Promueven red internacional de Comunicación y género
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Barcelona (CIMAC/AmecoPress) Las Jornadas Comuniquemos con otra mirada: Un puente para la paz y los derechos humanos, celebradas en Barcelona, contaron con la participación de periodistas de Marruecos, Túnez, Turquía, Egipto, Palestina, Roma, Milán, París, Madrid.
Barcelona (CIMAC/AmecoPress) Las Jornadas Comuniquemos con otra mirada: Un puente para la paz y los derechos humanos, celebradas en Barcelona, contaron con la participación de periodistas de Marruecos, Túnez, Turquía, Egipto, Palestina, Roma, Milán, París, Madrid.
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Por Julia López
Por Julia López
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Entre las numerosas asistentes, estuvieron Kawter Salam, Nacéra Benali, Nadine Mater, Randa Achmawi, Nella Condorelli, Norma Pittman e Isabelle Fougère, quienes decidieron unir esfuerzos y voluntades, para impulsar a través de Internet, un contacto permanente para la transmisión de informaciones que afecten sobre todo a las mujeres, cuya problemática se ignora y silencia en los medios de comunicación tradicionales.
Esa fue una de las conclusiones más importantes de estas segundas Jornadas, extraída del resumen leído por Montserrat Minobis, presidenta de la Asociación Dinamizadora de la Red Catalana de Periodistas y Comunicadoras, en la clausura de las mismas.
“Han pasado 12 años desde que realizamos las primeras jornadas. No tenemos tiempo que perder. El papel de las mujeres, en general, y de las profesionales de la comunicación es de reforzar el diálogo a favor de la paz y los derechos humanos y sociales, con especial incidencia en los de las mujeres. Este trabajo es necesario para el desarrollo de nuestra región mediterránea en progreso y paz”, subrayó.
“Luchar por incluir la visión de género en la agenda internacional” es el principal compromiso asumido por las periodistas invitadas, así como por los casi cien asistentes (entre hombres y mujeres), que el segundo día se organizaron por grupos para llegar a conclusiones.
TRABAJO CONJUNTO
En palabras de Emna Soula, directora del Centre for Research Studies de Túnez, “si hasta ahora no hemos conseguido cambiar en la prensa occidental los estereotipos del mundo árabe ni la visión que se tiene de las mujeres en nuestras sociedades, es porque hemos trabajado cada una por nuestro lado.
Desde luego, no tenemos medios tan poderosos como los de los fundamentalistas o los de los países capitalistas, pero necesitamos ser más ambiciosas, buscar financiación. Necesitamos dotarnos de esos medios y utilizar Internet a nuestro favor”.
MUJERES POR LA PAZ
De momento, la Red de Periodistas del Mediterráneo se abre a todos los grupos de mujeres de la comunicación, de los países del sur y del norte del Mediterráneo, e incluye a periodistas tanto a nivel individual, como colectivo.
Si las conclusiones que se leyeron en la sala se aprueban (mediante Internet) por todas las invitadas y participantes, profesionales que están integradas en diferentes redes y asociaciones, esta Red Mediterránea formará parte de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, y algunas de sus representantes participarán en el II Encuentro Internacional que tendrá lugar en Oviedo (Asturias), los días 16, 17 y 18 de noviembre de este año.
“Aquí se ha hablado de la participación de las profesionales y de la aportación de su trabajo en la resolución de conflictos”, explicó Erika Cervantes, periodista mexicana, una de las coordinadoras de la Red Internacional y de ‘Redes’ en CIMAC. “Kawter Salam nos ha emocionado con su caso personal, como defensora de los derechos de su pueblo, el palestino, y de las mujeres, y sin embargo teniendo que vivir refugiada”.
“Eso mismo ocurre con muchas profesionales en nuestro país, en México, en Guatemala, en Cuba, en Nicaragua. La paz es cosa también nuestra, no sólo una negociación sobre armas entre hombres que se reparten el poder”, dijo Cervantes.
