La tensión entre EEUU e Irán por la política nuclear de Teherán y la incesante violencia en Irak parecen haber elevado al máximo la inquietud de los países árabes del golfo Pérsico por su propia seguridad.
La posibilidad de un conflicto bélico en esa rica región petrolera es lo que más preocupa a las monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), vecinas de Irán e Irak y aliadas de EEUU, según han manifestado sus autoridades.
Pese a los acuerdos defensivos firmados con Washington, la presencia militar estadounidense en varios países del CCG, incluidos Kuwait, Qatar y Bahrein, es otro factor de inquietud, dadas las repetidas amenazas de Teherán de atacar a las bases de EEUU en el Golfo si es atacado.
En concreto, el CCG -Arabia Saudí, Kuwait, los Emiratos Arabes Unidos, Qatar, Bahrein y Omán- teme que una eventual guerra perjudique sus exportaciones de petróleo, lo que repercutiría de forma catastrófica en su economía, que depende en más del 70 por ciento de la venta del crudo.
Esta posibilidad lleva a los Gobiernos árabes de la región, que no han olvidado las negativas repercusiones de la invasión de Irak sobre su seguridad, a insistir en que el contencioso con Irán sea solucionado exclusivamente a través del diálogo.
Por otro lado, exigen que la República Islámica -que se ha convertido en la única potencia de la zona tras la invasión de Irak, y que tiene fronteras con todos los estados del CCG-, flexibilice su postura en las negociaciones con la comunidad internacional.
El tema de la seguridad ha centrado varias reuniones celebradas esta misma semana por altos responsables del CCG, y dominará también las conversaciones que el heredero saudí, príncipe Sultán bin Abdelaziz, mantendrá a partir de hoy y durante cuatro días con los máximos responsables de Kuwait.
A su llegada a este emirato, el príncipe Sultán, quien es también ministro de Defensa, dijo que uno de los principales objetivos de su visita es 'intercambiar ideas respecto a las actuales circunstancias, con el fin de evitar los peligros que rodean nuestra región'.
El heredero saudí advirtió el martes de una 'carrera armamentística' en el Golfo si el contencioso con Irán no es solucionado de modo 'pacífico y rápido'.
Riad y sus socios del CCG negocian desde hace meses la compra de armas por 20.000 millones de dólares a EEUU, y estudian el desarrollo de un programa nuclear propio, que aseguran que será 'para uso pacífico'.
La visita del príncipe Sultán a Kuwait sigue a la reunión que los jefes de los servicios de inteligencia del CCG celebraron el lunes en ese emirato, la primera de este tipo desde la creación de esa alianza árabe en 1981.
Ese encuentro tuvo como objetivo estudiar las medidas que deben adoptar de forma conjunta las monarquías árabes para protegerse política y económicamente en caso de un conflicto bélico o un deterioro de la situación en Irak, escenario de actividades de Al Qaeda y de un conflicto suní-chií, según fuentes oficiales de la zona.
Otro propósito fue examinar las informaciones según las cuales un 'Estado de la región', en una aparente alusión a Irán, ofrece entrenamiento militar a ciudadanos del CCG 'para que lleven a cabo acciones de sabotaje en sus países de origen en caso de un conflicto bélico' en la zona, informaba el lunes el periódico emiratí Al Jaleey.
Aquellas personas que supuestamente reciben entrenamiento militar 'pertenecen a la misma rama religiosa y tienen la misma ideología' del 'país de la región' que las recluta, agregaba el periódico, citando a 'fuentes de alto nivel'.
Irán tiene una población de más de 70 millones de habitantes, en su mayoría chií.
Los miembros del CCG tienen casi todos minorías chiíes entre sus poblaciones, con la excepción de Bahrein, donde la comunidad chií representa casi el 70 por ciento de los habitantes.
Kuwait acogió ayer martes una reunión más relacionada con la seguridad tanto de Irak como de sus vecinos, en la que participaron los titulares de Interior de Arabia Saudí, Irak, Siria, Irán, Jordania, Turquía y Kuwait, además de los de Egipto y Bahrein (países invitados).
