24/10/07

Miseria de la politica

La confrontación IU y PCE es un mero ´conflicto laboral´ en el que se ventilan intereses personales.
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LORENZO Cordero*
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La explosiva confrontación entre los dirigentes de IU por un lado, y los del evanescente PCE, por otro, nunca podrá ser considerada como un debate ideológico formal suscitado en el seno de un único partido, y protagonizada por dos supuestas corrientes políticas que brotan de un mismo manantial: el marxismo.
Como mucho --teniendo en cuenta el sistema que hace funcionar esta democracia pluralista -- se podría considerar que es un conflicto laboral ... En el que se ventilan meros intereses personales de cargos dirigentes; los cuales, como es obvio, se traducen en la realidad como puestos jerárquicos que proporcionan alguna relevancia social.
O sea, que este terremoto doméstico , que sacude --malgré lui ...-- a los escasos supervivientes asturianos del histórico PCE, está provocado por unos agentes absolutamente diferentes de los que se pretende convertir en protagonistas reales de esa disputa, tan absurdamente provocada por los respectivos sanedrines de las dos caras de esa única moneda, cuyo curso --por mucho que se quiera demostrar-- sigue siendo tan "ilegal" como lo fue con la dictadura. Si no jurídicamente, sí moralmente. Lo cual, es muchísimo peor para el presente y el porvenir de los comunistas asturianos (y españoles todos...)
EL TíTULOde esta columna está inspirado en una obra escrita por Carlos Marx para rebatir las ideas políticas y económicas que Proudhon exponía en uno de sus libros: Sistema de contradicciones, o filosofía de la miseria . En el preámbulo de la réplica de Marx --titulada Miseria de la filosofía , (1847)--, dice que Proudhon, en Francia, "tiene derecho a ser un mal economista porque pasa por un buen filósofo alemán. En Alemania, tiene derecho a ser mal filósofo porque pasa por ser un economista francés de los más importantes".
Si los actuales comunistas españoles se dedicaran a leer a Marx, en vez de a discutir desaforadamente entre ellos, probablemente servirían mucho mejor a la democracia aportándole ideas compatibles con ella, que lo que hacen ahora: administrar míseramente la hipotética política de la izquierda. Caer en este error, es una irresponsabilidad imperdonable; sobre todo, cuando la bipolarización del sistema, que ordena a la monarquía digital española, es cada ver más dura: entre un PSOE empeñado en reencarnar a la política centroderechista de la antigua UCD, y un PP dedicado a despertar violentamente el viejo león de la España imperial...
Para equilibrar este protegido desequilibrio político, que tanto marea a la sociedad española (ayuda -- todavía!-- de la práxis pluralista de la democracia liberal), entre el PSOE ucedeo y el PP orgánico hace falta introducir una izquierda inteligentemente responsable de sus actos; cabal en cuanto a sus planteamientos políticos, y coherente con su ideología histórica.
Esto, que pudo serlo Izquierda Unida --si no se hubiera dedicado a la pirotecnia lúdica...--, cada día que pasa es más imposible. Lo cual, significa que la izquierda en este país es una utopía. Y si usted me apura un poco más, diría que es un delito perseguible por la vigente ley (orgánica), que tanto nos confunde.
En el fondo de esta inútil batalla librada entre intereses particulares, lo que más bulle son las animadversiones personales y las disputas por el cajón del pan . Con lo cual, la única solución sensata estaría en acudir al Juzgado de guardia y no ventilarlas públicamente, como si estuvieran planteándose la divina resurrección del PCE, al que la Transición mató muy muerto ...
Siguiendo el hilo irónico del preámbulo de Miseria de la filosofía , se podría afirmar que Francisco Frutos tiene derecho a ser un mal militante de IU porque pasa por ser un buen comunista; mientras que Gaspar Llamazares tiene derecho a ser un mal comunista porque está considerado como un buen dirigente de Izquierda Unida.
NO ES MIintención la de sugerir que entre IU y el PCE (hasta hace poco, la mayoría de los españoles creía ingenuamente que ambos eran lo mismo: el Partido ) eliminen cualquier posibilidad de competencia interna. Entre otras razones, porque, como decía Marx en su época (soy consciente de que esta cita me obliga a correr el riesgo de ser acusado de antiguo ...), la sociedad se funda sobre la competencia. Ahora, sucede lo mismo. Pero, como se ve, esa competencia que cultivan, en sus respectivos huertos, los más o menos comunistas de Izquierda Unida y del Partido Comunista de España, solo sirve para conducirlos hacia su destrucción total.
Y todo esto, por querer monopolizar el cargo, ya que, al parecer, es verdad que la soberanía vale, por lo menos, la silla . (Marx, otra vez).
*Periodista

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La Voz de Asturias - España/24/10/2007

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