Saida Boudaghia, periodista de Marruecos instalada desde hace unos años en Madrid, que trabaja en el programa Nosotras en el mundo de Radio Vallecas, dijo: “Las periodistas emigrantes que trabajamos en España no tenemos ninguna posibilidad de trabajar en los medios masivos y de explicar nuestro punto de vista”.
Sin embargo, podemos hacer mucho desde Internet o desde los medios alternativos, para que se entienda que la discriminación de las mujeres es universal, y que no somos tan diferentes por llevar o no llevar velo”, aseguró Saida, quien anunció con satisfacción que, gracias a la ayuda del instituto de Cooperación Internacional, han podido abrir una radio en Marruecos.
Cómo desenmascarar la “excusa” del velo para llenar páginas y espacios de los medios tradicionales y ocultar la verdadera problemática de las mujeres árabes, fue una de las preocupaciones planteadas por algunas invitadas.
“Yo he tenido que volver a colocarme el velo en Austria, en donde estoy exiliada desde hace 5 años”, explicaba la palestina Salaam. En mi país iba vestida más occidental, como ahora voy en Barcelona, pero en Austria la única manera que tengo para poder relacionarme con los colectivos de emigrantes y exiliados es aceptando este retroceso. Pero, aún así, nosotras no queremos entrar en polémica sobre velo sí o velo no, sino sobre nuestra situación real y nuestra capacidad de decidir”.
Nadire Mater, periodista turca del Independent Communication Network (BIA) de Estambul, explicaba cómo su país está gravemente divido entre islamistas radicales y pro-occidentales, y que sin embargo, ninguno de los dos bandos están interesados en las reivindicaciones de las mujeres.
“Al contrario, al verlas en manifestación, la mayoría sin velo, tanto los actuales representantes del poder, como la oposición, las han criticado” consideró.
Para Nadire existe una jerarquía de las noticias que coloca a las mujeres en último lugar, junto a la información, también silenciada o censurada, como ocurre en Armenia: “Asesinaron hace dos años, en la puerta de mi periódico, a un prestigioso periodista armenio, y aún no se ha hecho nada efectivo, pese a que se sabe quien fue el autor, y la policía sabía lo que iba a ocurrir”.
IMPORTANCIA DE INTERNET
Trabajar por la democratización del país y la inclusión de las mujeres en todas las esferas se puede convertir en una verdadera esquizofrenia profesional, un país de mayoría islámica y con la mitad de las mujeres, todavía analfabetas, narró Nacera Benalí, corresponsal de Radio Argelia y Al Watan.
Ella explicó cómo el enfoque de todas las noticias del endurecido y sin salida conflicto palestino–israelí determina políticamente: “Una situación que ha legitimado el discurso fundamentalista y te obliga a tratar con pinzas según que temas, o simplemente a no escribirlos. Yo, por suerte, he podido publicar muchos artículos en la prensa italiana, sobre todo en Internet, a costa de vivir en la cuerda floja, siempre esperando lo peor”.
La misma situación está sufriendo cotidianamente Randa Achmawi, joven periodista egipcia que ha optado, como otros jóvenes licenciados en comunicación de su país, por trabajar en medios propios o alternativos para poder expresarse sin tantas cortapisas.
“Colaboro con medios internacionales y en Internet, y en El Cairo trabajo en una revista en lengua francesa, sobre temas de Oriente Medio y de mi país. Es cierto, es difícil trabajar en medios árabes, pero sí podemos hablar con la gente de a pie, agrupar a mujeres en asociaciones y tratar de vivir sin conflictos violentos, en los que la primera víctima es la mujer”.
Todas reconocieron que, aunque ha aumentado la participación de mujeres en los medios de comunicación, sobre todos los audiovisuales, su acceso a los puestos directivos es ínfimo. “Solo llegan a directoras o redactoras jefas las hijas del propietario del medio, alguien de su familia o de sus amistades íntimas”, afirmó Nadire Mater.
