Retrato del comandante Ernesto Guevara realizado por René Burri, que puede ser admirado en San Ildefonso, donde se realiza una exposición del fotógrafo nacido en Zúrich
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Fernando Camacho Servín
Fernando Camacho Servín
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Aunque su figura se ha repetido ad nauseam en playeras, carteles y hasta como imagen promocional de refrescos, bebidas alcohólicas y automóviles, el Che Guevara sigue representando una alternativa de pensamiento crítico que no puede reducirse al mito del “quijote romántico”.
Para revalorar al guerrillero argentino-cubano, en el contexto del 30 aniversario de su caída en combate, un grupo amplio de artistas y académicos organizó el festival Che, por siempre Che, que se realizará del 29 de septiembre al 30 de octubre en diversas sedes tanto de la ciudad de México como de Chilpancingo, Guerrero; California, Estados Unidos, y Bolivia.
Dicho encuentro incluirá exposiciones de pintura y fotografía, conferencias y proyección de documentales y películas sobre el tema. En el Distrito Federal se llevará a cabo en la Casa del Benemérito de las Américas, el Foro Cultural Coyoacanense y la Casa de Cultura Ricardo Flores Magón, todas en la delegación Coyoacán.
En entrevista, el investigador y crítico de arte Alberto Híjar, uno de los organizadores del espacio, consideró que la comercialización extrema de la imagen del Che no la ha vaciado de contenido.
Su rostro “sigue siendo un signo libertario. Lo que está mal es que se le reduzca a la foto de Alberto Korda. Nosotros mostramos distintas soluciones visuales de la figura del Che en la exposición Hacer es la mejor manera de decir, de la Convención Metropolitana de Artistas y Trabajadores de la Cultura, y en la de Jacobo Silva Nogales (en prisión, acusado de pertenecer al Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente).”
Si una de las vertientes de la imagen de Ernesto Guevara ha sido su banalización como símbolo kitsch, atractivo pero sin contenido, la otra ha sido separarla de su contexto histórico y su papel concreto en la Revolución Cubana.
“Nos oponemos tanto a su reducción hagiográfica, exaltando el martirologio, como a la difusión de su supuesto humanismo en abstracto, desvinculado de la parte económica, política y militar”, señaló Híjar.
Toda la “parafernalia llorona y romántica que se ha armado en torno a él no ayuda a entenderlo ni a reivindicar su figura en toda su complejidad. Por eso, para nosotros ha sido singularmente importante la publicación de sus apuntes sobre economía política, que estuvieron reservados durante 40 años y nos muestran su gran capacidad reflexiva”.
La culpa de que sea considerado un quijote corresponde en parte al revolucionario mismo, según el maestro universitario, porque Guevara hizo referencias al personaje de Cervantes en algunos escritos. Pero el Che, como Lenin, también pasó por las etapas de “radical mientamadres, la transición y el funcionario que debía enfrentar la tarea de construcción del socialismo”.
El Che fue presidente del Banco Nacional de Cuba y luego Ministro de Industrias, “eso le exigió ocuparse con todo rigor de la economía en un mundo dominado por la lógica capitalista. Ésa es la fórmula para no reducirlo a un loco humanista y temerario”.
Ese enemigo contra el que luchó el “guerrillero heroico” sigue dominando gran parte de la humanidad. ¿Se puede, en el contexto actual, seguir aspirando a “ser como el Che”?
Para Híjar, la respuesta es afirmativa porque las condiciones de pobreza en América Latina y África siguen siendo las mismas. “Lo que está pasando en las dos regiones más explotadas del mundo demuestra que el Che no se equivocaba en el proyecto internacionalista que quería fundar.”
Para revalorar al guerrillero argentino-cubano, en el contexto del 30 aniversario de su caída en combate, un grupo amplio de artistas y académicos organizó el festival Che, por siempre Che, que se realizará del 29 de septiembre al 30 de octubre en diversas sedes tanto de la ciudad de México como de Chilpancingo, Guerrero; California, Estados Unidos, y Bolivia.
Dicho encuentro incluirá exposiciones de pintura y fotografía, conferencias y proyección de documentales y películas sobre el tema. En el Distrito Federal se llevará a cabo en la Casa del Benemérito de las Américas, el Foro Cultural Coyoacanense y la Casa de Cultura Ricardo Flores Magón, todas en la delegación Coyoacán.
En entrevista, el investigador y crítico de arte Alberto Híjar, uno de los organizadores del espacio, consideró que la comercialización extrema de la imagen del Che no la ha vaciado de contenido.
Su rostro “sigue siendo un signo libertario. Lo que está mal es que se le reduzca a la foto de Alberto Korda. Nosotros mostramos distintas soluciones visuales de la figura del Che en la exposición Hacer es la mejor manera de decir, de la Convención Metropolitana de Artistas y Trabajadores de la Cultura, y en la de Jacobo Silva Nogales (en prisión, acusado de pertenecer al Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente).”
Si una de las vertientes de la imagen de Ernesto Guevara ha sido su banalización como símbolo kitsch, atractivo pero sin contenido, la otra ha sido separarla de su contexto histórico y su papel concreto en la Revolución Cubana.
“Nos oponemos tanto a su reducción hagiográfica, exaltando el martirologio, como a la difusión de su supuesto humanismo en abstracto, desvinculado de la parte económica, política y militar”, señaló Híjar.
Toda la “parafernalia llorona y romántica que se ha armado en torno a él no ayuda a entenderlo ni a reivindicar su figura en toda su complejidad. Por eso, para nosotros ha sido singularmente importante la publicación de sus apuntes sobre economía política, que estuvieron reservados durante 40 años y nos muestran su gran capacidad reflexiva”.
La culpa de que sea considerado un quijote corresponde en parte al revolucionario mismo, según el maestro universitario, porque Guevara hizo referencias al personaje de Cervantes en algunos escritos. Pero el Che, como Lenin, también pasó por las etapas de “radical mientamadres, la transición y el funcionario que debía enfrentar la tarea de construcción del socialismo”.
El Che fue presidente del Banco Nacional de Cuba y luego Ministro de Industrias, “eso le exigió ocuparse con todo rigor de la economía en un mundo dominado por la lógica capitalista. Ésa es la fórmula para no reducirlo a un loco humanista y temerario”.
Ese enemigo contra el que luchó el “guerrillero heroico” sigue dominando gran parte de la humanidad. ¿Se puede, en el contexto actual, seguir aspirando a “ser como el Che”?
Para Híjar, la respuesta es afirmativa porque las condiciones de pobreza en América Latina y África siguen siendo las mismas. “Lo que está pasando en las dos regiones más explotadas del mundo demuestra que el Che no se equivocaba en el proyecto internacionalista que quería fundar.”
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La muestra se presentará en el DF, Chilpancingo, California y Bolivia
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La Jornada - México/08/10/2007
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