Belgrado (PL) El primer ministro, Vojislav Kostunica, acusó hoy a Estados Unidos y la OTAN de bombardear a Serbia en 1999 para destacar sus tropas y arrebatar el 15 por ciento de su territorio.
Kostunica denunció que Washington pretende establecer en suelo kosovar una base de la Alianza Atlántica con poderes sin límites.
En un comunicado publicado por la prensa capitalina, el primer ministro también le imputó a la Casa Blanca aplicar una política para desintegrar a Serbia con su respaldo a la independencia de la provincia de Kosovo.
Para ello, se refirió al apoyo que brindan funcionarios estadounidenses al ejecutivo albano-kosovar en sus intenciones de proclamar la soberanía de la provincia después del próximo 10 de diciembre.
Con ese proceder obstaculizan las esperanzas de alcanzar una solución de compromiso en las negociaciones entre serbios y albano-kosovares, afirmó.
También reiteró que Serbia nunca admitirá, ni reconocerá la separación de esa porción de su territorio y para ello esgrime la Carta de las Naciones Unidas.
Al fracasar los planes de Washington y algunos países europeos de aprobar en la ONU el proyecto del ex mediador Martti Ahtissari, sobre la independencia de ese territorio, en agosto pasado comenzó otra ronda de negociaciones una troika del Grupo de Contacto.
El trío, integrado por representantes de la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, deberá informar sobre el resultado de su gestión el próximo 10 de diciembre en la ONU.
Serbia propone una amplia autonomía a Kosovo, mientras el ejecutivo albano-kosovar amenaza con proclamar la independencia después de esa fecha si en las negociaciones no se le ofrece esa alternativa.
El gobierno de Belgrado dispone del respaldo de Rusia y otros estados europeos, que manifiestan su preocupación por las consecuencias en los Balcanes y el resto de Europa derivadas de una separación de ese territorio.
Desde junio de 1999, cuando cesaron los bombardeos de la OTAN a la entonces Yugoslavia, entraron las tropas de la Alianza a Kosovo y la administra una misión de la ONU.
Kostunica denunció que Washington pretende establecer en suelo kosovar una base de la Alianza Atlántica con poderes sin límites.
En un comunicado publicado por la prensa capitalina, el primer ministro también le imputó a la Casa Blanca aplicar una política para desintegrar a Serbia con su respaldo a la independencia de la provincia de Kosovo.
Para ello, se refirió al apoyo que brindan funcionarios estadounidenses al ejecutivo albano-kosovar en sus intenciones de proclamar la soberanía de la provincia después del próximo 10 de diciembre.
Con ese proceder obstaculizan las esperanzas de alcanzar una solución de compromiso en las negociaciones entre serbios y albano-kosovares, afirmó.
También reiteró que Serbia nunca admitirá, ni reconocerá la separación de esa porción de su territorio y para ello esgrime la Carta de las Naciones Unidas.
Al fracasar los planes de Washington y algunos países europeos de aprobar en la ONU el proyecto del ex mediador Martti Ahtissari, sobre la independencia de ese territorio, en agosto pasado comenzó otra ronda de negociaciones una troika del Grupo de Contacto.
El trío, integrado por representantes de la Unión Europea, Estados Unidos y Rusia, deberá informar sobre el resultado de su gestión el próximo 10 de diciembre en la ONU.
Serbia propone una amplia autonomía a Kosovo, mientras el ejecutivo albano-kosovar amenaza con proclamar la independencia después de esa fecha si en las negociaciones no se le ofrece esa alternativa.
El gobierno de Belgrado dispone del respaldo de Rusia y otros estados europeos, que manifiestan su preocupación por las consecuencias en los Balcanes y el resto de Europa derivadas de una separación de ese territorio.
Desde junio de 1999, cuando cesaron los bombardeos de la OTAN a la entonces Yugoslavia, entraron las tropas de la Alianza a Kosovo y la administra una misión de la ONU.
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Prensa Latina - Cuba/17/10/2007
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