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Terra Actualidad/EFE/24/10/2007
La posibilidad de un conflicto bélico en esa rica región petrolera es lo que más preocupa a las monarquías del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), vecinas de Irán e Irak y aliadas de EEUU, según han manifestado sus autoridades.
Pese a los acuerdos defensivos firmados con Washington, la presencia militar estadounidense en varios países del CCG, incluidos Kuwait, Qatar y Bahrein, es otro factor de inquietud, dadas las repetidas amenazas de Teherán de atacar a las bases de EEUU en el Golfo si es atacado.
En concreto, el CCG -Arabia Saudí, Kuwait, los Emiratos Arabes Unidos, Qatar, Bahrein y Omán- teme que una eventual guerra perjudique sus exportaciones de petróleo, lo que repercutiría de forma catastrófica en su economía, que depende en más del 70 por ciento de la venta del crudo.
Esta posibilidad lleva a los Gobiernos árabes de la región, que no han olvidado las negativas repercusiones de la invasión de Irak sobre su seguridad, a insistir en que el contencioso con Irán sea solucionado exclusivamente a través del diálogo.
Por otro lado, exigen que la República Islámica -que se ha convertido en la única potencia de la zona tras la invasión de Irak, y que tiene fronteras con todos los estados del CCG-, flexibilice su postura en las negociaciones con la comunidad internacional.
El tema de la seguridad ha centrado varias reuniones celebradas esta misma semana por altos responsables del CCG, y dominará también las conversaciones que el heredero saudí, príncipe Sultán bin Abdelaziz, mantendrá a partir de hoy y durante cuatro días con los máximos responsables de Kuwait.
A su llegada a este emirato, el príncipe Sultán, quien es también ministro de Defensa, dijo que uno de los principales objetivos de su visita es 'intercambiar ideas respecto a las actuales circunstancias, con el fin de evitar los peligros que rodean nuestra región'.
El heredero saudí advirtió el martes de una 'carrera armamentística' en el Golfo si el contencioso con Irán no es solucionado de modo 'pacífico y rápido'.
Riad y sus socios del CCG negocian desde hace meses la compra de armas por 20.000 millones de dólares a EEUU, y estudian el desarrollo de un programa nuclear propio, que aseguran que será 'para uso pacífico'.
La visita del príncipe Sultán a Kuwait sigue a la reunión que los jefes de los servicios de inteligencia del CCG celebraron el lunes en ese emirato, la primera de este tipo desde la creación de esa alianza árabe en 1981.
Ese encuentro tuvo como objetivo estudiar las medidas que deben adoptar de forma conjunta las monarquías árabes para protegerse política y económicamente en caso de un conflicto bélico o un deterioro de la situación en Irak, escenario de actividades de Al Qaeda y de un conflicto suní-chií, según fuentes oficiales de la zona.
Otro propósito fue examinar las informaciones según las cuales un 'Estado de la región', en una aparente alusión a Irán, ofrece entrenamiento militar a ciudadanos del CCG 'para que lleven a cabo acciones de sabotaje en sus países de origen en caso de un conflicto bélico' en la zona, informaba el lunes el periódico emiratí Al Jaleey.
Aquellas personas que supuestamente reciben entrenamiento militar 'pertenecen a la misma rama religiosa y tienen la misma ideología' del 'país de la región' que las recluta, agregaba el periódico, citando a 'fuentes de alto nivel'.
Irán tiene una población de más de 70 millones de habitantes, en su mayoría chií.
Los miembros del CCG tienen casi todos minorías chiíes entre sus poblaciones, con la excepción de Bahrein, donde la comunidad chií representa casi el 70 por ciento de los habitantes.
Kuwait acogió ayer martes una reunión más relacionada con la seguridad tanto de Irak como de sus vecinos, en la que participaron los titulares de Interior de Arabia Saudí, Irak, Siria, Irán, Jordania, Turquía y Kuwait, además de los de Egipto y Bahrein (países invitados).
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Terra Actualidad/EFE/24/10/2007
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