Los intentos por dar a conocer la problemática de las mujeres árabes tampoco ha tenido mucho éxito en nuestro país, según Chahida Haddad, bibliotecaria y documentalista de origen marroquí, quien consiguió llevar durante más de un año un programa para emigrantes en Cataluña Radio. “Podíamos explicar, en castellano y en árabe, las cosas que ocurrían en Cataluña y las actividades que les podían interesar más… Una experiencia que, desgraciadamente, no ha tenido continuidad”.
ITALIANAS Y FRANCESAS
Las compañeras italianas y francesas tampoco se mostraron muy optimistas respecto a la situación de las mujeres en la profesión y sus posibilidades de influencia.
“Después de doce años, explicaba Nella Condorelli, directora de la revista on line ‘Women in the City’, y fundadora de una red de periodistas del Mediterráneo con sede en Catania, el mundo ha cambiado muchísimo, para bien y para mal.
“Tenemos las tecnologías de comunicación, Internet ya lo usa todo el mundo y podemos desarrollar mejor campañas internacionales, luchar unidas, visibilizar nuestra visión del mundo, pero por otro lado, el fundamentalismo ha crecido ahogándolo todo, ya no interesa promover el acceso de las mujeres a las áreas de poder. Todo lo contrario. Hay un retroceso que nos obliga a replantearnos nuestros logros, y dar la mano a todas las compañeras, para poder seguir adelante”, señaló.
Isabelle Fougère, presidenta de la ‘Association Femmees Journalistes’ y periodista free lance, también se quejaba que la situación laboral de precariedad en el ejercicio de la profesión que sufren la mayoría de las profesionales en su país. “Mantener el puesto de trabajo y tener contentos a los propietarios de los medios parece ahora los más importante.
En París seguimos funcionando unas doce mujeres como asociación y hacemos unos tres actos importantes al año. Uno de ellos consiste en becar a una foto-periodista francesa o emigrante para que haga un reportaje internacional sobre las mujeres, que se difundirá en todos los medios”.
Para Carla Fibla, corresponsal de El Magreb de La Vanguardia y de la Cadena Ser, es necesario organizar una red virtual eficaz con urgencia. “En estas jornadas ha habido mujeres de gran peso y lucidez política que han tenido poco tiempo para expresarse.
Hubiera sido mejor tener sus ponencias unos días antes y pasar directamente al debate. Las mujeres del sur son muy activas y están organizadas, sólo esperan una comunicación más fluida con el norte. Es muy importante elaborar una página Web y hacer puntos de encuentro virtuales”, subrayó.
OBSERVATORIO DEL MEDITERRÁNEO
En estas jornadas también se presentó una investigación liderada por compañeras periodistas, las profesoras de Comunicación de la Universidad Autonomía de Barcelona, Olga del Río y Teresa Veláquez, que presentaron el Observatorio del Mediterráneo, que trata temas de comunicación, periodismo, derechos humanos, paz y mujeres.
El Observatorio está abierto a al participación de más grupos, y oficialmente se apuntaron, en calidad de socios de pleno derecho, algunas de las representantes de asociaciones presentes en el encuentro.
En el debate se cuestionaron las “verdaderas posibilidades de Internet para difundir la mirada de las mujeres”. Las asistentes reconocieron la importancia de seguir trabajando y luchando en los medios de comunicación tradicionales y valoraron las redes telemáticas, como canales de comunicación de los que aún no se han extraído todas sus posibilidades de interactividad y de impacto.
Carmen Freixa opinó que deberíamos organizar acciones y manifiestos visuales que rápidamente se colgaran en sitios como Yootube, páginas de mujeres feministas, y otras webs.
