicó que esa medida obedece a que "el suelo ha sufrido por el número excesivo de viajeros, mientras que las murallas rojas también están descoloradas debido a la gran cantidad del dióxido de carbono emitido por los visitantes".
También indicó que se considera imponer limitaciones a la duración de esas visitas, al igual que como hizo el Palacio Potala de Lhasa (Tíbet) ante el peligro de que sus débiles cimientos de madera se resientan ante una gran afluencia de personas.
-
NOTICIAS PRINCIPALES
-
Prensa Latina - Cuba/10/10/2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario