Rusia se ha lanzado a una nueva carrera armamentística -
La nueva estrategia rusa al descubierto
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Rusia ha podido abrir la caja de Pandora con un nuevo gasto ingente en armamento que los lleve a un nuevo colapso además de mostrar que es hostil a la política benigna estadounidense de acabar con regímenes peligrosos que sin embargo cuentan con la aquiescencia rusa.
Rusia ha podido abrir la caja de Pandora con un nuevo gasto ingente en armamento que los lleve a un nuevo colapso además de mostrar que es hostil a la política benigna estadounidense de acabar con regímenes peligrosos que sin embargo cuentan con la aquiescencia rusa.
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Por Diario de América
El presidente ruso Vladimir Putin sigue desafiando al poder estadounidense sin que de momento suponga una amenaza pero sí incrementando la tensión que parecía ya superada.
Las amigables relaciones que Bush a lo largo de su Presidencia ha ido queriendo entablar no parecen haber hecho mella en el autócratra ruso con sus continuas declaraciones desafiantes y apoyos a regímenes que representan una verdadera amenaza para el mundo como el iraní.
Esta semana el presidente ruso ha abogado por la salida de las fuerzas norteamericanas de Irak, algo que sólo parece de interés para Rusia si se analiza desde la óptica de un nuevo expansionismo ruso por el área de Oriente Medio, bien sea de cara a restablecer aquella hegemonía que la Unión Soviética tuvo, bien sea para aumentar los negocios de la clase política rusa y no de empresarios libres, algo bastante escaso en la Rusia actual.
Desde la misma óptica cabe enfocar el rearme al que está sometiendo a Rusia en estos momentos pues más allá de sus desafíos independentistas en el Cáucaso, no tiene que hacer frente a ningún peligro pues ampara a los más desafiantes regímenes que en el mundo hay.
Es sin embargo con EEUU con quien muestra recelos públicamente como hemos visto con el sistema antimisiles que nada tiene que ver con ellos, excepto si se dan por aludidos de cara a un futuro en el que una Rusia sin rumbo democrático pueda volver a suponer una amenaza para Occidente. En este caso, como en los criminales de corrientes, los antecedentes son importantes, y la Historia debe dejarnos bien claras algunas lecciones que muchas veces hemos dejado de aprender. Y con muestras de nuevo y mejorado armamento capaz de burlar los sistemas antimisiles estadounidenses de próxima instalación en Europa Central y Oriental, con más investigación en nuevos misiles balísticos intercontinentales sólo pueden hacer que EEUU se preocupe por cuanto supone que la antigua superpotencia desea burlar dichos sistemas en contra suya. En efecto Rusia desea someter a Europa a través de una de las armas con las que cuenta que no es otra que los recursos naturales con que cuenta. Gas y petróleo con sus oleductos y gaseoductos son de vital importancia para la supervivencia energética de Europa. En vista de ello la presencia de emplazamientos norteamericanos en suelo europeo sólo juega en nuestro favor, los europeos, pues así Rusia se verá constreñida de cara a aumentar el chantaje energético, pues tradicionalmente Estados Unidos ha velado por la supervivencia europea, y aunque Rusia podría ejercer una cierta práctica monopolística nunca se atreverá a ahogar y hacer depender por entero a Europa.
Un observador escéptico podría apuntar que sólo se trata de una nueva lucha entre EEUU y Rusia, sin más vil objetivo que el de aumentar sus dominios y poder. Pero la Historia demuestra que EEUU es una potencia claramente benigna. Los acertados enfoques de su política no residen en que tengan una clase académica, política e intelectual brillante sino que sus argumentaciones siempre son en pos de la libertad y la paz, lo que hace del todo atractivas sus iniciativas.
Y Rusia está en todo su derecho de querer aumentar su riqueza (otra cosa es que se realice de espaldas a sus ciudadanos como en efecto es) siempre que no suponga un peligro para los objetivos estadounidenses que reflejan la libertad y la democracia mundial. Porque desafiar a EEUU es desafiar esos grandes principios, y cuando una potencia no sólo no se alía sino que desafía la tierra de la libertad americana es porque sus fines son antagónicos a los de la libertad humana.
El más rancio discurso que se puede hacer con respecto a la política norteamericana en Irak refleja bien a las claras que no es un amigo con el que se pueda contar sino un aliado puntual cuando convenga a ambas partes como sucede con el terrorismo islámico. Incluso ahí sus brutales métodos con respecto Chechenia son del todo repugnables y censurables y deben ser respondidos con acritud.
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El presidente ruso Vladimir Putin sigue desafiando al poder estadounidense sin que de momento suponga una amenaza pero sí incrementando la tensión que parecía ya superada.
Las amigables relaciones que Bush a lo largo de su Presidencia ha ido queriendo entablar no parecen haber hecho mella en el autócratra ruso con sus continuas declaraciones desafiantes y apoyos a regímenes que representan una verdadera amenaza para el mundo como el iraní.
Esta semana el presidente ruso ha abogado por la salida de las fuerzas norteamericanas de Irak, algo que sólo parece de interés para Rusia si se analiza desde la óptica de un nuevo expansionismo ruso por el área de Oriente Medio, bien sea de cara a restablecer aquella hegemonía que la Unión Soviética tuvo, bien sea para aumentar los negocios de la clase política rusa y no de empresarios libres, algo bastante escaso en la Rusia actual.
Desde la misma óptica cabe enfocar el rearme al que está sometiendo a Rusia en estos momentos pues más allá de sus desafíos independentistas en el Cáucaso, no tiene que hacer frente a ningún peligro pues ampara a los más desafiantes regímenes que en el mundo hay.
Es sin embargo con EEUU con quien muestra recelos públicamente como hemos visto con el sistema antimisiles que nada tiene que ver con ellos, excepto si se dan por aludidos de cara a un futuro en el que una Rusia sin rumbo democrático pueda volver a suponer una amenaza para Occidente. En este caso, como en los criminales de corrientes, los antecedentes son importantes, y la Historia debe dejarnos bien claras algunas lecciones que muchas veces hemos dejado de aprender. Y con muestras de nuevo y mejorado armamento capaz de burlar los sistemas antimisiles estadounidenses de próxima instalación en Europa Central y Oriental, con más investigación en nuevos misiles balísticos intercontinentales sólo pueden hacer que EEUU se preocupe por cuanto supone que la antigua superpotencia desea burlar dichos sistemas en contra suya. En efecto Rusia desea someter a Europa a través de una de las armas con las que cuenta que no es otra que los recursos naturales con que cuenta. Gas y petróleo con sus oleductos y gaseoductos son de vital importancia para la supervivencia energética de Europa. En vista de ello la presencia de emplazamientos norteamericanos en suelo europeo sólo juega en nuestro favor, los europeos, pues así Rusia se verá constreñida de cara a aumentar el chantaje energético, pues tradicionalmente Estados Unidos ha velado por la supervivencia europea, y aunque Rusia podría ejercer una cierta práctica monopolística nunca se atreverá a ahogar y hacer depender por entero a Europa.
Un observador escéptico podría apuntar que sólo se trata de una nueva lucha entre EEUU y Rusia, sin más vil objetivo que el de aumentar sus dominios y poder. Pero la Historia demuestra que EEUU es una potencia claramente benigna. Los acertados enfoques de su política no residen en que tengan una clase académica, política e intelectual brillante sino que sus argumentaciones siempre son en pos de la libertad y la paz, lo que hace del todo atractivas sus iniciativas.
Y Rusia está en todo su derecho de querer aumentar su riqueza (otra cosa es que se realice de espaldas a sus ciudadanos como en efecto es) siempre que no suponga un peligro para los objetivos estadounidenses que reflejan la libertad y la democracia mundial. Porque desafiar a EEUU es desafiar esos grandes principios, y cuando una potencia no sólo no se alía sino que desafía la tierra de la libertad americana es porque sus fines son antagónicos a los de la libertad humana.
El más rancio discurso que se puede hacer con respecto a la política norteamericana en Irak refleja bien a las claras que no es un amigo con el que se pueda contar sino un aliado puntual cuando convenga a ambas partes como sucede con el terrorismo islámico. Incluso ahí sus brutales métodos con respecto Chechenia son del todo repugnables y censurables y deben ser respondidos con acritud.
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Diario de América - USA/22/10/2007
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