“No podemos seguir esforzándonos tanto para que nuestras acciones sólo merezcan unos breves en los periódicos, y ni siquiera imágenes en las televisiones. Hemos de dar un salto con imaginación y seguridad”, concluyó Freixa, una de las coordinadoras de la Red de Mujeres Periodistas y Comunicadoras (Red de Cataluña, integrada en la Internacional)
DECLARACIÓN DE BARCELONA
Con una introducción, un prólogo, un preámbulo y un grupo de propuestas que se leyeron al finalizar las jornadas, pero aún no están todavía aprobadas oficialmente, se clausuró este encuentro. La denominada “Declaración de Barcelona 2007”, contiene estos objetivos:
1.- Combatir y cambiar las rutinas de producción de noticias que refuerzan y reproducen los estereotipos sobre las mujeres, su imagen y sus derechos.
2.- Potenciación de los propios espacios profesionales de trabajo de la Red, e intercambio de informaciones y reportajes entre las profesionales de diferentes medios.
3.- Fortalecer y dinamizar la Red de Redes de Periodistas y Comunicadoras del Mediterráneo mediante campañas comunes y con mayor conocimiento mutuo.
4.- Actuaciones para trabajar con compañeras periodistas y con representantes de las empresas periodísticas para que no transmitan informaciones estereotipadas. Denunciar colectivamente el sexismo cuando se produzca en cualquier medio de comunicación.
5.- Acciones para dar voz y palabra a las mujeres. Visualizar y promocionar movimientos pro Derechos Humanos, desde la mirada de las mujeres, en los medios de comunicación.
6.- Desarrollar proyectos comunes. Ser más ambiciosas en la búsqueda de financiación, movilizar recursos, estrategias e instrumentos para tratar los temas más urgentes y para poder dar respuestas inmediatas ante los atentados a la libertad de prensa y expresión.
7.- Diseñar una página Web o portal interactivo que visibilice la acción común y a todas las redes, asociaciones y periodistas participantes en la Red de Redes.
De momento, la red catalana asumirá, en colaboración con el Iemed (Centre de Estudios del Mediterráneo, que dirige María Ángeles Roqué), la Oficina para la Paz y el Instituto Catalán de la Mujeres, la puesta en marcha de una página interactiva que tendrá su enlace en el espacio del IEMed, y enlazará con otros espacios virtuales de las participantes, como ‘Women in the City’.
Entre las numerosas asistentes, estuvieron Kawter Salam, Nacéra Benali, Nadine Mater, Randa Achmawi, Nella Condorelli, Norma Pittman e Isabelle Fougère, quienes decidieron unir esfuerzos y voluntades, para impulsar a través de Internet, un contacto permanente para la transmisión de informaciones que afecten sobre todo a las mujeres, cuya problemática se ignora y silencia en los medios de comunicación tradicionales.
Esa fue una de las conclusiones más importantes de estas segundas Jornadas, extraída del resumen leído por Montserrat Minobis, presidenta de la Asociación Dinamizadora de la Red Catalana de Periodistas y Comunicadoras, en la clausura de las mismas.
“Han pasado 12 años desde que realizamos las primeras jornadas. No tenemos tiempo que perder. El papel de las mujeres, en general, y de las profesionales de la comunicación es de reforzar el diálogo a favor de la paz y los derechos humanos y sociales, con especial incidencia en los de las mujeres. Este trabajo es necesario para el desarrollo de nuestra región mediterránea en progreso y paz”, subrayó.
“Luchar por incluir la visión de género en la agenda internacional” es el principal compromiso asumido por las periodistas invitadas, así como por los casi cien asistentes (entre hombres y mujeres), que el segundo día se organizaron por grupos para llegar a conclusiones.
TRABAJO CONJUNTO
En palabras de Emna Soula, directora del Centre for Research Studies de Túnez, “si hasta ahora no hemos conseguido cambiar en la prensa occidental los estereotipos del mundo árabe ni la visión que se tiene de las mujeres en nuestras sociedades, es porque hemos trabajado cada una por nuestro lado.
