Dijo que EU ha seguido una política de negligencia y arrogancia con respecto a la región
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Pilar Marrero
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El mismo día en que el presidente George W. Bush lanzó un ataque contra el gobierno cubano, insistiendo en mantener una línea dura en su política hacia la isla, el pre candidato demócrata a la presidencia Bill Richardson hizo un llamado a la necesidad de implementar una "política más realista" hacia Cuba y hacia América Latina en general.
"Nuestra política hacia Cuba ha sido estática y reactiva", dijo Richardson durante un discurso pronunciado ayer en UCLA. "Lo que necesitamos es una política proactiva que lidie sensatamente con los temas económicos y personales como comercio justo y visitas familiares".
Richardson se convirtió así en el interlocutor del presidente Bush del lado demócrata el día de ayer, en tanto que otros candidatos de esa tolda, más aventajados en las internas de su partido, decidieron no reaccionar ayer ante el discurso del presidente.
La campaña de Hillary Clinton, la líder en la contienda demócrata y también la favorita para ganar las elecciones presidenciales según una encuesta dada a conocer ayer por el periódico Los Angeles Times, no envió ayer ningún comunicado sobre lo dicho por el presidente. Tampoco lo hicieron otros candidatos demócratas como Barack Obama o John Edwards.
"Todos queremos ver llegar la democracia a Cuba. Cuando Hillary Clinton llegue a la presidencia, tendrá la oportunidad de llevar a cabo una revisión amplia de la política de Estados Unidos hacia Cuba, e involucrará a nuestros aliados en América Latina y Europa. Pero lo hará con base en la situación que haya en Cuba y a nivel internacional en ese momento", dijo Fabiola Rodríguez, portavoz de la campaña de Clinton.
Clinton ha dicho en el pasado que favorece la continuación de medidas punitivas como el boicot y las restricciones en los viajes, aunque ha manifestado que se deben hacer excepciones en casos extraordinarios.
Bush, en su primer discurso completo sobre Cuba desde 2003, dijo ante funcionarios del Departamento de Estado ayer, que este país no reconocía la transición del poder realizada en Cuba, del mandatario Fidel Castro a su hermano Raúl, misma que ocurrió hace más de un año.
El presidente estadounidense indicó que los Estados Unidos no relajaría su política hacia Cuba, ni levantaría el boicot ni cambiaría su actitud con respecto a las visitas y envíos de remesas hacia ese país, limitados severamente durante su gobierno.
También invitó al mundo a contribuir con un "fondo libertario" que financiaría reformas democráticas en la Habana.
Mientras esto ocurría en Washington, y la Habana reaccionaba con predecible desprecio a las palabras de Bush, el gobernador de Nuevo México y precandidato presidencial demócrata Bill Richardson pronunciaba un discurso en el que planteaba que la primera prioridad en la política exterior hacia América Latina debía ser la diplomacia.
"Necesitamos un presidente que tome una actitud más realista para lograr restaurar la imagen de los Estados Unidos en nuestro propio hemisferio", dijo Richardson. "Necesitamos un presidente que entienda la región y pueda hablar directamente con los interesados".
Durante una entrevista previa al discurso, Richardson dijo a La Opinión que es muy tarde el decir ahora que Estados Unidos no acepta una transición cubana que ya es un hecho consumado.
Richardson, quien en el pasado ha conversado con Fidel Castro respecto a la liberación de presos políticos en la isla, dijo que la única esperanza de lograr una mayor influencia de Estados Unidos para la región es hablando con todos, incluso con los regímenes con los que este país tiene severas diferencias.
Agregó que, de llegar a presidente, él favorecería el levantamiento de los límites a las visitas y la contribución económica de los cubano americanos a la isla, ahora restringida.
"Yo he hablado mucho con cubanos, ellos son gente muy pragmática y humanitaria, y no conozco a nadie que no quiera continuar en contacto y ayudando a sus familias", dijo Richardson. "Esta política dura de Bush en 8 años ha producido cero resultados en cuanto a reformas democráticas en Cuba".
Richardson dijo que Estados Unidos ha seguido una política de "negligencia y arrogancia" con respecto a la América Latina, y dijo que es necesario "bajar la temperatura de la retórica política".
En su discurso, Richardson habló prominentemente de un mandatario latinoamericano que causa dolores de cabeza a los Estados Unidos: el presidente de Venezuela Hugo Chavez.
"Debemos tomar en serio a Chavez, porque el está aprovechando el resentimiento que existe en América Latina hacia nosotros y lo está amplificando para sus propios objetivos", dijo Richardson. "La política exterior de Bush ha sido torpe y eso ha permitido a Chávez y a Castro el crear un eje de nacionalismo anti estadounidense en la región".
