4/10/07

Palestina: el enfrentamiento Hamas – Al Fatah en Gaza

La tensión en la Franja de Gaza sigue aumentando; los roces con Israel, la difícil situación económica y las complejas dinámicas regionales son el telón de fondo de la más grave crisis interna de la sociedad palestina. En este contexto, ¿cuáles son las perspectivas de futuro para el “territorio hostil”?
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Gianmaria Vernetti
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A partir del desmantelamiento de las colonias por parte del estado hebreo, Gaza ha representado el escenario ideal para el asentamiento y la evolución de las facciones más radicales del panorama político palestino, en particular Hamas y las células de la Jihad Islámica. La victoria en las elecciones de enero dio origen a un doble proceso; en primer lugar, se ha hecho patente la creciente transformación de la Franja en una deriva “autoritaria”. Paralelamente, el peso y el poder de las fuerzas moderadas de la política palestina se han ido debilitando, llevando a una tensión interna cada vez mayor, que se ha ido manifestando en toda su magnitud a lo largo de las últimas semanas.Sería útil, pues, analizar las dinámicas del enfrentamiento entre Hamas y Al Fatah, para comprender la situación actual e hipotetizar cómo evolucionará en el futuro. Para ello, es interesante partir de un ejemplo poco ortodoxo como es una playa. El “Flower of the Cities” fue durante años uno de los mejores establecimientos de Gaza City, famoso por su buena ubicación y su atmósfera relajada. Desde siempre ligado en cierto modo a Al Fatah, el “Flower of the Cities” ha sido requisado por Hamas, que ha procedido a un cambio radical de estilo inmediato: ahora se llama “Al-Aqsa Resort”, la mayor parte de las cabinas se han transformado en habitaciones para la oración y han desaparecido los bikinis y otros atuendos no “adecuados”.Éste es sólo un ejemplo de la evolución de la situación interna de la Franja de Gaza; la victoria de Hamas en las elecciones, la disolución “forzada” del gobierno por parte de Abbas y el actual impasse han permitido a las fuerzas radicales obtener un control cada vez mayor del territorio, hasta llegar a ser hoy el poder dominante. Este estado de las cosas ha tenido y está teniendo hoy importantes consecuencias en la vida cotidiana.

Otro ejemplo del creciente monopolio de Hamas y de la lenta marginación de Al Fatah está representado por el Shifa Hospital, principal estructura sanitaria de Gaza. Durante algunas semanas, la mayor parte de los médicos y del personal sanitario han estado en huelga parcial tras la decisión del ministro de Sanidad de Gaza, Bassem Naim, de despedir al director del hospital y al responsable de relaciones públicas, cercanos a Al Fatah. Según algunos, habría sido el propio Abbas quien fomentó la huelga, mientras que Hamas justificó los despidos aduciendo un simple reajuste de plantilla; el ministerio de Sanidad de Gaza, en una nota posterior, emitió una fatwa declarando que la huelga del Shifa Hospital iba contra la ley islámica.

La pugna entre Hamas y Al Fatah también se ha trasladado al interior de las mezquitas. Durante los últimos meses, el movimiento radical ha colocado a religiosos de confianza para obtener una sólida base de apoyo. En respuesta a ello, los fieles vinculados a Al Fatah empezaron a rezar fuera de las mezquitas, desencadenando una oleada de protestas que se han convertido en desórdenes reprimidos por las fuerzas policiales. A principios de septiembre, la Palestinian Scholar League, un consejo islámico dominado por clérigos de Hamas, emitió una fatwa que prohíbe rezar al aire libre.
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Hamas, Al Fatah y el control de Gaza
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¿Se podría afirmar que actualmente Hamas posee un dominio absoluto de la Franja de Gaza? La respuesta parece ser afirmativa, a pesar de que Al Fatah siga dando muestras de estar vivo. Desde hace algunos meses se está produciendo una auténtica cacería de militantes vinculados a Mahmud Abbas, una especie de lucha fratricida que no parece tener fin. Hay que subrayar, en este sentido, que la impresión actual es la de un sistema cercano a la guerra civil, que deriva de una compleja serie de factores políticos, económicos y sociales. Además de la crisis gubernamental actual, el propio sistema económico de Gaza se acerca al desplome. El cierre de las vías de comunicación con Israel, con la única excepción de la ayuda humanitaria, ha provocado, según las estimaciones, una caída del 85% de todo el sector manufacturero y la pérdida de 35.000 puestos de trabajo a día de hoy. La creciente crispación y las tensiones en la población han servido en cierto modo a Al Fatah para criticar duramente a los líderes de Hamas, que han reaccionado endureciendo sus leyes sobre el vestuario e imponiendo la mano dura en cuestiones de seguridad.

A los problemas del sector privado se unen también los del sistema fiscal; Hamas ha adoptado de facto un sistema de recaudación de impuestos propio en Gaza, con el fin de establecer una separación respecto a Cisjordania y garantizar su propio sistema de poder. Actualmente, los “funcionarios” de Hamas son unos 30.000, la mayor parte de los cuales fueron contratados por Hamas en la época de su victoria electoral y más tarde despedidos por Abbas. La mayor parte de ellos fue alistada a la Executive Force, la principal fuerza de seguridad de Gaza.Sobre el tema de la seguridad, el movimiento radical juega la carta de mayor éxito popular, desde el momento en que, según los testimonios, el orden público ha mejorado notablemente, así como la seguridad de la población: sin embargo, esa mejora no ha sido ciertamente en favor de los seguidores de Al Fatah
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El futuro de Gaza y las relaciones con Israel
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¿Cómo se configurará el futuro de Gaza y, más en general, de Palestina?A mediados de septiembre Israel declaró oficialmente a la Franja de Gaza como “territorio hostil”, imponiéndole medidas de limitación de electricidad, combustibles y otros recursos para incrementar la presión sobre Hamas. Les hizo eco la Secretaria de Estado norteamericana Condoleeza Rice, que declaró que “Hamas es una entidad hostil también para nosotros”. En el transcurso de los últimos días, diversos analistas han destacado la posibilidad de una eventual invasión de la Franja de Gaza por parte del ejército israelí con el fin de bloquear a Hamas.Es interesante analizar cuál podría ser la reacción del conjunto de la sociedad y de la clase política palestinas en el caso de una hipotética operación militar israelí. Según algunos expertos, de hecho, las recientes acciones y declaraciones efectuadas por el estado hebreo habrían producido un efecto contrario al esperado: no sólo Hamas se está reforzando en Gaza, sino que ha adquirido aún más prestigio en cuanto “baluarte” contra Israel. Todo ello perjudica el liderazgo de Abbas, a la que se acusa cada vez más de hacer el juego a Tel-Aviv y a Washington.

Una operación israelí en la Franja implicaría, probablemente, un deterioro definitivo en la política y en la sociedad palestinas, con graves repercusiones sobre el conjunto de la región: una acción militar llevaría a Hamas y a Al Fatah a la rotura y no a la reconciliación. Quizás sería exagerado pensar en una polarización total Al Fatah-Cisjordania y Hamas-Gaza, pero también es difícil pensar que las dos principales facciones en lucha decidan dejar de lado momentáneamente sus diferencias para enfrentarse al “enemigo” común, principalmente por dos razones:

- El control ejercido por ambas partes sobre los territorios respectivos, es mucho más que un control político-militar; como se ha visto en el caso de Gaza, se extiende a todos los aspectos de la vida social y pública, desde las estructuras hospitalarias hasta los medios de información: es difícil pues “congelar” una tensión que implica a la totalidad de la vida cotidiana.

- El liderazgo de Mahmud Abbas se está mostrando incapaz de gestionar la crisis con la “autoridad” necesaria; la impresión que da es que Abbas goza de mayor prestigio en el extranjero que en su propio país, lo que Tel-Aviv y Washington agradecen en la medida en que es la única alternativa a la subida al poder de Hamas. Si bien para los partidarios de Al Fatah sigue siendo el “rais”, también es cierto que en caso de variaciones en el equilibrio de poder interior su liderazgo y su autoridad estarían en la cuerda floja.
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Conclusiones
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Es difícil prever cuál será el resultado de la confrontación actual entre Hamas y Al Fatah; la existencia de dos gobiernos y dos sistemas de poder incipientes en Gaza y Cisjordania parece indicar la imposibilidad y la ausencia de voluntad de llegar a una estabilización real. La actitud de los gobiernos de Estados Unidos e Israel, próximos a Abbas y deseosos de limitar lo más posible el poder de Hamas, ha producido el efecto de reforzar el prestigio del movimiento radical en la Franja de Gaza, debilitando las estructuras de Al Fatah aún presentes en el territorio.

La propuesta de una conferencia de paz llevada a cabo por Estados Unidos en los últimos días ha topado con el escepticismo de la región, e incluso con el rechazo abierto, como en el caso de Arabia Saudí: la influencia de actores importantes como Riyadh y Teherán tiene y seguirá teniendo peso en la gestión de la difícil crisis interna.

A pesar de que todavía es difícil pensar en una fractura total entre Hamas y Al Fatah, entre Gaza y Cisjordania, también es cierto que a los líderes moderados les corresponderá ejercer una presión y un control cada vez mayor sobre el territorio, a fin de poder hacer eficazmente de contrapeso del poder actual de los movimientos radicales en la Franja
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Equilibri.net - Italia/04/10/2007

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