Desde luego, no tenemos medios tan poderosos como los de los fundamentalistas o los de los países capitalistas, pero necesitamos ser más ambiciosas, buscar financiación. Necesitamos dotarnos de esos medios y utilizar Internet a nuestro favor”.
MUJERES POR LA PAZ
De momento, la Red de Periodistas del Mediterráneo se abre a todos los grupos de mujeres de la comunicación, de los países del sur y del norte del Mediterráneo, e incluye a periodistas tanto a nivel individual, como colectivo.
Si las conclusiones que se leyeron en la sala se aprueban (mediante Internet) por todas las invitadas y participantes, profesionales que están integradas en diferentes redes y asociaciones, esta Red Mediterránea formará parte de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género, y algunas de sus representantes participarán en el II Encuentro Internacional que tendrá lugar en Oviedo (Asturias), los días 16, 17 y 18 de noviembre de este año.
“Aquí se ha hablado de la participación de las profesionales y de la aportación de su trabajo en la resolución de conflictos”, explicó Erika Cervantes, periodista mexicana, una de las coordinadoras de la Red Internacional y de ‘Redes’ en CIMAC. “Kawter Salam nos ha emocionado con su caso personal, como defensora de los derechos de su pueblo, el palestino, y de las mujeres, y sin embargo teniendo que vivir refugiada”.
“Eso mismo ocurre con muchas profesionales en nuestro país, en México, en Guatemala, en Cuba, en Nicaragua. La paz es cosa también nuestra, no sólo una negociación sobre armas entre hombres que se reparten el poder”, dijo Cervantes.
Saida Boudaghia, periodista de Marruecos instalada desde hace unos años en Madrid, que trabaja en el programa Nosotras en el mundo de Radio Vallecas, dijo: “Las periodistas emigrantes que trabajamos en España no tenemos ninguna posibilidad de trabajar en los medios masivos y de explicar nuestro punto de vista”.
Sin embargo, podemos hacer mucho desde Internet o desde los medios alternativos, para que se entienda que la discriminación de las mujeres es universal, y que no somos tan diferentes por llevar o no llevar velo”, aseguró Saida, quien anunció con satisfacción que, gracias a la ayuda del instituto de Cooperación Internacional, han podido abrir una radio en Marruecos.
Cómo desenmascarar la “excusa” del velo para llenar páginas y espacios de los medios tradicionales y ocultar la verdadera problemática de las mujeres árabes, fue una de las preocupaciones planteadas por algunas invitadas.
“Yo he tenido que volver a colocarme el velo en Austria, en donde estoy exiliada desde hace 5 años”, explicaba la palestina Salaam. En mi país iba vestida más occidental, como ahora voy en Barcelona, pero en Austria la única manera que tengo para poder relacionarme con los colectivos de emigrantes y exiliados es aceptando este retroceso. Pero, aún así, nosotras no queremos entrar en polémica sobre velo sí o velo no, sino sobre nuestra situación real y nuestra capacidad de decidir”.
Nadire Mater, periodista turca del Independent Communication Network (BIA) de Estambul, explicaba cómo su país está gravemente divido entre islamistas radicales y pro-occidentales, y que sin embargo, ninguno de los dos bandos están interesados en las reivindicaciones de las mujeres.
“Al contrario, al verlas en manifestación, la mayoría sin velo, tanto los actuales representantes del poder, como la oposición, las han criticado” consideró.
Para Nadire existe una jerarquía de las noticias que coloca a las mujeres en último lugar, junto a la información, también silenciada o censurada, como ocurre en Armenia: “Asesinaron hace dos años, en la puerta de mi periódico, a un prestigioso periodista armenio, y aún no se ha hecho nada efectivo, pese a que se sabe quien fue el autor, y la policía sabía lo que iba a ocurrir”.