Richardson cree que Estados Unidos debe cambiar su actitud "para atraer a la población progresista y moderada que existe en países como Venezuela, Cuba, Bolivia y otros".
"Nuestra política hacia Cuba ha sido estática y reactiva", dijo Richardson durante un discurso pronunciado ayer en UCLA. "Lo que necesitamos es una política proactiva que lidie sensatamente con los temas económicos y personales como comercio justo y visitas familiares".
Richardson se convirtió así en el interlocutor del presidente Bush del lado demócrata el día de ayer, en tanto que otros candidatos de esa tolda, más aventajados en las internas de su partido, decidieron no reaccionar ayer ante el discurso del presidente.
La campaña de Hillary Clinton, la líder en la contienda demócrata y también la favorita para ganar las elecciones presidenciales según una encuesta dada a conocer ayer por el periódico Los Angeles Times, no envió ayer ningún comunicado sobre lo dicho por el presidente. Tampoco lo hicieron otros candidatos demócratas como Barack Obama o John Edwards.
"Todos queremos ver llegar la democracia a Cuba. Cuando Hillary Clinton llegue a la presidencia, tendrá la oportunidad de llevar a cabo una revisión amplia de la política de Estados Unidos hacia Cuba, e involucrará a nuestros aliados en América Latina y Europa. Pero lo hará con base en la situación que haya en Cuba y a nivel internacional en ese momento", dijo Fabiola Rodríguez, portavoz de la campaña de Clinton.
Clinton ha dicho en el pasado que favorece la continuación de medidas punitivas como el boicot y las restricciones en los viajes, aunque ha manifestado que se deben hacer excepciones en casos extraordinarios.
Bush, en su primer discurso completo sobre Cuba desde 2003, dijo ante funcionarios del Departamento de Estado ayer, que este país no reconocía la transición del poder realizada en Cuba, del mandatario Fidel Castro a su hermano Raúl, misma que ocurrió hace más de un año.
El presidente estadounidense indicó que los Estados Unidos no relajaría su política hacia Cuba, ni levantaría el boicot ni cambiaría su actitud con respecto a las visitas y envíos de remesas hacia ese país, limitados severamente durante su gobierno.
También invitó al mundo a contribuir con un "fondo libertario" que financiaría reformas democráticas en la Habana.
Mientras esto ocurría en Washington, y la Habana reaccionaba con predecible desprecio a las palabras de Bush, el gobernador de Nuevo México y precandidato presidencial demócrata Bill Richardson pronunciaba un discurso en el que planteaba que la primera prioridad en la política exterior hacia América Latina debía ser la diplomacia.
"Necesitamos un presidente que tome una actitud más realista para lograr restaurar la imagen de los Estados Unidos en nuestro propio hemisferio", dijo Richardson. "Necesitamos un presidente que entienda la región y pueda hablar directamente con los interesados".
Durante una entrevista previa al discurso, Richardson dijo a La Opinión que es muy tarde el decir ahora que Estados Unidos no acepta una transición cubana que ya es un hecho consumado.
Richardson, quien en el pasado ha conversado con Fidel Castro respecto a la liberación de presos políticos en la isla, dijo que la única esperanza de lograr una mayor influencia de Estados Unidos para la región es hablando con todos, incluso con los regímenes con los que este país tiene severas diferencias.
Agregó que, de llegar a presidente, él favorecería el levantamiento de los límites a las visitas y la contribución económica de los cubano americanos a la isla, ahora restringida.
"Yo he hablado mucho con cubanos, ellos son gente muy pragmática y humanitaria, y no conozco a nadie que no quiera continuar en contacto y ayudando a sus familias", dijo Richardson. "Esta política dura de Bush en 8 años ha producido cero resultados en cuanto a reformas democráticas en Cuba".
Richardson dijo que Estados Unidos ha seguido una política de "negligencia y arrogancia" con respecto a la América Latina, y dijo que es necesario "bajar la temperatura de la retórica política".
En su discurso, Richardson habló prominentemente de un mandatario latinoamericano que causa dolores de cabeza a los Estados Unidos: el presidente de Venezuela Hugo Chavez.
"Debemos tomar en serio a Chavez, porque el está aprovechando el resentimiento que existe en América Latina hacia nosotros y lo está amplificando para sus propios objetivos", dijo Richardson. "La política exterior de Bush ha sido torpe y eso ha permitido a Chávez y a Castro el crear un eje de nacionalismo anti estadounidense en la región".
Richardson cree que Estados Unidos debe cambiar su actitud "para atraer a la población progresista y moderada que existe en países como Venezuela, Cuba, Bolivia y otros".
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La Opinión Digital - USA/25/10/2007
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