IMPORTANCIA DE INTERNET
Trabajar por la democratización del país y la inclusión de las mujeres en todas las esferas se puede convertir en una verdadera esquizofrenia profesional, un país de mayoría islámica y con la mitad de las mujeres, todavía analfabetas, narró Nacera Benalí, corresponsal de Radio Argelia y Al Watan.
Ella explicó cómo el enfoque de todas las noticias del endurecido y sin salida conflicto palestino–israelí determina políticamente: “Una situación que ha legitimado el discurso fundamentalista y te obliga a tratar con pinzas según que temas, o simplemente a no escribirlos. Yo, por suerte, he podido publicar muchos artículos en la prensa italiana, sobre todo en Internet, a costa de vivir en la cuerda floja, siempre esperando lo peor”.
La misma situación está sufriendo cotidianamente Randa Achmawi, joven periodista egipcia que ha optado, como otros jóvenes licenciados en comunicación de su país, por trabajar en medios propios o alternativos para poder expresarse sin tantas cortapisas.
“Colaboro con medios internacionales y en Internet, y en El Cairo trabajo en una revista en lengua francesa, sobre temas de Oriente Medio y de mi país. Es cierto, es difícil trabajar en medios árabes, pero sí podemos hablar con la gente de a pie, agrupar a mujeres en asociaciones y tratar de vivir sin conflictos violentos, en los que la primera víctima es la mujer”.
Todas reconocieron que, aunque ha aumentado la participación de mujeres en los medios de comunicación, sobre todos los audiovisuales, su acceso a los puestos directivos es ínfimo. “Solo llegan a directoras o redactoras jefas las hijas del propietario del medio, alguien de su familia o de sus amistades íntimas”, afirmó Nadire Mater.
Los intentos por dar a conocer la problemática de las mujeres árabes tampoco ha tenido mucho éxito en nuestro país, según Chahida Haddad, bibliotecaria y documentalista de origen marroquí, quien consiguió llevar durante más de un año un programa para emigrantes en Cataluña Radio. “Podíamos explicar, en castellano y en árabe, las cosas que ocurrían en Cataluña y las actividades que les podían interesar más… Una experiencia que, desgraciadamente, no ha tenido continuidad”.
ITALIANAS Y FRANCESAS
Las compañeras italianas y francesas tampoco se mostraron muy optimistas respecto a la situación de las mujeres en la profesión y sus posibilidades de influencia.
“Después de doce años, explicaba Nella Condorelli, directora de la revista on line ‘Women in the City’, y fundadora de una red de periodistas del Mediterráneo con sede en Catania, el mundo ha cambiado muchísimo, para bien y para mal.
“Tenemos las tecnologías de comunicación, Internet ya lo usa todo el mundo y podemos desarrollar mejor campañas internacionales, luchar unidas, visibilizar nuestra visión del mundo, pero por otro lado, el fundamentalismo ha crecido ahogándolo todo, ya no interesa promover el acceso de las mujeres a las áreas de poder. Todo lo contrario. Hay un retroceso que nos obliga a replantearnos nuestros logros, y dar la mano a todas las compañeras, para poder seguir adelante”, señaló.
Isabelle Fougère, presidenta de la ‘Association Femmees Journalistes’ y periodista free lance, también se quejaba que la situación laboral de precariedad en el ejercicio de la profesión que sufren la mayoría de las profesionales en su país. “Mantener el puesto de trabajo y tener contentos a los propietarios de los medios parece ahora los más importante.
En París seguimos funcionando unas doce mujeres como asociación y hacemos unos tres actos importantes al año. Uno de ellos consiste en becar a una foto-periodista francesa o emigrante para que haga un reportaje internacional sobre las mujeres, que se difundirá en todos los medios”.
Para Carla Fibla, corresponsal de El Magreb de La Vanguardia y de la Cadena Ser, es necesario organizar una red virtual eficaz con urgencia. “En estas jornadas ha habido mujeres de gran peso y lucidez política que han tenido poco tiempo para expresarse.
Hubiera sido mejor tener sus ponencias unos días antes y pasar directamente al debate. Las mujeres del sur son muy activas y están organizadas, sólo esperan una comunicación más fluida con el norte. Es muy importante elaborar una página Web y hacer puntos de encuentro virtuales”, subrayó.
OBSERVATORIO DEL MEDITERRÁNEO
En estas jornadas también se presentó una investigación liderada por compañeras periodistas, las profesoras de Comunicación de la Universidad Autonomía de Barcelona, Olga del Río y Teresa Veláquez, que presentaron el Observatorio del Mediterráneo, que trata temas de comunicación, periodismo, derechos humanos, paz y mujeres.
El Observatorio está abierto a al participación de más grupos, y oficialmente se apuntaron, en calidad de socios de pleno derecho, algunas de las representantes de asociaciones presentes en el encuentro.
En el debate se cuestionaron las “verdaderas posibilidades de Internet para difundir la mirada de las mujeres”. Las asistentes reconocieron la importancia de seguir trabajando y luchando en los medios de comunicación tradicionales y valoraron las redes telemáticas, como canales de comunicación de los que aún no se han extraído todas sus posibilidades de interactividad y de impacto.
Carmen Freixa opinó que deberíamos organizar acciones y manifiestos visuales que rápidamente se colgaran en sitios como Yootube, páginas de mujeres feministas, y otras webs.
“No podemos seguir esforzándonos tanto para que nuestras acciones sólo merezcan unos breves en los periódicos, y ni siquiera imágenes en las televisiones. Hemos de dar un salto con imaginación y seguridad”, concluyó Freixa, una de las coordinadoras de la Red de Mujeres Periodistas y Comunicadoras (Red de Cataluña, integrada en la Internacional)
DECLARACIÓN DE BARCELONA
Con una introducción, un prólogo, un preámbulo y un grupo de propuestas que se leyeron al finalizar las jornadas, pero aún no están todavía aprobadas oficialmente, se clausuró este encuentro. La denominada “Declaración de Barcelona 2007”, contiene estos objetivos:
1.- Combatir y cambiar las rutinas de producción de noticias que refuerzan y reproducen los estereotipos sobre las mujeres, su imagen y sus derechos.
2.- Potenciación de los propios espacios profesionales de trabajo de la Red, e intercambio de informaciones y reportajes entre las profesionales de diferentes medios.
3.- Fortalecer y dinamizar la Red de Redes de Periodistas y Comunicadoras del Mediterráneo mediante campañas comunes y con mayor conocimiento mutuo.
4.- Actuaciones para trabajar con compañeras periodistas y con representantes de las empresas periodísticas para que no transmitan informaciones estereotipadas. Denunciar colectivamente el sexismo cuando se produzca en cualquier medio de comunicación.
5.- Acciones para dar voz y palabra a las mujeres. Visualizar y promocionar movimientos pro Derechos Humanos, desde la mirada de las mujeres, en los medios de comunicación.
6.- Desarrollar proyectos comunes. Ser más ambiciosas en la búsqueda de financiación, movilizar recursos, estrategias e instrumentos para tratar los temas más urgentes y para poder dar respuestas inmediatas ante los atentados a la libertad de prensa y expresión.
7.- Diseñar una página Web o portal interactivo que visibilice la acción común y a todas las redes, asociaciones y periodistas participantes en la Red de Redes.
De momento, la red catalana asumirá, en colaboración con el Iemed (Centre de Estudios del Mediterráneo, que dirige María Ángeles Roqué), la Oficina para la Paz y el Instituto Catalán de la Mujeres, la puesta en marcha de una página interactiva que tendrá su enlace en el espacio del IEMed, y enlazará con otros espacios virtuales de las participantes, como ‘Women in the City’.
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Cimac - Mexico/13/10/2007
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